El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) informó de que, en febrero y en noviembre del año anterior, recibió dos denuncias por supuesto abandono y negligencia en perjuicio de cuatro menores, quienes eran hijos de la pareja asesinada en Guanacaste, pero, luego de investigar, descartó los hechos.
En ese momento, los afectados eran niños de 11 años, 7 años, 5 años y 3 años. Los tres primeros fueron masacrados junto a sus padres en su casa el domingo en Matapalo, Guanacaste. La ultima está muy delicada en el Hospital Nacional de Niños.
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Según explicó el Patronato, la denuncia recibida en febrero se refirió a que la madre de los menores, Yeimmy Jéssica Durán Guerra, dejó en abandono a los niños y que estos quedaron bajo el cuido de un adulto mayor.
La entidad señaló que, en la intervención, se descartó lo denunciado. Las autoridades determinaron que los pequeños eran cuidados por su padre biológico debido a que su madre estaba detenida en la cárcel El Buen Pastor, en Desamparados de San José, por deberle pensión alimentaria a otro hijo que vive con su abuela materna.
"En virtud de lo anterior y acorde al análisis de los hechos denunciados, factores de riesgo y factores protectores, además de encontrarse el grupo filial con su representante legal (...) se recomienda el archivo de la situación", comunicó este miércoles el PANI.
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Según la institución, en el momento de la intervención, el padre no presentaba indicadores de riesgo y, por el contrario, estaba "brindando la protección esperada ante el evento que enfrenta la madre".
Este martes, se descubrieron los cuerpos de los pequeños y sus padres, quienes fueron asesinados a machetazos. El principal sospechoso del crimen es el nicaragüense Adrián Salmerón Silva, quien era amante de la mamá de los niños.
Otra alerta. En noviembre del año anterior, una organización no gubernamental (ONG) acudió al PANI para indicar que la mayor de los hermanos decía que estaba "descontenta con el comportamiento de su madre", apuntó el Patronato.
Al abordar a la familia, el padre descartó lo denunciado, informó la entidad.
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El PANI agregó que, en las entrevistas realizadas en la comunidad, los vecinos no brindan mayor información sobre la convivencia de la progenitora con el amante. Tampoco los alertaron sobre las situaciones de violencia que supuestamente había en la familia, añadió la institución.
Por ello, el PANI procedió a "recomendar al progenitor que continúe asumiendo su rol de padre, guarda, crianza y educación, garantizando el derecho de las personas menores de edad a vivir en familia".
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Hasta el momento, la oficina local de Santa Cruz mantiene coordinaciones con el Hospital de Nicoya y el Hospital de Niños para acompañar a la niña de 4 años y a la bebé de 7 meses, quienes son las únicas sobrevivientes de la masacre en Matapalo.
Además, los funcionarios del PANI valoran a los familiares como posibles recursos de ubicación cuando las niñas tengan el egreso hospitalario.
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Con respecto a esto, el hermano de la mujer asesinada, Gabriel Durán, aseguró que su madre (Ana Guerra) quiere hacerse responsable de las pequeñas.