Cleo Smith: El secuestro que unió a Australia y su impensable final

Con apenas cuatro años, esta niña fue raptada en octubre mientras acampaba con sus padres. Tras 18 días de frenética búsqueda y contra todos los pronósticos fue rescatada con vida... pese al calibre de lunático que la secuestró

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Un asunto es leer sobre el caso de Cleo Smith, una tierna niña australiana secuestrada el 15 de octubre mientras acampaba con sus padres y hermanita menor en una aventura de vacaciones, y otra es ver las fotos no solo de Cleo y sus atormentados padres, sino la del hoy acusado y detenido supuesto perpetrador, Terence Darrell Kelly, de 36 años, con un prontuario de vida totalmente perturbador.

Apenas unos días después del increíble rescate de la pequeña Cleo -que puso a llorar a decenas de oficiales involucrados en la búsqueda y, por supuesto, a todo Australia y a buena parte del resto del mundo-, los hechos recién arrancan en su etapa de investigación, pero nadie se explica cómo pudo terminar esta historia con final feliz, si se toma en cuenta que Terence Darrell al parecer es un tipo totalmente perturbado, quien en redes sociales presumía: “No hay nada como relajarse en casa con mis muñecas Bratz”.

El hombre fue detenido el 4 de noviembre y su caso, por ahora, arroja más preguntas que respuestas. La primera, la que se hacen todos los medios locales e incluso foráneos, es qué pudo haber ocurrido durante los 18 días que demoró el rapto. La niña, al parecer, resultó ilesa y tras exhaustivos exámenes médicos trascendió que, al parecer, no fue maltratada ni física ni sexualmente.

No habían pasado ni 24 horas de la noticia sobre el rapto de Cleo cuando de inmediato empezaron a trascender las analogías sobre el caso de Madeleine Beth McCann, una niña inglesa de la misma edad de Cleo al momento de su desaparición, quien se esfumó de su cama la noche del 3 de mayo del 2007 mientras vacacionaba con sus padres y otros amigos en el centro turístico Praia da Luz, en Portugal.

El caso de Madeleine ha atraído la atención mundial por años, incluidos documentales y películas que han intentado poner en el tapete hipótesis y tesis que hasta llegaron a colocar a los padres de la niña como sospechosos, pero desde hace un par de años la investigación tomó otro tenor y, justo a principios de esta semana, la justicia de Portugal ha afirmado que el sospechoso aparecido en el 2019, es 100% responsable del rapto y del posible asesinato de Madeleine.

Se trata, a no dudarlo, de uno de los crímenes más mediáticos de los últimos lustros. Por lo mismo, cuando se dio una situación tan similar con el rapto de la pequeña Cleo, toda Australia se volcó en la búsqueda con el apoyo de investigadores de varios países del mundo. Existía mucha zozobra, pues la analogía con el caso de Madeleine parecía profetizar que habría resultados idénticos.

Hoy, días después del rescate de la pequeña Cleo -quien respondió a las autoridades con su voz añiñada e inocente,- miles lloraron de emoción. Sin embargo, también lloraron del trauma, al pensar lo que le pudo haber pasado en manos de Terrence.

Cleo, la pesadillla

“Cleo Smith tiene cuatro años, es rubia, con los ojos de color avellana y mide poco más de un metro de altura. El viernes 15 de octubre, por la noche, Cleo llevaba un piyama de color rosa oscuro, con un estampado de flores rosas, ramas azules y mariposas amarillas, mientras dormía en un saco de dormir con fondo rojo y exterior gris oscuro en un camping de la zona de Quobba Blow Holes, en la zona este del estado australiano de Australia Occidental. Y aquella noche fue la última vez que la niña fue vista, sobre la 1:30 de la madrugada ya del sábado. Desde entonces, las autoridades no han parado de buscarla, y la Policía estatal ya ha advertido de que existen “graves preocupaciones” por la seguridad de la menor, sin descartar por ahora ninguna posibilidad”, alertaba el diario australiano ABC, en medio de un terror a voces sobre lo que le había podido ocurrir a la niña.

De acuerdo con una reconstrucción realizada por la cadena CNN, Ellie Smith vio por última vez a su hija durante la madrugada del sábado, mientras dormían en el camping, cuando la niña se despertó para pedirles a los padres un vaso de agua. Todos volvieron a dormirse, la madre se despertó como a las 6 de la mañana con el fin de darle pecho a la hermana de la pequeña y fue cuando se percataron, horrorizados, de que la niña de cuatro años no estaba.

“Cleo estaba en un colchón y la bebé en una cuna a su lado; había una separación y luego estábamos nosotros en un colchón inflable (...). (Cuando me desperté)fui al otro lado y vi que la cremallera -del saco de dormir- estaba abierta y Cleo no estaba”, declaró la madre en su momento a la cadena 9News, filial de CNN.

“La carpa estaba casi abierta por completo, estaba a unos 30 centímetros de estar abierta del todo”, lamentaba Ellie Smith. Al percatarse de que la niña no estaba, tanto ella como su maridosalieron a buscar por la zona -con la que aseguraron estar familiarizados-, y se acercaron a diferentes áreas en las que solían jugar de pequeños. En esos momentos el asunto no había pasado de un susto tremendo, pero al no encontrarla se activaron todas las señales de emergencia.

Los padres contactaron a la Policía: la búsqueda se centró en primer lugar en el agua -el camping está en una zona costera-, para después pasar a un registro del terreno, especialmente en una zona de chozas a lo largo de la costa. A pesar de los esfuerzos, no se halló nada que indicara dónde podía estar la menor.

Siempre de acuerdo con CNN, ante la preocupación que se agigantó en cuestión de horas, el Gobierno de Australia Occidental llegó a ofrecer una recompensa de un millón de dólares australianos (equivalentes a más de 640.000 euros) por cualquier información que llevara al paradero de la menor, o a la detención y procesamiento de cualquier persona implicada en su desaparición. Así lo oficializó en su momento el mismísimo primer ministro del Estado, Mark McGowan, en lo que se convirtió en la mayor recompensa ofrecida en la historia por este estado.

“Todos los pensamientos de los ciudadanos del estado están con la familia de Cleo durante este momento, inimaginablemente complicado”, señaló ante la prensa, insistiendo en que todo el mundo “rezaba” por que el desenlace de esta historia fuera “positivo”.

“Queremos asegurarnos de que la Policía tengatodo lo que necesita para resolver este caso, y es por eso que mi Gobierno no duda en apoyar a las autoridades con esta oferta de recompensa”, indicó McGowan, según reportaron los medios locales. “La Policía es consciente de que mucha gente se presentará de manera voluntaria en caso de tener información sobre la niña, pero tal y como ha señalado el ministro de la Policía, Seguridad Vial, Industria de Defensa y Asuntos de Veteranos del estado, Paul Papalia, si esta recompensa motiva a alguien a ayudar a traer a Cleo a casa, entonces el Gobierno estará feliz de ofrecerla”.

Cuatro días después de la desaparición de la menor, la madre de la niña, Ellie Smith y su pareja, Jake Gliddon, hicieron un llamamiento público para pedir ayuda con el objetivo de localizarla. “Hemos tenido a muchas familias que nos han ayudado y apoyado. Todo el mundo nos pregunta qué necesitamos, y lo que necesitamos es a nuestra pequeña en casa”, señaló la mujer, inconsolable y aterrorizada, ante los medios. Smith describió a su hija como una niña dulce, delicada y con un gran corazón, que todos los días “quiere usar un vestido de princesa” y que es lo que “todo el mundo querría en una niña”.

Lo impensable

Cleo Smith, la niña australiana de cuatro años rescatada la víspera en una vivienda y tras 18 días de su desaparición, se encuentra ‘físicamente bien’, así como juega y parece comportarse con naturalidad” declaró la policía una vez que, contra todos los pronósticos, Cleo fue hallada sana, salva y, en principio, feliz.

Las autoridades, que en su momento visitaron a Cleo en su casa familiar en la localidad de Carnarvon, indicaron en una rueda de prensa que durante la revisión médica a la menor no se encontraron daños físicos, mientras un equipo de especialistas hablará con la pequeña en el momento adecuado para evaluar los aspectos psicológicos.

“Fue realmente conmovedor verla interactuar y jugar en el patio trasero. Verla, simplemente, ser ella misma y estar cerca de sus padres fue inolvidable”, declaró el oficial Cameron Blaine, quien participó en el operativo de rescate y que encontró a la niña “despierta y jugando” en la casa donde se encontraba retenida.

Además, recientemente, la policía publicó el audio del momento en el que los oficiales hallaron a Cleo, quien con su voz aniñada dijo su propio nombre a sus rescatadores.

Por su parte, desde la detención de Kelly, se ha difundido en las redes sociales un vídeo del acusado en una habitación con decenas de muñecas, algunas de ellas dentro de su caja original, según informó el Sydney Morning Herald. Además, Kelly también publicó en Facebook en abril de 2020 fotos suyas llevando a una muñeca a dar un paseo en coche con el comentario: “Me encanta llevar a mis muñecas a dar vueltas en coche y arreglarles el pelo y hacer selfis en público”.

En otra publicación de Facebook, de julio del 2020, Kelly aparecía en otra foto vistiendo una camiseta de la marca de muñecas Bratz y sujetando en cada mano una muñeca. “No hay nada como relajarse en casa con mis muñecas Bratz”, comentaba el sospechoso debajo de esa misma imagen.

Finalmente, la Policía australiana imputó por secuestro a Terence Darrell Kelly, de 36 años, quien fue detenido solo unas horas después de que la niña fuera hallada en su vivienda. El sospechoso permanece bajo custodia desde la localización de la niña y hasta ahora las autoridades habían evitado señalarlo directamente como responsable de lo que parecía un rapto, por un asunto legal, pero la niña apareció en su apartamento y este hecho, más las extrañas conductas del hombre, lo ponen en el primer lugar de las pesquisas.

En la primera comparecencia, un juez determinó que Kelly permanezca en prisión provisional al menos hasta el 6 de diciembre. El acusado no ha solicitado la libertad bajo fianza, ni tampoco se le ha pedido que se declare inocente o culpable de los cargos que se le imputan, según la cadena australiana ABC.

Los claroscuros del caso

Como es lógico, por ahora impera la euforia y hasta la sorpresa de haber encontrado a Cloe en vida y, en apariencia, sana y salva. Pero ¿qué pasó durante esos 18 días? ¿Cómo pudo el supuesto perpetrador llevarse a la niña y mantenerla encerrada sin que nadie se percatara?

De acuerdo con despachos de la prensa local australiana, Cleo Smith fue hallada en una vivienda cerrada con llave de la localidad de Carnarvon, a unos tres kilómetros de donde la menor reside con su familia y a alrededor de 75 kilómetros del lugar donde desapareció. Cuatro oficiales irrumpieron en la casa alrededor de la 1 a. m. (hora local) y encontraron a la menor sola en una de las habitaciones.

“Quería estar absolutamente seguro de que era ella. Dije: ‘¿Cómo te llamas?’. Ella no respondió. Le pregunté tres veces y luego ella me miró y dijo, ‘mi nombre es Cleo’”, declaró a los medios el policía Cameron Blaine, quien encontró a la menor.

El rescate, que según las autoridades se basó en el análisis de miles de informaciones y no por una llamada o pista concreta, sucedió sin que la policía tuviera tiempo de avisar a los familiares de la niña.

Tras poner a salvo a la pequeña, un agente llamó a la madre de Cleo, Ellie Smith, y le dijo: “hay alguien que quiere hablar con ustedes”.

El rescate de la menor con vida fue calificado por la criminóloga Xanthe Mallett como un “milagro” ya que, según explicó al canal 9 de la televisión local, “es altamente inusual encontrar a una niña secuestrada viva y en buen estado después de tanto tiempo”.

Tras la felicidad, las dudas

Poco después de hallar a la pequeña, la policía detuvo a Kelly, quien es un hombre sin vínculo con la familia de Cleo. Las autoridades continúan interrogando al residente de Carnarvon, aunque prefieren ser cautos con este caso.

El comisionado de la Policía de Australia Occidental, Chris Dawson, evitó en rueda de prensa desde Carnarvon dar “más detalles sobre ese hombre” al señalar solo que se trata de un residente de la población.

Las autoridades, que aún no han presentado cargos contra el sospechoso, indicaron que esperan en las próximas horas formular una acusación formal contra el detenido.

Mientras tanto, la Policía divulgó en redes sociales una foto de Cleo. En la feliz imagen, la niña aparece sonriendo en la cama un de hospital, con un helado en una mano y saludando a cámara. El primer ministro, Scott Morrison, reaccionó en Twitter a la citada fotografía con un mensaje: “Un momento de gran alegría”.

Felicidad y enigma

“Nuestra familia está completa de nuevo”, dijo la madre de la menor, Ellie, en un emotivo mensaje publicado en Instagram.

Pero ahora viene la parte medular, ¿quién es realmente Terence Darrell Kelly y qué lo motivó a secuestrar a la nina?

Pues poco se sabe. El subcomisionado de la policía de Australia Occidental, Col Blanch, dijo en declaraciones a la emisora 2GB que el sospechoso se muestra “en buen estado mental” y la investigación apunta a que “actuó solo”. Las autoridades consideran que a estas alturas hay suficientes indicios para deducir que Kelly se llevó a la niña de la tienda de campaña donde se alojaba.

El caso que revivió

Pero ahora regresemos al caso de Madeleine, la niña que nunca apareció. Aunque había muchas similitudes con el caso de Cleo, valga aclarar que nunca se consideró que los casos estuvieran concatenados.

Madeleine, procedente del Reino Unido, se encontraba de vacaciones con sus padres, Kate y Gerry McCann, sus hermanos mellizos de dos años de edad y un grupo de amigos de la familia con sus respectivos hijos. Sus padres dejaron a los tres niños durmiendo a las 11:30 p. m. en el apartamento ubicado en la planta baja, mientras se fueron a cenar con amigos a un restaurante localizado a 50 metros de distancia.

Los padres vigilaron a los niños cada 20 a 30 minutos a lo largo de la noche, hasta que a las 10 de la noche la madre de Madeleine descubrió que la niña estaba desaparecida. Durante las semanas posteriores, en especial después de haber malinterpretado un análisis de ADN llevado a cabo en el Reino Unido, la policía portuguesa llegó a creer que Madeleine había fallecido en un accidente en el apartamento y que sus padres lo habían encubierto. Los McCann recibieron el estatus de argüidos (sospechosos formales) en septiembre de 2007, el cual fue levantado cuando el fiscal general de Portugal archivó el caso en julio de 2008 debido a la falta de pruebas.

Los padres continuaron la búsqueda utilizando detectives privados hasta que en 2011 Scotland Yard abrió su propia investigación, llamada Operación Grange. Su principal oficial anunció que estaba tratando la desaparición como “un acto criminal por un desconocido”, probablemente un secuestro planeado o un robo que salió mal. En 2013, Scotland Yard publicó imágenes realizadas a partir de técnicas electrónicas de identificación facial de hombres a los que deseaban ubicar, incluyendo uno al cual habían avistado llevando un niño hacia la playa esa noche. Poco después de esto, la policía portuguesa reabrió su investigación. La Operación Grange fue reducida en 2015, pero los detectives que aún permanecen en ella continuaron persiguiendo un pequeño número de líneas de investigación descritas como significativas en abril de 2017.

La desaparición atrajo gran interés internacional y una enorme cobertura en el Reino Unido, similar a la que se dio tras la muerte de la princesa Diana de Gales en 1997. Los McCanns fueron sometidos a un intenso escrutinio y afirmaciones infundadas de participación en la muerte de su hija, particularmente en tabloides y en Twitter.

En 2008, por su parte, ellos y sus compañeros de viaje recibieron indemnizaciones por daños junto con disculpas por parte del grupo publicista Express Newspapers y, en 2011, los McCanns testificaron frente a la Investigación Leveson sobre la mala conducta de la prensa británica, brindando su apoyo a quienes argumentaban a favor de una mayor regulación de la prensa.

Así fue el rescate de Cleo

De acuerdo con una reconstrucción realizada por la cadena BBC, cuando Cleo desapareció entre la 1 y las 6 de la madrugada, la familia de la niña estaba en la primera noche de sus vacaciones en el camping Quobba Blowholes.

El sitio remoto en Macleod está a unos 900 km al norte de Perth, y es una atracción local en la Costa de Coral del estado, conocida por su paisaje oceánico azotado por el viento, cuevas marinas y lagunas. Cleo dormía en un colchón inflable junto a la cuna de su hermana pequeña.

Cuando su madre, que dormía en la segunda habitación de la tienda de campaña, se levantó por la mañana, Cleo ya no estaba y la puerta estaba abierta. La policía explicó que enseguida se pensó en un secuestro. La madre de Cleo insistió en que la niña no podía haberse ido por sí sola.

La misteriosa desaparición desencadenó una intensa búsqueda por tierra, mar y aire, con aviones de reconocimiento utilizados para peinar áreas escasamente pobladas y contó con refuerzos policiales llegados desde la capital del estado, Perth.

El comisionado de policía adjunto de Australia Occidental, Col Blanch, lo describió como buscar “una aguja en un pajar”. La policía incluso registró cientos de bolsas de basura en las carreteras a lo largo de un tramo de 600 kilómetros de Australia Occidental.

Durante los 18 días que Cleo estuvo desaparecida, la policía dijo querecopiló miles de pruebas, inteligencia, datos y declaraciones de testigos.

El comisionado adjunto Blanch lo describió como un “trabajo duro, duro”. “Combinado con alguna información inicial, este fue un trabajo policial metódico y tenaz”, dijo el comisionado Chris Dawson, y agregó que el equipo “se había abierto camino a través de todas las pistas posibles”.

Eso sí, la policía no ha revelado los detalles exactos de lo que los llevó a la casa en Carnarvon, donde encontraron a Cleo sana y salva.

Las últimas piezas del rompecabezas

El comisionado Dawson dijo a los reporteros que una información “realmente importante” acerca de un automóvil, ayudó a dirigir a la policía a la casa pero no ha explicado cuál fue esa pista.

Él y otros agentes también han enfatizado que una serie de pistas forenses fueron vitales para encontrar a la niña de cuatro años desaparecida. El comisionado adjunto Blanch dijo que los datos telefónicos también jugaron un papel clave.

“Es un gran rompecabezas y todo ayudó”, dijo. “Hubo muchas cosas, que cuando armamos el rompecabezas, condujeron todas a un mismo lugar, y ahí es donde encontramos a Cleo”.

“Encontrar a una niña pequeña -una vulnerable niña pequeña- después de 18 días... obviamente la gente espera lo peor. Pero lo importante es que nunca se perdió la esperanza”, añadió el comisario.

La historia de lo ocurrido, evidentemente, está empezando. Pero, a no dudarlo, no existe un padre, madre o miembro filial que se arriesgue a pasar por una situación de esas. Terrible lo de Madeleine. Y nunca sabremos que tanto marcó esta experiencia a Cleo.

Como sea, se trata de una historia impensada e impensable.