Gabriel Gómez tuvo un inicio del Verano tormentoso, lleno de incertidumbre y desazón, luego de que Herediano lo despreciara y le buscara una salida del equipo, ante la llegada de José Miguel Cubero y pese a que aún tenía seis meses de contrato.
Sin embargo, el sol empezó a brillar de nuevo para el Gavilán en el momento en el que Cartaginés le abrió las puertas, ya que desde que llegó a la Vieja Metrópoli asumió un papel protagónico y la única forma en la que sale del terreno de juego es por lesión o por expulsión.
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El volante canalero participó como titular en nueve de los 10 compromisos que registran los brumosos desde su llegada y únicamente se sentó 13 minutos en la fecha seis ante Pérez Zeledón, producto de un corte en su cabeza que lo obligó a pedir el cambio, mientras que en la jornada siete vio la roja en el 75' y no pudo estar en la ocho.
Gómez acumula 782 minutos con los blanquiazules, cifra que supera por mucho los 453 que pudo sumar en todo el Invierno 2015 y que le permite estar muy cerca de igualar los 850 que disputó en el Verano 2015.
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El panameño es hombre de confianza del técnico César Eduardo Méndez, quien incluso pidió su fichaje y parece ser el único que no sufre por las rotaciones que le gustan al timonel. Pero, ¿por qué tiene cupo fijo?
Las razones parecen ser sencillas para Méndez, quien describe al canalero como el enlace clave entre la defensa y el ataque.
"Gabriel da el equilibrio justo que necesita el equipo, la salida clara y tiene un recorrido oportuno porque no hace desgastes inútiles gracias a que sabe correr la cancha. Él nos da la claridad que necesitamos y por eso se mantiene jugando", indicó el timonel.
Gómez vive su revancha. Verse fuera de Herediano, pese a que estuvo dispuesto a bajarse su salario para quedarse, hizo que Gabriel Gómez asumiera la oportunidad en Cartaginés como su revancha.
El Gavilán no guarda resentimientos con los florenses, pero aclaró que si se fue del Team fue por temas que se escapan de él.
"El cambio ha sido para bien. Uno tiene un producto y debe venderlo jugando. En Herediano no tenía posibilidades de hacerlo, pero no porque me entrenaba mal o por ser un mal jugador. Hoy encuentro la felicidad y el juego en Cartaginés", señaló.
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Sobre su regularidad, Gómez afirma que es respetuoso tanto cuando juega como cuando le toca ir al banquillo, por lo que solo se enfoca en rendir.
"Como profesional me compete entrenar bien y ser opción. Quiero ayudar al club a meterse en semifinales", finalizó.