Opinión: Saprissa, ¿valiente o ingenuo?

Nadie tiene la fórmula exacta para conseguir que un club modesto pueda competir contra uno rico, pero ya hay algunos ejemplos que se pueden aplicar y ninguno tiene relación con ganar la posesión de balón

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La línea final de la frase escrita por el presidente morado, Juan Carlos Rojas, en su cuenta de Twitter, está llena de razón: “Ganó el mejor equipo y tenemos que partirnos la cabeza para ver cómo recortamos la brecha con la liga MX”.

¿Cómo lograr que un club con menos presupuesto pueda competir contra otro infinitamente más rico, lo que al final se traduce en más talento individual?

Esto nunca cambiará. Tigres siempre tendrá más dinero que cualquier club tico, en cuenta Saprissa, que con la misma planilla puede, perfectamente, acabar con el título del fútbol local en la bolsa. Y entonces vendrá nuevamente algún equipo azteca a evidenciar su superioridad.

El jerarca morado argumenta lo siguiente en la primera parte de su frase: "Llegamos a jugar un fútbol valiente y sin complejos".

No tengo claro si es esto lo que necesita el fútbol nacional para competir. Ser valientes es sinónimo de generar ocasiones de peligro y al mismo tiempo de dejar espacios atrás.

Nuestros jugadores locales no tienen la capacidad para compararse con los de la Liga MX, en donde se juega a otra dinámica y se pagan enormes sumas de dinero para ‘robarle’ figuras a planteles de las mejores ligas de Suramérica y, en algunos casos específicos, Europa.

Nadie tiene la fórmula exacta para conseguir que un club modesto pueda competir contra uno rico, pero en el mundo ya hay algunos ejemplos que se pueden aplicar y ninguno de ellos tiene relación con ganar la posesión de balón (eso está claro).

Voy a tropicalizar algunos casos de éxito para que se entienda el contexto, y a colocar otros sobre la mesa. No hay afirmaciones absolutas, pero sí ejemplos reales y notables en el mundo.

1. Brasil 2014. El más sencillo (y evidente) es Costa Rica en Brasil 2014. ¿Cómo un equipo con escasas figuras en ligas top, pudo superar a tres adversarios con más calidad individual?

El planeamiento de Jorge Luis Pinto remarcó cinco premisas: Un estudio a profundidad del rival, una escogencia correcta y perfecta del sistema táctico para limitar las virtudes del contrario, una preparación física excelente y los jugadores idóneos para ejecutar el librillo.

Si cualquiera de estas afirmaciones no se hubiera cumplido a cabalidad, Costa Rica habría quedado eliminada muy temprano. El entrenador cafetero potenció lo que tenía y plasmó su idea de acuerdo a un estudio previo.

Es decir, se eligió el estilo con base en lo que podía presentar el rival. Y así se le ganó a Italia, con pocas jugadas de peligro, pero un bloque compacto y sólido. El equipo sabía cuando atacar, cuando defender y sobretodo el momento para replegarse.

Costa Rica cuidó los detalles más ínfimos en el peso de los jugadores, los kilómetros que podía recorrer cada uno y su estado de forma, argumentos necesarios para ejecutar correctamente la idea de juego. No se inventó nada, se potenció lo que se tenía y listo.

Quizás habría que preguntarse si los clubes ticos están eligiendo a los jugadores correctos para afrontar la dinámica internacional. Puede que a un futbolista le alcance para nuestro balompié, pero no así para la exigencia que conlleva enfrentar a los mexicanos.

Una verdad incómoda, pero verdad al fin.

2. El Cholo. “Simeone vino a vernos entrenar (Barcelona). Hablamos y me dijo: ‘A mí esto no me gusta. No lo siento’. Y me encantó. De eso se trata. Con el Cholo juegan sus equipos como él quiere y es lo bueno, igual que mis equipos juegan como yo quiero”, afirmó Josep Guardiola.

Desde antes de entrenar al Atlético de Madrid, al técnico Diego Simeone no le gustaba el estilo de Guardiola. Le parecía excesivo el método del entonces técnico catalán.

En cambio, desarrolló y pulió su propio estilo, un dolor de cabeza para los equipos con más talento individual. El bloque del Cholo es tan efectivo que pudo robarle un título de liga al Barcelona y al Real Madrid con un equipo muy inferior en el presupuesto de la planilla.

Cuando el Cholo asumió el Atlético, en el 2011, las circunstancias del club eran absolutamente distintas. Solo peleaba por jugar la Europa League y jamás por llegar a una final de Champions League, algo que finalmente logró unos años más tarde.

La esencia del Cholo gira alrededor de tres premisas: Un sistema táctico perfecto y con principal énfasis en el funcionamiento defensivo, jugadores que se adecuan y creen en su idea (les gusta ganar por sobre cualquier cosa) y algunos talentos del medio campo hacia adelante capaces de 'matar' a la contra y reinventar un librillo que a veces puede volverse predecible.

Para jugar en el Atlético hay que sacrificarse. Pero no basta.

Se trabaja horas extra en alcanzar el máximo rendimiento físico de cada jugador. Es decir, pelean de igual a igual en lo físico y equiparan el talento con lo táctico.

Es probable que haya hombres de buen pie en los clubes grandes de Costa Rica, pero incapaces de adaptarse a los recorridos físicos que conlleva la competencia internacional.

Si Saprissa aspira a competir ante los aztecas con otro sistema, necesita otro tipo de jugadores. No necesariamente "más buenos o técnicos", pero sí más dinámicos y sacrificados.

3. El Borussia. Sí, también hay otra fórmula, más lenta, pero igual de efectiva: Un proceso. Necesita de la escogencia de los hombres correctos, pero es más vistosa. Para alcanzar el éxito se necesita consolidar una base (algo que parece imposible en estos días, cuando los futbolistas se venden ferozmente a otros mercados).

Por ejemplo, el florense Luis Díaz recién firmó con Herediano, pero ya es seguido por otros equipos que se impresionan con su velocidad con balón, algo difícil de encontrar.

El Borussia Dortmund de Jürgen Klopp rompió con la hegemonía del millonario Bayern Múnich. Ganó, jugó bien y consiguió llegar a una final de la Liga de Campeones de Europa.

Un equipo de transiciones temibles, capaz de recuperar y llegar al arco contrario en cinco toques, pero también de bajar el ritmo y distribuir la pelota con soltura.

Aun cuando muchas veces cedió la iniciativa, nunca dejó de generar ocasiones de peligro. Básicamente es un reloj suizo forjado a base de horas y horas de trabajo de campo, complementadas con un estilo vistoso, volátil y también exitoso para lograr resultados.

El Borussia Dortmund "no mete el bus", pero entiende que frente a equipos con mayor talento individual, necesita adaptarse y jugar de cierta manera para lograr los resultados.

Los jugadores de este equipo son rápidos y dinámicos. No puede ser distinto.

El trabajo empieza desde las bases y la formación en las bases inciden directamente en qué tan rápido puede adaptarse un futbolista a ciertas dinámicas.

La frase completa de Juan Carlos Rojas dice así:

“Llegamos a jugar un fútbol valiente y sin complejos. Pero por las muy grandes virtudes del rival y algunos errores propios, quedamos fuera. Ganó el mejor equipo y tenemos que partirnos la cabeza para ver cómo recortamos la brecha con la liga MX. Ahora con todo por la 35”.

Sea cual sea el método que se elija, el equipo con más talento individual siempre tendrá más alternativas de ganar. Esa es la fórmula más certera.