Paulo César Wanchope: El ídolo que perdió la Sele a golpes

La retina colectiva del país recuerda a Wanchope en cientos de momentos de su exitosa carrera como futbolista. Este año, en cambio, el foco se ubicó en él por su rol como técnico de la Selección Nacional y su estrepitosa salida, seis meses después de su nombramiento, tras protagonizar una gresca en Panamá.

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Una explosión de ira la puede tener cualquiera. La mayoría de las veces, sin mayores consecuencias. El problema sobreviene cuando las consecuencias de un acto realizado con la sangre hirviendo son filmadas y transmitidas en tiempo real prácticamente a todo el planeta mientras se está a cargo de la selección nacional de fútbol de un país.

Esto fue lo que le ocurrió el 11 de agosto al entonces timonel de la Selección Mayor, Paulo César Wanchope, cuando tuvo un intercambio de golpes con un panameño luego de que la Sub 23 empatara 0-0 con Panamá, en el estadio Maracaná de esa ciudad.

En retrospectiva, cuatro meses después, los hechos pintan a singraciada, sobre todo si se toma en cuenta que Wanchope no cuenta entre sus atestados con fama de problemático, artero o maleducado. Ni como futbolista, ni como persona. Pero lo hecho hecho estuvo y en menos de un minuto Paulo echó por tierra, momentáneamente, la estela de ecuanimidad que lo ha caracterizado siempre.

Un canal panameño captó en un video que pronto se volvió viral el momento en que Wanchope buscaba ingresar al campo por un portón, cuando un aficionado reclama y empuja al entrenador nacional y este le lanza un golpe y se arma la gresca hasta que un oficial de seguridad interviene.

Luego vinieron coletazos entre varios de los acompañantes de Paulo César, entre ellos Luis Gabelo Conejo, Javier Vicente Wanchope (su hermano) y Luis Fallas, en el intento de todos por contener al técnico nacional.

Como era de esperarse, la prensa nacional y extranjera desaprobó rotundamente la conducta de Chope y la afición hizo arder las redes sociales en procura de su despido inmediato. Huelga decir que la gestión del espigado exdelantero ya venía cosechando detractores y el incidente en Panamá no hizo más que ponerles, por fin, la cabeza del técnico en bandeja.

Lo cierto es que no hizo falta su destitución. Paulo César regresó al país el miércoles 12 de agosto en la mañana; a su salida del aeropuerto citó a los periodistas a conferencia de prensa y, al mediodía, Wanchope acopió su acostumbrada serenidad, presentó su renuncia al cargo, aceptó que se había equivocado, dijo que no había excusa y respondió todo lo que se le quiso preguntar en aquel momento. En cambio, recientemente declinó la entrevista con la Revista Dominical para efectos de este especial.

Sin embargo, días después de su renuncia había profundizado, en las páginas de deportes de La Nación, sobre la situación que vivió por esos días. "Imagínese el bullying que pasaron (sus hijos, Paulo y Pamela) desde que empezó este proceso y lo que están viviendo ahora en su colegio y escuela. Me toca hablar con ellos, disculparme con mi familia, explicarles la situación y darles un panorama amplio de lo que pasó".

En aquel momento, agregó que iba a tomarse un espacio para reflexionar, tranquilizarse, reestructurar y buscar un equilibro en su vida y con su familia, la cual había salido muy perjudicada con todo el embrollo.

Parece ser que Paulo César logró su cometido y las aguas han ido volviendo a su cauce. Tres meses exactos después del incidente, el 11 de noviembre, fue oficializado su nombramiento como gerente deportivo del Saprissa.

Wanchope fue asistente técnico de la Tricolor durante el Mundial de Brasil 2014, y tras la salida de Jorge Luis Pinto se hizo cargo del equipo. Durante su estancia como estratega interino, ganó la Copa Uncaf y después triunfó en los amistosos ante Omán, Corea del Sur y ganó en penales ante Uruguay.

El 31 de enero pasado, la Fedefútbol anunció que Wanchope se haría cargo de la Sele, tras el intento fallido de contratar a Ricardo Gareca y otras opciones de técnicos extranjeros.

Paulo César Wanchope enfrentó dos retos oficiales con la Selección Nacional: La Copa Uncaf de 2014 y la Copa Oro 2015. En el torneo centroamericano logró coronarse campeón, mientras que en la Copa Oro no ganó un solo partido y quedó eliminado en segunda ronda gracias a una derrota, en tiempos extra, frente a México.

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