Opinión: Alajuelense en aprietos: sí necesita un Alexandre Guimaraes o un Jorge Luis Pinto

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Sus nombres los gritaba el aficionado con esa fuerza ocasional que le da a algunos la ira, la impotencia, la urgencia de encontrar culpables y salvadores. El “traigan a Guimaraes”, el “pongan a Pinto” y el “saquen a Marín” se alternaban el galillo de los dolientes en su paso frente al Morera Soto recién culminado el juego contra el Guastatoya, según describía desde adentro el periodista de Radio Columbia Anthony Porras.

Aunque su llegada parece poco factible, el despido de Luis Marín y el grito del aficionado llevan una verdad implícita: la Liga necesita un técnico tácticamente curtido.

Comercial: con Óscar Ramírez, los alajuelenses ya se habrían cansado de ganar títulos, como se cansaron la otra vez.

Decía: La Liga necesita un gran estratega. Necesita un técnico al que no lo venza la tentación de creerse más cerca del cómodo 3 a 0 que del fatídico 2 a 2 ante el Guastatoya. De acuerdo: usted y yo también dábamos a Alajuelense por clasificada, pero eso nos puede pasar a usted y a mí, no al técnico de la Liga. Le pasó a Luis Marín, como le pasaba a Andrés Carevic, y aunque ambos volverán a cosechar triunfos -no tengo duda-, hoy la Liga está urgida de alguien que la equilibre.

Los 21 goles en contra en trece juegos del campeonato nacional y el rótulo de ‘más goleado’ sobra como evidencia de un equipo empecinado en el marco de enfrente sin ser contudente y que a la hora de defender concede libertades en exceso. Todo ocurre, tan solo como ilustración, entre la urgencia desafinada de Marcel Hernández y la displicencia de un Daniel Arreola fiero fuera del área pero despistado marcando en las jugadas de balón parado. En medio, habría más ejemplos, con variados nombres.

Falta un técnico que les dé solidez. De innegable capacidad, quizás Marín lo habría conseguido con el tiempo, pero esa vertiginosa carrera que parece llevarlo ‘a trompada e’ loco’ (campeón en San Carlos, nombrado en Herediano, elegido en Alajuelense) también lo llevó muy pronto al partido que no se le podía ir de las manos, definido por él mismo como un ridículo.

La Liga necesita un Jorge Luis Pinto y para nada me extrañaría su regreso al Morera Soto. Pero algún día. Hoy, no hay una directiva tan incensata que pretenda convertir al camerino rojinegro en candidato al Nobel de la Paz, con Jorge Luis Pinto de técnico, Bryan Ruiz de capitán y Celso Borges como reciente fichaje.

A Alajuelense le vendría muy bien un Guimaraes y a Guimaraes le vendría muy bien Alajuelense en su afán de coleccionar marcas (no muchos han triunfado con Saprissa o la Liga), pero aquello de ‘no es barato’ a lo mejor no es solo un estribillo fácil que todo el mundo repite. Queda claro que él no tendría el mínimo problema en ponerse la rojinegra, como ya lo hizo su hijo. La pregunta es si se habrá gastado la Liga su presupuesto en sonados fichajes que solo permiten un técnico menos cotizado.

Quizás la excelencia táctica de José Giacone merecería la oportunidad con una Liga de verdad, no aquella que le dieron, con un plantel que ni era equipo grande ni podía pelear como pequeño. La de ahora, en cambio, tiene tanto que el nuevo estratega también necesita galones en sus mangas para la rotación y el manejo de egos. Razón de más para uno con el renombre de un Guimaraes o un Pinto.

¿O acaso alguien ve una alineación en la que convivan Alex López, Celso Borges y Bryan Ruiz sin marginar a Bernald Alfaro? ¿Un ataque con Marcel Hernández, Gabriel Torres y Johan Venegas? ¿Y dónde quedan los Aarón Suárez, Brandon Aguilera, Carlos Mora...?

Con tanta responsabilidad encima, el ¡traigan a Guima! o ¡qué venga Pinto! es más que un grito a la desesperada del aficionado manudo. Alajuelense necesita un técnico de esa estatura o alguien que no se les quede muy atrás.