Los grandes dolores de cabeza de Wálter Centeno con Saprissa

Centeno tiene seis aspectos a los que no logra darles solución. El mismo entrenador reconoció que es su responsabilidad y que el equipo no encuentra la regularidad para mantener un buen desempeño a lo largo de un juego

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Tan incómodos e incesantes como esos dolores de cabeza que se convierten en jaquecas, así se pueden diagnosticar seis aspectos a los que no logra darles solución el técnico Wálter Centeno en Saprissa y que tienen al equipo con un rendimiento alejado al que se esperaba en el Torneo de Apertura 2020.

El primer malestar que causa inquietud en el timonel es la táctica fija del rival y los constantes fallos a la hora de neutralizar este tipo de ataques. Los morados recibieron seis de 10 anotaciones en contra por esta vía y pese a que Centeno repite una y otra vez que buscan solucionarlo, persisten las distracciones, errores al atacar el balón o las desatenciones. Limón los derrotó 1 a 0 con un tanto de esta manera.

Otro aspecto que mortifica a Centeno es que carece de un referente en ataque que esté encendido. Johan Venegas inició de buena manera y logró tres tantos; sin embargo, lo expulsaron por tres partidos y esto lo sacó de los planes del técnico. Mientras que Jimmy Marín también contabiliza tres, pero se perdió el último duelo por una dolencia.

Así mismo, Frank Zamora llegó al gol con los tibaseños y pese a que contabiliza tres en el Apertura 2020, dos fueron con Guadalupe (antiguo club). De igual manera, el caso se Zamora hay que valorarlo por aparte, tras la indisciplina que lo relegó.

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De la mano con el tema de la ofensiva, es claro que la S se vio mermada con las salidas de Manfred Ugalde, Ariel Rodríguez y David Ramírez. Las alternativas de peso son pocas ahora y el propio estratega reconoce que “no tenemos a ese típico jugador que está encendido... Se nos hizo tarde y no tenemos a ese jugador (un goleador)”.

Es más, el mismo Mariano Torres fungió como el “9” ante la ausencia de Venegas y el castigo de Frank, quien se perdió el choque con Sporting y fue suplente en el Caribe, luego de que transcendiera un video en que participaba en una fiesta y había presencia de licor.

El Monstruo contabiliza 12 anotaciones en nueve compromisos, una cifra que parece baja para un plantel acostumbrado a generar mucho y abombar las redes.

Un malestar adicional para el Paté es que sus dirigidos no logran ser constantes en sus compromisos y pasan de buenos lapsos a caer en su rendimiento y nublarse en la posesión, la dinámica y el generar desequilibrio para llegar al arco contrario. Frente a la Tromba dieron un buen primer tiempo y luego naufragaron.

El problema no es nuevo y por el contrario, es un aspecto que inquieta desde el certamen anterior y que hoy en día se evidencia más.

“No es que me pasa ahorita, sino viene desde el campeonato pasado. Jugamos el primer tiempo bien, pero no lo sostenemos en el segundo. Para ser un equipo completo debemos jugar 90 minutos. No nos ha estado alcanzando los equipos nos presionan bien y debemos acostumbrarnos a jugar 90 minutos y no solo 45”, señaló el entrenador.

A nivel defensivo también hay temas que ajustar. La salida limpia es indispensable para Wálter y no ha sido lo eficiente que pretende. Además, el timonel ha recurrido a diferentes alternativas para dar seguridad a un plantel que recibió 10 goles en nueve presentaciones, hasta ahora.

En la central probó con Esteban Espíndola y Aubrey David, Johnny Acosta y David Guzmán y también colocó a Alexander Robinson; entre ellos ha alternado. Mientras que en la lateral izquierda Luis José Hernández fue el estelar y David también estuvo ahí en busca de soluciones.

Sin margen de error

Como si no fueran suficientes los temas que debe solucionar Wálter Centeno, para aliviar sus dolores de cabeza, se puso una presión adicional en el Apertura 2020: su equipo no puede perder un solo partido más si pretende ser campeón.

Al menos así lo ve el timonel, quien considera que tres es el número máximo de derrotas que pueden acumular sus dirigidos para aspirar a repetir el título. Los morados ya llegaron a este número y aunque su desempeño es del 59%, el estratega no tolera una caída más.

El tiempo apremia para Wálter, quien trabajó a marchas forzadas luego de los casos de covid-19 en el plantel, que obligaron a realizar cuarentena. Este aspecto también complicó su planificación, cortó el ritmo y dificultó que los tibaseños tomaran regularidad.

Por el contrario, tras superar esta adversidad, la seguidilla de partidos fue lo normal y debieron limitar los espacios para afinar la táctica, ya que jugaron cada tres días. Hasta esta semana el estratega cuenta con un periodo amplio de preparación y volverá a ver acción el próximo domingo, cuando reciba a San Carlos.