El crimen de este viernes a las 9:30 p. m., en San Juan de Dios de Desamparados, fue anunciado a calle Vasconia por los gritos de los dos hijos mayores de Gladys María García Pereira, de 28 años.

Ella fue asesinada a puñaladas por su compañero sentimental Douglas Javier Montiel López, de 30 años, quien falleció en el sitio minutos después, según versiones iniciales, por una turba que lo habría golpeado y asfixiado.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no indicó si el arma usada por Montiel para matar a su compañera fue hallada en el sitio.

Ellos vivían con tres menores, de 14, 12 y 5 años, que quedaron bajo la custodia del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

Los menores “estaban ilesos, pero con crisis nerviosa”, dijo el cruzrojista Cristofer Calderón.

Los decesos fueron confirmados por socorristas de la Cruz Roja de Desamparados y San José, pero antes, uno de los alertados por los gritos fue el vecino más cercano de la familia, quien dormía cuando sucedieron los hechos.

“Los chiquitos gritaban ‘mataron a mi mamá’”, afirmó este residente de calle Vasconia, que pidió no ser identificado.

Relató que el viernes, al entrar a la casa, encontró a García muerta en una cama, con una herida de arma blanca en el cuello y otra en el tórax. Además, desmintió la versión de que una turba mató a Montiel.

“Los vecinos se metieron a buscar a la muchacha, pero no lo golpearon hasta matarlo, son rumores que inventa la gente”.

El vecino aseguró no conocer la causa de la muerte del hombre, aunque sí dijo haber observado que el joven de 14 años sujetó a Montiel contra las verjas de la casa mientras intentaba huir.

Además, agregó que la madre del fallecido habría llegado al sitio e indicado que su hijo padecía del corazón.

El OIJ no define todavía la causa exacta de la muerte del sujeto.

“Aparentemente, el sospechoso de darle muerte a la mujer fue retenido en el sitio; sin embargo, aún no se tienen claras las circunstancias en que se dio la retención”, apuntó el comunicado enviado este sábado.

El médico forense que asistió al lugar explicó que podría tratarse de una asfixia, pero la razón se aclarará hasta que se realice la autopsia.

La versión de Daniel Calderón, director de la Fuerza Pública, es que “cuando se llega a la escena, el reporte es que había un sujeto que estaba siendo agredido por varias personas”.

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Una familia “hermética”

García y Montiel llegaron hace casi cuatro meses a calle Vasconia, provenientes del precario Triángulo de la Solidaridad, en Calle Blancos de Goicoechea. Ambos eran oriundos de Nicaragua.

Según contó su vecino a La Nación, en el barrio él era el más cercano a Montiel, a quien lo describió como una persona tranquila.

Más allá de eso, no conocía mayores detalles de lo que sucedía adentro de su vivienda.

“Eran muy herméticos, no hablaban mucho con la gente, ni se escuchaban gritos fuera de lo normal”, apuntó.

La Policía Judicial informó de que la mujer tenía antecedentes por hurto simple, daños y robo agravado, mientras que el hombre fue pasado por legitimación de capitales y hurto agravado.

De momento, las autoridades no tienen reportes de que en esa casa se hayan dado con anterioridad denuncias por violencia doméstica; no obstante, no se descartan.

Según datos del OIJ, el asesinato de García es el cuarto feminicidio del año.

Aunque aún no se contabiliza oficialmente como feminicidio, otra mujer fue encontrada muerta cerca de la medianoche de este jueves en Sabana sur, en San José.

Carolina Dayana Pérez Acosta, de 25 años, fue encontrada en su apartamento envuelta en un edredón, con golpes en su cuerpo y atada de manos y pies.

Colaboró el periodista Carlos Láscarez.