El técnico de la Selección Nacional, Paulo Wanchope, perdió a su principal aliado en el seno de la Fedefútbol: Eduardo Li.
El presidente del ente fue quien impulsó a Paulo César para que ejerciera el cargo de seleccionador, luego de la salida de Jorge Luis Pinto de la Tricolor.
Chope reconoce que debe rendir aún mejor para convencer al Comité Ejecutivo de su trabajo.
"El respaldo que él (Eduardo Li) me dio lo tengo que tomar con mucha responsabilidad y ahora debo ganarme todavía más la confianza de los dirigentes", recalcó el timonel patrio.
El Comité Ejecutivo actual respalda categóricamente al técnico en el puesto. El inconveniente se presenta porque en agosto próximo se elegirá a un nuevo jerarca, a solo tres meses de la ruta mundialista hacia Rusia 2018.
En primera instancia, era casi un hecho que Li sería reelecto en el cargo, pues contaba con 19 votos concretos de los 32 posibles en la asamblea general del ente.
Sin embargo, el panorama cambió radicalmente, debido a que la FIFA suspendió provisionalmente al dirigente por 90 días mientras se realiza la investigación por el escándalo de corrupción en FIFA que salpicó a Li, a quien se le acusa de corrupción.
Esta situación obliga a nombrar una nueva cabeza.
Espaldarazo. El presidente interino, Jorge Hidalgo, afirma que durante su periodo Wanchope tendrá todo el respaldo.
"En el Comité Ejecutivo de la Fedefútbol todos estamos con Paulo. De eso no tengo ninguna duda. Siempre hemos creído en su trabajo", explicó Hidalgo.
De igual manera, Adrián Gutiérrez, cabeza de la Comisión de Selecciones, cree que en estos meses el puesto de Chope no corre ningún riesgo, pues existe total confianza de la Federación en su trabajo y en lo que pueda hacer en la Copa Oro del mes de julio.
Reconoce que en agosto llegará un presidente nuevo, pero confía en que los resultados lo respaldarán para que concluya el proceso hasta Rusia 2018.
"Él goza de todo el apoyo nuestro. En agosto es válido el cuestionamiento, pero ahora no", concluyó el dirigente.