Fundador de grupo LGBTI en Costa Rica consideraría ‘nefasto’ si obligan a atletas transgénero a competir por aparte

Jess Márquez, fundador y coordinador del colectivo Transcendentes, el cual lucha por los derechos de personas LGBTI, reprocha muchos de los comentarios y señalamientos que se hacen a la comunidad que representa por el caso de la nadadora transgénero Lia Thomas

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El nombre de Lia Thomas, nadadora transgénero estadounidense, le ha dado la vuelta al mundo, sobre todo luego de su triunfo en las 500 yardas del estilo libre en la División I de la NCAA. Los comentarios a favor y en contra sobrepasan las fronteras de Estados Unidos y así ha sucedido en Costa Rica. Por ejemplo, la extriatleta Laura Mata se pronunció sobre este caso, así como el esgrimista Bradley Johnston.

Desde la comunidad LGBTI costarricense rechazan los comentarios de Mata, y al mismo tiempo explican por qué crear una categoría aparte para las personas transgénero, como muchas personas han mencionado en redes sociales, sería una mala idea.

Jess Márquez, fundador y coordinador del colectivo Transcendentes, el cual lucha por los derechos de personas LGBTI, explica por qué se le estaría haciendo un daño a esa comunidad y en general a la sociedad si se pensara en abrir una nueva división, la cual hasta ahora no existe.

“Esa idea de crear una categoría para personas trans es lo que llamamos segregación, algo que se ha hecho a lo largo de la historia y ha tenido resultados nefastos, los conocemos como los grupos de concentración nazi, campos de concentración de la Unión Soviética, el apartheid en Sudáfrica... personas con características distintas son puestas en espacios diferentes. Eso es segregación. La inclusión y equidad real, requiere que las personas formen parte de los espacios ya existentes en las mismas condiciones que cualquier otra persona”, mencionó.

“Si no estuvo bien antes, ¿por qué estaría bien ahora? Lo que las personas trans queremos es poder vivir vidas normales, insertadas en todos los espacios en las mismas condiciones, con la misma dignidad y respeto que cualquier otra persona, esa es la verdadera inclusión”.

Pero además, señala, la práctica del deporte es un derecho humano y estos no están sujetos a discusión. Márquez considera que si cada vez más países reconocen el derecho de personas transgénero a que se reconozca su identidad, es decir el género y nombre, en estos casos debería suceder lo mismo.

Márquez recordó lo que subraya la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre este tema en específico: “Se han de ofrecer posibilidades inclusivas, adaptadas y seguras de participar en la educación física, la actividad física y el deporte a todos los seres humanos”, así como que “la igualdad de oportunidades de participar e intervenir a todos los niveles de supervisión y adopción de decisiones en la educación física, la actividad física y el deporte, ya sea con fines de esparcimiento y recreo, promoción de la salud o altos resultados deportivos, es un derecho”.

Así como lo expresó el esgrimista Bradley Johnston, Márquez señala que los comentarios contra la participación de personas trans están cargados de desconocimiento y discriminación. Y siguiendo esa línea rechaza los comentarios que considera “transfóbicos” de Laura Mata, excampeona costarricense de triatlón.

“Lia Thomas se identifica como mujer, se cambió el nombre y se le reconoció el género. Cuando Laura Mata la llama hombre está desconociendo su identidad y está siendo profundamente transfóbica. Ella no está en ninguna posición ni es su derecho determinar la identidad de nadie. La identidad de género es un proceso individual donde cada persona se identifica con los géneros que existen, con ninguno de ellos o con varios.

“El segundo argumento de ella es que Lia tiene una ventaja injusta y no es cierto, porque Lia al someterse al tratamiento hormonal, está en las mismas condiciones”, sostiene. Este último tema fue analizado por un médico especialista en endocrinología, así como un fisiólogo deportivo.

Márquez también destaca las decisiones que ha tomado el Comité Olímpico Internacional (COI) sobre la participación de las personas transgénero, y lo cual, afirma, pone en evidencia que estas merecen los mismos derechos que el resto.

En noviembre del año pasado el COI anunció un nuevo marco sobre la inclusión de estos atletas, afirmando que nadie debe ser excluido de competencias por una supuesta ventaja debido a su género.

“Lo que ofrecemos a todas las federaciones internacionales es nuestra experiencia y un diálogo, en lugar de saltar a una conclusión”, dijo Kaveh Mehrabi, director del departamento de atletas del COI, sobre este documento que no es jurídicamente vinculante, por lo que la responsabilidad será de cada federación.

Sin embargo, la posición del COI también se topa con críticas del ámbito deportivo, sobre todo por el apartado donde se indica que “no es necesario que las mujeres trans disminuyan su testosterona para competir en categoría femenina”. En enero anterior, un grupo de expertos médicos que trabajan para entidades deportivas como World Athletics, World Triathlon y la UCI, señalaron en una declaración que esto “abre la puerta a la competencia desleal en el deporte femenino”.

Uno de los autores, Yannis Pitsiladis, le dijo a The Guardian que “esta declaración de posición es muy importante porque obligará al COI a abrir el debate. Sí, la inclusión de los derechos humanos es absolutamente esencial. Pero igualmente importante es la inclusión de principios científicos y médicos para determinar una solución. Y el marco del COI no se basa en principios médicos y científicos”.