Jorge Guillén (qdDg) lo dijo en la década de los 70′s. El expresidente morado fue el que una vez pronunció un lema que se convirtió en un escudo para los saprissistas en su épocas de crisis; muchas veces la frase se hizo realidad al punto que cuando Saprissa parece estar muerto, nadie se atreve a afirmarlo porque: ‘No se repartan nada, mientras Saprissa esté vivo’.
Con la ayuda del estadígrafo Alex Calderón, La Nación hizo un recuento de las ocasiones en que el conjunto morado consiguió verdaderamente revivir y conseguir llevarse todo, cuando nadie daba nada por él.
Según Calderón, el primer antecedente que pudo darle fuerza a la frase fue la situación vivida en la temporada de 1977, cuando Cartaginés dominó a placer el campeonato al ganar las cuatro vueltas iniciales, pero Saprissa se dejó la pentagonal, además obligó a la gran final y la ganó.
“Fue un torneo que por justicia debía ganar Cartaginés, porque dominó toda la primera fase del torneo, y lo hizo de principio a fin”, recalcó el conocedor de datos.
Con este campeonato la S cerró un histórico hexacampeonato que nadie más ha podido igualar.
En 1982, Alajuelense se dejó la primera, segunda y tercera vuelta del torneo, Saprissa le seguía el ritmo a los erizos, pero a una distancia de seis puntos. Al final, los morados consiguen una racha de una vuelta entera con triunfos y se roban la cima.
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Saprissa entra a la segunda fase como favorito; Puntarenas se deja la pentagonal y es en la gran final que los morados se imponen.
Hubo que esperar 11 años para volver a disfrutar de una gesta morada al estilo: ‘no se repartan nada’.
“En la temporada 1993-94 Saprissa tenía a Hernán Medford, Lonnis, Cayasso, Myers, Fonseca... La Liga gana la fase regular, pero la segunda fase Saprissa gana por gol de oro ante Pérez Zeledón, juega con Puntarenas y lo saca, saca a la Liga en la final y le gana la gran final, ese fue el campeonato de Carlos Linares”, describió Calderón.
Sin duda, la frase de Guillén recibió un gran impulso de credibilidad en la campaña 1997- 1998, cuando el Monstruo se llevó un campeonato luego de ganarle a Alajuelense una serie con nueve hombres, en el Morea Soto.
Con Alexander Guimaraes como DT, el ambiente deportivo costarricense se veía sorprendido por un Saprissa disminuido que aún así sacaba ventaja sobre Alajuelense para alzar la copa.
Con la llegada de los 2000, en el 2005 - 2006 los morados venían bajándose del avión del Mundial de Clubes. Saprissa afrontó una serie ida y vuelta con Puntarenas F.C. y remontó una desventaja de 3 a 0 para seguir con vida.
En el Clausura 2007, en semifinales Herediano ganaba 2 a 0 y faltando 10 minutos Jairo Arrieta y Allan Alemán le dan vuelta al marcador y Saprissa termina como campeón.
Otra gesta ante la Liga fue la del Invierno 2014.
Los manudos terminaron la fase regular con más de 50 puntos, todo el mundo apostaba por el cetro rojinegro; el Monstruo se metió como cuarto lugar, eliminó a la Liga y consumó otra vez su dicho: ‘no se repartan nada’.
De manera más reciente, la generación que llamaron ‘los princesos’ logró después de un torneo para el olvido dejarse el campeonato en el Morera Soto, en 2015.
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Por último, el equipo que tomó Mauricio Wright en el Clausura 2021 también venía en crisis, pero con el cambio de timonel se coló en las fases finales y terminó alzando la copa 36 ante una Alajuelense con 22 partidos sin perder.
Jeaustin Campos y la actual generación que está en Saprissa tiene en sus manos mantener con vida la frase: ‘no se repartan nada mientras Saprissa esté vivo’. Sin duda si los morados celebran al final de este torneo, el actual campeonato será otro ejemplo de que su lema sigue vigente.