El último gran referente del Cartaginés vuelve para retirarse y a sus 38 años no renuncia al sueño de niño

Paolo Jiménez arribará a Costa Rica el 19 de diciembre para firmar con los brumosos, luego de dos años con el Nacional Potosí de Bolivia. En entrevista con este medio reveló cómo se siente y lo que más añora

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Compañeros y referentes que crecieron a su lado, como Rándall Brenes, Danny Fonseca y José Villalobos Chan, ya se retiraron y les fue imposible cumplir el anhelo de ser campeones con Cartaginés. Sin embargo, Paolo Jiménez no renuncia al sueño que tiene desde niño y por lo mismo regresa al club en el que se formó, tras dos años en el Nacional Potosí de Bolivia.

Jiménez cumplirá 38 años en enero y tiene claro que vuelve para retirarse, ya sea en seis meses o máximo en un año. Eso sí, también sabe que es la única y última opción que le queda para conseguir su añorado título y que él carga con el peso de ser el último ídolo que puede consagrarse. En entrevista con La Nación, desde suelo boliviano, reveló cuáles son sus objetivos, el por qué regresa pese a tener sobre la mesa la opción de renovar una temporada más con el Nacional y lo que se plantea en el futuro inmediato.

¿Cómo fue esta experiencia de dos años jugando en Bolivia y que ya llegó a su final?

Esto era un sueño y una meta que pensé que no se iba a dar en mi carrera. Por dicha lo pude hacer y aunque fue en una edad avanzada, tenía claro que mi objetivo era competir de verdad, hacerlo a un buen nivel y ser un buen embajador del fútbol tico en Bolivia. Al inicio fue duro, tocó acostumbrarse a la altura y también al formato del torneo que es difícil por los viajes constantes y largos.

”Me desenvolví bien, llegaron goles, asistencias y lo que era un contrato de un año se conviritió en una aventura de dos años en Bolivia”.

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Tengo entendido que el Nacional Potosí de Bolivia lo querían firmar un año más, ¿fue así?

Empecé a tener buenas actuaciones, me convertí en titular y pieza clave del equipo. Acá la presión es muy alta para los extranjeros, porque cada club puede tener seis, pero solo juegan cuatro al mismo tiempo y por lo mismo la pelea interna es muy fuerte. Traté de dar el máximo, ser protagonista con goles y asistencias y todo estaba saliendo muy bien, al punto que me querían renovar un año más, sin embargo tomé la decisión de volver.

¿Por qué regresar a Costa Rica si tenía una oferta en Bolivia económicamente mejor?

Podía quedarme un año más, pero tomé la decisión de volver por dos razones importantes, que no tienen que ver con lo económico: la primera es porque tengo el sueño de terminar mi carrera en el Cartaginés, pero hacerlo de una buena manera, compitiendo, siendo una herramienta importante para el cuerpo técnico y ojalá aportando para un título. Sin embargo, no quiero ser un peso para la institución y que solo se me respete por mi trayectoria. Quiero jugar, ser importante para el equipo y ahorita me siento muy bien en todo y no quería arriesgarme a una lesión o que la parte física me pesara.

”La segunda razón es que vuelvo a ser papá, mi segundo hijo nace el 16 de enero y quiero estar en el nacimiento de él, en su crecimiento y acompañar a mi esposa, porque no la quiero dejar sola y ella está en Costa Rica hace un tiempo”.

¿La negociación ya está cerrada para volver a Cartaginés?

Sí. La negociación fue muy rápida, porque la parte económica no era un impedimento. Lo que quería era ponerme de nuevo la camiseta del Cartaginés y casi que lo que hicimos fue intercambiar mensajes, hablamos algunas cosas rápidas y listo.

”Llegamos a un acuerdo para que sean seis meses y al terminar este periodo vamos a valorar mi rendimiento para definir si ampliamos seis meses más. Es decir, podría ser un año”.

¿Será un año máximo o puede ser más tiempo?

El plan que tengo con mi familia es jugar seis meses más, ver la situación física y de rendimiento y seis meses más para ya finalizar esta carrera. Luego quiero seguir ligado al Cartaginés en otro campo, estas son mis palabras hoy y llegado el momento espero seguir con el mismo pensamiento.

”Tiene que darse un cambio generacional y si hay muchachos que vienen para arriba con fuerza, pues uno no puede quedarse solo por ego o ser egoísta y aferrarse solo porque sí. Debo tener un rendimiento óptimo que me indique que puedo seguir”.

¿Qué sueños le quedan por cumplir en un Cartaginés que ahora es más estable que cuando se fue hace dos años?

Cuando uno se pone la camiseta del Cartaginés tiene una presión que es real y torneo a torneo se debe ser protagonista. Se ha fracasado en ciertos momentos y no se han hecho las cosas bien en otros, todo esto es real, pero la expectativa es ser protagonista. Cuando me ponga la camiseta del glorioso la expectativa es darle una felicidad a la afición, clasificar, pelear final y ojalá pueda cumplir ese sueño de cerrar mi carrera con broche de oro, logrando un ansiado título con Cartaginés.

Es el último referente que sigue activo y tiene opciones de lograr ese título con Cartaginés, ¿qué sensación le genera esto?

Sería espectacular. De verdad que sería cerrar con broche de oro mi carrera con Cartaginés. Es algo que quiero con todo mi corazón y el esfuerzo por lograrlo será el máximo. Es lo que más sueño y quiero. Sé que si se hace un buen torneo, las posibilidades siempre van a estar, porque así es el fútbol.

Le tocó vivir muchos momentos de crisis futbolísticas y financieras en Cartaginés, ¿imagina un cierre de su carrera menos convulso?

El jugador siempre necesita tener tranquilidad mental para rendir mejor. Sin embargo, de lo negativo siempre se crece y con Cartaginés viví todo tipo de situaciones, desde finales, luchas por no descender, problemas económicos muy complejos, otros buenos y cuando me vine el presidente, Leonardo Vargas, estaba direccionando al equipo a un lugar mucho mejor y dándole estabilidad. De igual forma, no cambio todo lo vivido, porque esto hizo que el cariño a la institución sea muy grande y ahora solo quiero llegar a disfrutar.

¿Cómo visualiza ese día de volver al Fello Meza y ver a la afición que tanto se identifica con usted?

Sinceramente, me siento como si estuviera a las puertas de debutar. Tengo mucha ansiedad, sé que ahora la gente puede volver al estadio y me imagino volviendo a ese estadio donde jugué tantos partidos. Me pasaron el dato hace poco y me di cuenta que soy el segundo jugador con más partidos en la historia de Cartaginés, pero siento que mi regreso será como saltar a la cancha para el primer juego. Extraño mucho esa cancha y el calor que siento de la afición.

¿Sació esa necesidad futbolística de ser legionario?

Sí, la verdad que estoy muy contento. No me arrepiento de nada de lo que ha pasado en mi carrera y esta última parte de legionario la viví muy bonito, disfruté al máximo y tuve varias experiencias importantes, como jugar Copa Suramericana dos veces y es que me fue muy bien en el equipo al que llegué. Además, dejé una buena imagen deportiva del país.

¿Qué Paolo Jiménez es el que vuelve tras la experiencia en Bolivia?

En lo deportivo he crecido porque en Bolivia al extranjero se le exige mucho y debe llevar el peso del equipo siempre. Es decir, hay una presión constante y la he sabido manejar y he reaccionado a esto. También he crecido en lo personal, soy más maduro, pienso mejor y busco poner esto a beneficio de todo lo que viene en la vida. Además, la alegría que tuve de cumplir este sueño de ser legionario me llena mucho como persona.

¿Con qué se queda de esta etapa como legionario en Bolivia?

Lo más increíble fue jugar a 4.067 metros sobre el nivel del mar. Realmente es de locos y complicado jugar a esta altura, porque incluso donde está el centro de entrenamientos estamos a 4.200 metros. Otro recuerdo que no se me borrará es el partido que disputamos bajo la nieve, fue algo impresionante y es que ni se podía jugar, pero seguíamos y era algo nuevo para mí.

”Además, me llevo el calor humano de la gente de acá, de los compañeros, dirigentes, administrativos y todas las personas con las que compartí”.