La historia de una ciudad que enloqueció por el primer triunfo de su equipo en dos años

Cerveza gratis, festejos hasta la madrugada y delirio total. Los Cleveland Browns de la NFL se sacudieron de una racha de 635 días sin ganar, en total pasaron 19 partidos sin un solo triunfo.

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Posiblemente usted o yo no soportaríamos ser aficionados de un equipo que no gana un partido en 635 días. Sería inevitable sentir frustración, enojo y más de una vez juraríamos no volver nunca más al estadio y tan siquiera ver un juego por televisión.

Soportar las burlas y los chistes no sería sencillo. Los más fieles optarían por no abandonar, pero llegarían a medidas extremas como ir a apoyar con bolsas de papel en la cabeza, ante la vergüenza a la que los somete el equipo de sus amores.

Eso sí, no voy a negar que ante la más mínima posibilidad de acabar con la racha y al observar a mi club al borde del éxtasis que genera la victoria me emocionaría y celebraría igual o más que como lo hicieron los aficionados de los Cleveland Browns.

Esta franquicia del fútbol americano (NFL) está muy, pero muy lejos de ganar un Super Bowl a corto plazo. Sin embargo, la celebración que tuvieron este jueves fue igual o superior a las vistas por quienes levantan el trofeo Vince Lombardi.

Los Jets de Nueva York fueron las primeras víctimas de un equipo que ganó por primera vez desde el 2016 y que fulminó una maldición de 19 presentaciones sin triunfos, la segunda peor marca desde que la NFL y la AFL se fusionaron en 1970.

La historia tiene todos los ingredientes necesarios para ser recordada como épica. Los Browns perdían por 14-0 en la primera mitad, hasta que el novato suplente Baker Mayfield ingresó en lugar del lesionado Tyrod Taylor.

Mayfield guió cuatro series que redituaron puntos, en una de ellas hasta anotó con una ejecución espectacular. El joven mariscal finalizó con 17 pases completos en 23 envíos, para 201 yardas en poco más de medio partido y se llevó así el triunfo en un imprevisto duelo con otro quarterback novato, Sam Darnold.

Cuando la cuenta regresiva llegó a cero, los fanáticos de Cleveland festejaron como si hubieran conquistado un título. La temporada anterior debieron soportar un 0-16, así que más que merecido que prácticamente la ciudad entera se tirara a la calle y la fiesta se extendiera hasta la madrugada, el acontecimiento es histórico y como tal merecía una fiesta del mismo calibre.

Los refrigeradores donde se había almacenado cerveza bajo llave para festejar esta ocasión especial se abrieron finalmente, luego de la campaña que lanzó una empresa patrocinadora en la que ofrecía bebidas gratis si se llegaba a consumar un gane. Y seguramente no fue lo único que se consumió.

Las imágenes y videos de los fanáticos quitando las cadenas de los enfriadores y abriendo las cervezas dieron vuelta al mundo en cuestión de segundos. Hasta la policía local lanzó un mensaje en su Twitter refiriéndose a esto.

“¡Ganamos! —-espera.... Dios. Lo de la cerveza gratis... OK Cleveland. Mantente calmado. Go Browns!”

De igual forma las felicitaciones inundaron las redes sociales. Todos o una gran mayoría de los seguidores del fútbol americano se pasaron al lado de los Browns por un momento y apoyaron en la gesta.

El propio LeBron James, exfigura de los Cavaliers de Cleveland y ahora en los Lakers de Los Ángeles, colgó un mensaje de apoyo al equipo de la ciudad.

El sufrimiento no podía extenderse más para una ciudad que vio como su club de la NFL había empatado el primer partido de esta campaña con un poco común empate y que luego perdió en el segundo por culpa de los errores de su pateador.

Fue sólo un triunfo, pero que puso fin a una racha de pesadilla. Al mismo tiempo, el resultado dio la sensación de un nuevo comienzo, gracias a Mayfield.