Saprissa ha intentado llenar el hueco de Keylor Navas con 17 porteros

Con ocho fichajes nacionales, dos internacionales y siete arqueros de liga menor que defendieron el arco en selecciones menores, la S ha tratado de llenar los zapatos más grandes. En Tibás reconocen que Keylor puso un listón muy alto

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Del joven arquero mundialista Mario Sequeira se conoce muy poco desde que abandonó el Saprissa para formarse como periodista en la Universidad Virginia Commonwealth en Estados Unidos. Después de asistir al Mundial juvenil de Corea del Sur, decidió no renovar su contrato, a razón de una alternativa que cumplía sus dos objetivos de vida: seguir jugando y estudiar una carrera.

Sequeira, de verbo fluido y educado, prefirió aprovechar el fútbol universitario de EE. UU. para terminar de formarse como arquero ante una realidad complicada, cuando salió del club siendo uno más en la fila, detrás de otros cancerberos con más experiencia como Danny Carvajal y Kevin Briceño.

El novel guardavallas fue el sétimo portero de la cantera del Saprissa en no conseguir afianzarse en el club a temprana edad, desde la salida de Keylor Navas en la temporada 2009-2010. Valga decir que todos estos prospectos participaron en mundiales menores o, como mínimo, en eliminatorias, pero ni siquiera este bagaje les permitió abrirse un espacio protagónico en el club.

Con excepción de Esteban Alvarado, quien salió del equipo unos meses después de Keylor para emigrar al balompié de Holanda, el resto de jóvenes guardavallas ha recibido poca o nula oportunidad para consagrarse.

Entre porteros de divisiones inferiores y contrataciones para reforzar el arco, el Saprissa ha tratado de sustituir, o al menos proyectar el relevo de Keylor, con 17 guardametas distintos en un periodo de casi ocho años.

Son siete arqueros de liga menor, ocho fichajes nacionales y dos internacionales (Jaime Penedo y Luis Michel, ambos de corta estadía).

“Con Keylor pasa que ha sido diferente en muchos aspectos. Él marca una excepción porque se consolidó desde joven y demostró cosas que tal vez no hemos demostrado otros”, confiesa Sequeira, quien reconoce que, en algún momento, se sintió preparado para jugar.

La lista de porteros que pasaron por el club morado parece interminable: Víctor Bolívar, Donny Grant, Adrián De Lemos, Darryl Parker, Danny Carvajal y más recientemente Aarón Cruz.

Se sostuvo quien hoy es el titular de la portería, Kevin Briceño, pese a su irregular inicio en la institución, y acaba de llegar Alejandro Gómez, un arquero de bajo perfil, con más bajos que altos desde que debutó en la división de honor.

Saprissa apostó por Gómez, pese a ser dueño de la ficha de Ricardo Montenegro, otro mundialista Sub-17, perfilado por el director de selecciones menores, Marcelo Herrera, como uno de “los porteros del futuro del fútbol de Costa Rica”.

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El excancerbero de Saprissa, Marco Rojas, critica el proceso de reclutamiento de los prospectos, aunque reconoce que no resulta nada fácil establecerse en un equipo en el que no se perdona el mínimo error.

De todos los arqueros enumerados, Rojas asegura que Danny Carvajal fue “en el que más se insistió”, pues afirma que le faltó regularidad en su rendimiento como para considerar que se consolidó en el equipo.

Rojas, una leyenda en el arco morado, cree que la verdadera consagración llega cuando un portero se equivoca poco y muestra una determinación tal, que nadie duda de él, ni siquiera cuando falla en un partido; el liderazgo, las actitudes físicas y mentales y las condiciones naturales para volverse decisivo con naturalidad, son factores que el exguardavallas considera clave: percibe que ese proceso de consolidación empieza mucho más temprano en Saprissa que en cualquier otro equipo.

"Desde el primer minuto tiene que demostrar su capacidad. Así es Saprissa", añadió Rojas.

En el caso de Carvajal, le bastó con lo que hizo de morado para firmar con el Albacete español; no le fue bien y terminó por saltar al balompié de Japón.

Jóvenes. Es difícil de explicar por qué ninguno de los jóvenes proyectados ha llegado a dar el gran salto en Saprissa, cuando en selecciones menores son piezas clave y hasta figuras.

Jorge Jara, por ejemplo, participó frecuentemente en dos procesos menores, al punto de que Jorge Luis Pinto decidió convocarlo como tercer guardavallas de la Selección Mayor para disputar una Copa Centroamericana Uncaf.

No llegó a debutar con los tibaseños y luego se fue del equipo para jugar en la Liga de Ascenso y Belén. Todavía no se afianza en la máxima categoría.

Similar es la situación de Mínor Álvarez, mundialista Sub-20 en Egipto 2009, quien después de algunos torneos sin pena ni gloria en la S, acabó por dejar el equipo.

Alejandro Barrientos, mejor portero del preclasificatorio Sub-17 de Concacaf y mundialista en Chile 2015, ni siquiera perteneció oficialmente a la planilla de tibaseña.

Y a Patrick Sequeira, espigado arquero limonense que brincó al club morado, lo cedieron al Unión Club de la Segunda División de España, en donde se encuentra hoy en día con 19 años.

“Sequeira ha tenido un progreso tremendo”, explicó Marcelo Herrera sobre el arquero, al que se le sigue de cerca, pues tiene edad para disputar el próximo proceso eliminatorio Sub-20.

La nueva carta se llama Ricardo Montenegro, joven de buenos reflejos que destacó como la mejor figura de Costa Rica en el Mundial Sub-17 de India.

Popeye estuvo a punto de incluirlo en la lista de jugadores que asistió a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, pese a ser una categoría menor a esta generación.

De los arqueros con más rodaje, Briceño (26 años) parece tener opciones de consolidarse en el equipo, después de ser clave en la última final ante Herediano y tras alcanzar en el último año la seguidilla de partidos que tanto anheló desde que llegó a Saprissa.

Marco Rojas cree que es después del tercer año de regularidad que se puede hablar de consolidación en el equipo de Tibás.

Al portero le costó mucho jugar desde que lo fichó el equipo proveniente de Uruguay de Coronado, en el 2014. Tras pasar de la suplencia a la gradería y luego al quirófano, al fin demostró lo que se esperaba de él, cuando su entonces entrenador, Carlos Watson, lo definió como un prospecto capaz de dejar una huella.

Óscar Ramírez lo llamó en el cierre de su proceso, cuando preparaba la lista de convocados para Rusia 2018, pero al final quedó fuera del Mundial.

El sello Keylor todavía se recuerda en Saprissa, que quizás 20 años atrás, cuando el mercado internacional no estaba tan abierto para los ticos, hubiera tenido un portero para el largo plazo. Hoy todavía lo busca.

Enrique Rivers, director de ligas menores del Saprissa: ‘Los porteros jóvenes tienen una vara muy alta’

¿Por qué Keylor sí se consolidó joven en el arco morado y a los otros porteros que han venido después les ha costado tanto?

En primera instancia tiene que ver con un tema de carácter y temperamento, al tratar de debutar en un club como Saprissa, donde hay altas revoluciones y muchísima presión. Mucho más cuando se trata de la portería. Si le cuesta a los jugadores de campo, en la portería es el doble. Recientemente regresé al club por una recomendación de la gerencia deportiva y he intentado que los jugadores maduren un poco más rápido, enviándolos a clubes del exterior.

¿El que Keylor se haya consolidado tan joven es una excepción a la regla?

Debería ser la norma y no la excepción. El asunto es que se requieren las condiciones idóneas que nos permitan saber que un muchacho de 19 o 20 años está listo para asumir ese reto. Nos encontramos con que Saprissa tiene un compromiso de facilitar esas condiciones que estamos necesitando para la producción de las nuevas figuras.

¿Qué factores futbolísticos influyeron para que Keylor sí pudiera defender la portería morada y posteriormente costara tanto?

El factor mental es fundamental. Cuando las cosas se tienen que luchar y no caen del cielo, es más factible que ese tipo de jugadores lleguen. Cuando las cosas llegan más fáciles y no se hacen tantos esfuerzos, muchas veces pensamos que merecemos algo que no se ha ganado. Keylor tuvo que pasar enormes dificultades y muchas veces decayó porque prácticamente vivía solo en una casa club que no tenía condiciones. No sé cuantos jugadores hubiesen tenido el carácter que tuvo Keylor.

Son 17 porteros los que han pasado por Saprissa desde que se fue Keylor. ¿A qué lo atribuye?

Te lo respondo de esta manera, han venido porteros consagrados de otros clubes y extranjeros también y muchos no han llenado las expectativas por falta de temperamento. Tampoco puedo decir que para Kevin Briceño ha sido fácil, ya está logrando la estabilidad y estamos muy contentos por eso.

¿17 porteros son muchos o pocos?

Es muy relativo. Siempre se anda en la búsqueda de cuáles son los jugadores que deben llegar a Saprissa. El tema de resultados es lo que marca la diferencia. Uno espera que llene las expectativas, que tengan el coraje y el temperamento. Lo que sí hay que hacer es elegir de manera correcta a los jugadores, a partir de los estudios previos.

¿Cómo se capta un prospecto de portero en Saprissa?

En primera instancia el encargado del área es Róger Mora. Él hace los análisis previos del perfil que se está captando y a partir de las pruebas, y de un análisis integral, se determina si un portero reúne las condiciones adecuadas. Se le da un periodo adecuado de prueba y después se determina si es apto para estar en alguno de los equipos del Saprissa.

¿Se sale a buscar a los jugadores o esperan a que lleguen?

Tenemos un departamento de visoría que contribuye en la búsqueda de talentos. En el caso de los porteros, Róger Mora lleva a cabo un trabajo que permite determinar cuál muchacho está preparado.

¿Cómo se explica que Saprissa haya tenido porteros en todas las selecciones menores, pero ninguno llega al primer equipo?

No es lo mismo ir a un proceso de U-15, U-17 y U-20 que asumir la responsabilidad del primer equipo de Saprissa. El tema de poder controlar las emociones aun jugando en Selección, no se puede comparar con la presión que tendrá un muchacho para asumir la portería del Saprissa. Para eso estamos tratando de remediar este tipo de cosas. Facilitándole salidas al exterior a algunos muchachos que proyectamos, donde muchas veces se puede madurar más rápido. Ya tenemos a Patrick Sequeira en la Segunda División de España. No son pasantías cortas, son periodos en los que están una, dos o tres temporadas, porque lo que requerimos es un portero ya maduro, acostumbrado a la exigencia.

¿Por qué fichar a un portero como Alejandro Gómez, que no se ha afianzado en Saprissa, en lugar de darle oportunidad a un joven como Ricardo Montenegro?

Hay varios factores. Primero no pretendemos quemar a un muchacho antes de tiempo. Dos, de nada sirve tener a un buen portero como tercero, dado que si no va a tener participación, va a quemar etapas más lento, contrario a si va a un equipo de Segunda o Primera donde sí tiene participación. Mi pensamiento tiene que ver con las oportunidades.

¿Pesa el nombre de Keylor Navas?

El nombre de Keylor ya no pesa nada más a nivel local, por tanto todos los porteros que llegan al Saprissa tienen una vara lo suficientemente alta para saber que no será sencillo lograr lo que hizo un portero del Saprissa, como Keylor. Es muy importante que él haya pasado por el club y nos permite a todos a saber que hay un grado de exigencia y que los jóvenes deben hacer su máximo esfuerzo para ostentar los logros que en algún momento pudo obtener Keylor Navas.