Marcel Hernández carga con Cartaginés en el Torneo de Clausura 2020. No solo es el líder dentro del camerino y el capitán, sino que sus siete goles representan el 58% de los que tiene el equipo hasta ahora. Incluso, el atacante cubano se supera a sí mismo y tiene el mejor promedio anotador desde que llegó a Costa Rica en agosto del 2018.
En solo ocho jornadas Hernández igualó la cantidad de tantos que consiguió en cada uno de los últimos dos campeonatos (siete). Además, su media de 0,9 (un tanto cada 103 minutos) está por encima del 0,5 del Apertura 2019 (uno cada 174), es muy superior al 0,3 del Clausura 2019 (uno cada 257) y también supera al de la campaña del Apertura 2018, cuando hizo 15 dianas y tuvo un registró 0,8 (uno cada 105).
El presente del atacante es tan bueno que ahora tiene a la mano cumplir una meta individual que hasta ahora se le negó: anotar en el Rosabal Cordero frente a Herediano. El isleño ya celebró en estadios tan complicados como el Morera Soto y el Ricardo Saprissa, sin embargo, el territorio florense se le niega y casualmente este miércoles lo visitará a las 8 p. m.
“No he anotado ahí, es una cancha difícil y sabemos lo bueno que es Herediano… No me propongo ser el goleador del torneo, me propongo ayudar al grupo. Sé que tengo un peso importante en el equipo, mis compañeros me lo han hecho saber, así que manejo todo con tranquilidad. Siempre tengo la ayuda de ellos, porque sino no puedo aspirar al goleo y por lo mismo siempre trato de sumar al plantel”, dijo el máximo artillero del Clausura 2020.
Marcel asumió un rol diferente desde que renovó con los blanquiazules y le dieron el mejor contrato en el club. Es quien lleva la voz en la cancha, suele dar indicaciones, levanta el ánimo y hasta regaña a sus compañeros por los constantes errores.
El ariete dice tener el reto personal de clasificar a los brumosos y sacudir esa racha adversa de 10 torneos sin avanzar a segunda fase. Sus 36 goles en 62 juegos con la camiseta de Cartaginés lo avalan para ser la figura del equipo y por lo mismo hasta lo convirtieron en el capitán.
“El goleo no me quita el sueño, lo primero es lo colectivo y ayudar al grupo… Este club es mi reto personal, a parte del amor que le tengo a la afición. Hay que redoblar esfuerzos y si no se logra hay que seguir, porque en algún momento hay que lograrlo. No creo en eso de que no se puede, eso es mental, porque he vivido cosas difíciles y siempre se puede. Esto es lo que hay que inyectarle a los jugadores”, añadió.
En su paso por Costa Rica, acumula 24 goles en el Fello Meza, tres en el Allen Riggioni de Grecia, dos en la Cueva, dos en el Carlos Ugalde de San Carlos y uno en cinco estadios: el Colleya Fonseca de Guadalupe, el Municipal de Pérez Zeledón, Rafael Bolaños de Carmelita, el Juan Gobán de Limón y el Morera Soto.
Los griegos son sus víctimas favoritas, con siete tantos ante ellos, mientras que el segundo puesto lo comparten los morados y los sancarleños, a los que les convirtió cinco veces a cada uno.
Sin embargo, el cubano no está satisfecho con estos números y quiere más. El momento del club lo hace sentir impotencia por lapsos, aunque no claudica.
“La frustración no me llega, sino la intranquilidad o la impotencia, porque estamos jugando a un alto nivel y por pequeños detalles se nos van los partidos. Hay momentos en el fútbol en los que estas cosas suceden y no entendemos el por qué, pero debemos redoblar esfuerzos y cambiar”, finalizó.
Hernández prometió convertir 20 dianas en el Clausura 2020, por lo que restan 14 jornadas aseguradas para anotar 13 goles más. Por ahora, su mejor cifra son los 15 tantos en el Apertura 2018.