Keylor Navas: A las 11:59 p. m. empezó a brillar en el Madrid

Ese lunes nos quedamos esperando su llegada a Inglaterra. En Costa Rica, una vez asimilada su salida del Madrid, le dimos like al fanpage del Manchester y hasta le hicimos números a la nueva camiseta que usaría Navas. Se nos había ido del Madrid. Jamás pensamos que una millonaria negociación acabaría en tal ridículo y, a la postre, con Keylor brillando en el arco merengue.

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El 2008 estaba a punto de acabar y, por esos días, igual que ahora, Keylor Navas había sido elegido por un grupo de periodistas como personaje del año. Era una época distinta para el futbolista tico que más reconocimiento puede tener hoy en el mundo deportivo. Ese año apenas se había ganado la titularidad en el arco del Saprissa y llegó a la Selección Mayor. Estaba empezando el camino que lo tiene hoy en la cima del fútbol internacional.

Entonces era un muchacho (lo sigue siendo) divertido, espontáneo, sencillo. Un muchacho de 21 años que en esa entrevista para el periódico Vuelta en U repitió incansablemente lo mucho que extrañaba a su familia. Los 130 kilómetros que separaban su casa en Tibás y su hogar en San Isidro de El General eran muchísimos para él.

Hablaba de lo mucho que lo chineaba su abuelita Elizabeth Guzmán, de sus primeros pasos en la Sele y de que la gente lo empezaba a reconocer y saludar más en la calle. El Keylor del 2008 sonreía al recordar cómo su abuelita lo ayudaba a estudiar, y se reía con fuerza cuando contaba que era ella la que terminaba por aprender la materia, porque él se dormía. Hablaba también de que le gustaba bailar salsa.

Estamos en el 2015 y la distancia ahora lleva más ceros. Desde hace años que es así. Para ser exactos, desde el verano del 2010, cuando fichó con el Albacete. Son más de 8.000 kilómetros los que tiene que viajar cada vez que quiere venir a Costa Rica, a San Isidro de El General.

Y aunque mucho ha cambiado ahora que Navas es una estrella del deporte que pasa sus días de trabajo con Cristiano Ronaldo y conduce un Lamborghini, mucho también sigue igual: él no deja de extrañar, de pensar en esos años en Costa Rica, en sus padres, en sus abuelos y en la salsa.

Primero fueron el Albacete y el Levante los que impulsaron ese cambio. El 2014 fue el heroico Mundial de Brasil y firmar con el Real Madrid. Este año lo que pasó es que empezó a jugar, a tener regularidad con el Real Madrid. Navas dejó de estar en la sombra para destacarse como uno de los grandes de la Casa Blanca del fútbol español. Keylor, el que se quedaba dormido mientras estudiaba con su abuela, hoy es un verdadero símbolo de Costa Rica en el exterior.

El 2015 inició tranquilo para Navas, aunque con más partidos en el banquillo de lo deseado. Pasó unos meses calmos; otros no tanto, como agosto.

Ya pasó, pero sigue siendo una historia rara. Increíble, incluso ridículo, lo ocurrido al final de ese mes.

David de Gea llegaría al Real Madrid, y, por ende, Navas tenía que irse a jugar al Manchester United. Pero nunca tomó el avión. El lunes 31 de agosto, día límite para cerrar la negociación, el fax falló. Como si la industria del aparato ese hubiese sido vital para la tecnología en el 2015.

Keylor Navas llegó a estar esperando por un avión en Barajas. Iba para Inglaterra, pero los papeles para cerrar el acuerdo entre dos de los clubes más importantes del mundo no llegaron a tiempo. Eso, o faltó compromiso.

“Florentino Pérez ve que es hacer un gasto innecesario en portero. Si no se hizo es porque faltó voluntad”, opina Gonzalo Cabezas, periodista español que sigue al Madrid.

Pero por lo que haya sido –voluntad, destino, buena o mala suerte–, “ese fax” que no llegó significó un cambio radical en la vida de Navas.

Todavía con la ovación de la grada retumbando en su cabeza por el buen partido que había hecho ante el Betis dos días antes, Keylor debía viajar a Manchester para iniciar una nueva aventura en Old Trafford. Ese lunes el Madrid llegó, por fin, a un acuerdo con los ingleses y De Gea llegaría a ocupar el puesto de Casillas.

Pero los papeles se enviaron tarde, o al menos esa fue la “explicación” que dieron al día siguiente los directivos. El Madrid culpó al Manchester, estos últimos dijeron que enviaron todo a tiempo (a las 11:59 p. m.)... El asunto es que los nuevos contratos llegaron a la Liga de Fútbol Profesional pasada la medianoche; es decir, al día siguiente, a destiempo. No hubo anuncio. “Ridículo”, tituló la prensa en España.

Ese fue el punto de inflexión en lo que va de la carrera de Navas en el Real Madrid: sin Iker Casillas, el arco le quedó al costarricense.

Escena 1. 20 de enero del 2015. Invierno en Madrid. Jugaba el Dépor en Vallecas ante el Rayo Vallecano y fui a la cancha porque parecía que esa noche debutaría Celso Borges. No andaba bandera de Costa Rica. Nunca tuve. Iba con una amiga tica.

Esa fue una de las tantas veces que reparé en lo que significaba ser costarricense en Madrid.

Celso anotó un doblete esa noche (¡vaya debut!). Gritamos y brincamos con cada gol del equipo visitante. Nadie más lo hacía, solo mi amiga y yo. De alguna forma nos delatábamos ticas y no faltó quien se acercara a preguntarlo de manera peculiar:

– ¿Keylor Navas?

– No, Celso Borges.

– Ya. Pero Keylor es de Costa Rica.

– Ah, sí.

Cualquier conversación siempre empezaba por ahí, aun cuando quien estaba en la cancha era Celso Borges, no Navas. “Es un crack”, “es un jugadorazo”, “qué mundial se hizo”, “ya empezará a jugar”, decían esa noche los aficionados en Vallecas sobre Keylor, como con la certeza de que al arquero costarricense le llegaría la oportunidad de jugar, de saltar a la titularidad y de brillar vistiendo la camiseta del conjunto merengue.

La referencia, pese a que no era el titular, ya era Navas. Incluso en una noche gloriosa para Celso.

Ha cambiado la vida del portero. No es poca la gente que lo reconoce y se le acerca para saludar, como años atrás. Y, aún cuando no es su objetivo, está en todos lados: en revistas, páginas de periódicos, en la web, en redes sociales.

En enero del 2015, el guardameta fue designado por el Instituto Costarricense de Turismo como embajador turístico de Costa Rica. En marzo, de lo que se hablaba era del Lamborghini blanco en el que llegó un día a entrenar. Más tarde se informaba sobre las intervenciones que tenía en la cancha cuando Ancelotti lo alineaba y fue noticia también por la visita que le hizo Javier Chicharito Hernández a Costa Rica, y por su boda con Andrea Salas en junio.

Pero luego vinieron los días difíciles con la salida de Casillas y la novela que protagonizó con De Gea. Fueron días complicados para el nieto de doña Elizabeth. Lloró, confesó en un programa de la Cadena Ser en setiembre. Irse al Manchester no era negativo, para nada. Pero dentro de sí, Navas sabía que no había tenido la oportunidad de mostrar su talento defendiendo los tres tubos con el Madrid.

Por eso el momento en que le detuvo el penal a Rubén Castro en la goleada del Real Madrid al Betis (5-0) pareció un alivio para el tico, porque ocurrió la noche del 29 de agosto en el Bernabéu. Lo paró 24 horas antes de que cerrara el mercado de fichajes, justo cuando la prensa lo único que reportaba era la llegada de De Gea. Fue su manera de atraer los focos, de recordarnos su talento, y de decirle a Florentino Pérez que si se iba al Manchester no era por falta de capacidad.

Pero sabemos cómo terminó eso último. Navas asumió la “1” y ahora sí, las oportunidades le llegaron en montón al generaleño que de joven era criticado por “pequeño”. La paciencia ha sido una virtud en su carrera. Saltó del banco a la titularidad en Tibás, en Albacete, en Valencia y en Madrid.

El banquillo curte, dicen.

Navas se empezó a agrandar (en el buen sentido). Los números lo demuestran: está invicto en Champions League desde su debut ante el Ludogorets (4-0) en 2014 y suma 540 minutos sin recibir goles. En la liga local se quedó a cinco minutos del récord de Miguel Ángel, quien en 1975 permaneció 431 minutos sin recibir goles. La racha de Navas duró 427 minutos. Sin embargo, sí superó la mejor marca de imbatibilidad de Casillas en un inicio de temporada. El portero del Oporto estuvo 475 minutos sin recibir goles, pero entre Liga y Copa de Europa, Navas mantuvo su arco en cero durante 517 minutos. Keylor es hoy la mejor referencia de Costa Rica en Madrid.

Escena 2. Marzo del 2015. Mi hermana estaba de visita en España y, casualmente, ese fin de semana jugaba Navas ante el Levante; tenía dos meses de no hacerlo. Iker era el titular en ese tiempo. Fuimos al estadio y, por una de esas actividades que se hacen en los intermedios de los partidos, terminé ganando una visita a Valdebebas.

El 9 de abril me escribieron del BBVA, para que fuera a un entrenamiento del Real Madrid. El regalo para mí era ir a ver a Navas ahí dentro, en un sitio privado, privadísimo. Quería ver uno de sus entrenamientos en vivo, y no por Youtube.

Fui el 27 de abril, pero solo estaban Nacho, Pacheco, Lucas Silva, Illarramendi y Carvajal. Estaban ellos cinco para jugar un colectivo con los aficionados que ganamos tal concurso. Ya decía yo... No permite el Real Madrid que cualquiera presencie los entrenamientos de su primer equipo.

Nunca tuve bandera mientras viví en Madrid, pero ese día pedí una prestada a un tico que vive allá. Un tico que, por cierto, es de Pérez Zeledón, igual que Keylor.

Achará bandera, porque Navas nunca salió.

– Parece que no viene Navas.

– ¿Por qué no viene?

– Estará trabajando un poco más.

– Qué pena.

– ¿Le doy algún mensaje?

– Dale mis saludos.

– Seguro sabe quién eres, ¿no?

– No.

Nacho se ríe, pero luego se pone serio. “Es un tipazo, y bueno, un jugadorazo”, me dice. “¿Quién?”, pregunta Fernando Pacheco, tercer portero del Madrid en ese momento. Le decimos que Navas. Sonríe mientras firma autógrafos y me dice que en Costa Rica somos privilegiados. Me dice que tenemos un porterazo.

Y yo, toda feliz.

Salí. Iba a guardar la bandera cuando se escucha que alguien grita “Navas”. Era un señor de la seguridad. Levanta la mano como despidiéndose de mí, así como todo amable.

Entonces, confirmo lo que significa ser tico en Madrid.

El muchacho divertido, espontáneo y sencillo ahora tiene 29 años (los cumplirá pasado mañana, el 15 de diciembre) y un palmarés que en el 2008 jamás hubiera podido vislumbrar.

Ahora se le ve poco en la calle, y ya casi no atiende a la prensa con libertad y confianza. Habla menos y es más comedido. Es político en sus respuestas y se excusa por intentar llevar una vida normal. Andrea y sus hijos, Daniela y Mateo, conforman hoy su hogar y recopilar con ellos anécdotas como las que él tuvo con su abuela es uno de sus objetivos hoy en día.

Ha cambiado la vida de Navas y este 2015 marcó de manera especial su carrera. Por eso, un grupo de periodistas lo volvimos a elegir como personaje del año.

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