Cartaginés vive un presente convulso, reflejado en el penúltimo lugar que ocupa en la tabla, luego de conseguir solo seis puntos tras siete fechas disputadas, sin embargo, el nuevo timonel, César Eduardo Méndez, asegura no haberse contagiado de la desesperación que vive el club y su entorno, por lo que está en calma y buscando soluciones para revertir la crisis brumosa.
¿Qué balance hace de sus tres juegos con Cartaginés?
Jugamos un partido en Heredia después de cinco días de estar en Cartaginés, luego se volvió a jugar con 10 entrenamientos y ahora tenemos tres semanas, pero aunque los resultados en números no salen bien, a mi parecer si hay un avance y un progreso en muchas cosas que no venían bien. No quiero publicar detalles que son de camerino y de grupo, sin embargo, se cambiaron muchas situaciones y aún quedan cosas por hacer.
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¿Qué tan preocupante es el momento que vive con el equipo?
Se que hay preocupación en la junta directiva y reconozco aún más el sentimiento que tiene una afición que ve que se dio un cambio en la dirección técnica y no en los resultados, pero de mi parte lo que me queda es mantener el equilibrio porque se para donde quiero ir con el grupo. Tenemos jugadores que en su mayoría respondieron a la nueva propuesta que manejamos y por eso me siento confiado y seguro de lo que va a venir. Entiendo el nerviosismo y la preocupación, pero yo no estoy desesperado, sé lo que quiero y conozco lo que me pueden dar los jugadores.
¿Qué pasa con el equipo que no levanta su nivel?
Nos han venido pasando determinadas situaciones en cada juego, pero las estamos analizando y corrigiendo y sé que eso es difícil de entender. Los que no ganamos decimos cosas que suenan a excusas. No es la situación que quisiera vivir porque me gustaría tener mejores números en tres partidos, pero la realidad es esta y tengo que entrar a analizar a fondo muchos temas para tomar decisiones.
¿Le falta actitud a sus jugadores?
La actitud en mi forma de ver la vida no existe porque uno al hacer lo que más le gusta no puede ser que no entienda la manera de disfrutarlo y hacer las cosas por la pasión que genera el fútbol. Algunas veces al no ver a un equipo desesperado se puede pensar que falta nervio en el juego, pero estoy en la línea de banda y veo en la cancha intenciones de hacer lo que se entrenó en la semana. No he visto a ningún jugador pasivo en mi equipo.
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¿Por qué su equipo se sigue viendo tan débil en defensa?
Creo que el equipo ha mejorado en muchas cosas. Hay más entendimiento y más seguridad en lo que se está haciendo. Reconozco que hay preocupaciones, pero no me puedo poner a analizar que se sigue fallando en una zona o en otra, simplemente lo que tengo que hacer es corregir y para que en el próximo juego la parte defensiva esté en mejor forma y que no se den tantas oportunidades para el rival.
¿A qué se debe que sus delanteros aún no anoten después de disputarse siete fechas?
En la parte ofensiva es preocupante que no podamos concretar situaciones y por más que ante Uruguay no se generaron tantas opciones, se falló en la generación de juego. La preocupación más grande que tengo es seguir mejorando al equipo, intentar encontrar la formula y más allá de mis explicaciones y argumentos, que se vea reflejado en los puntos porque la necesidad es grande y la preocupación también y eso se ve claramente con la entrada de los directivos al camerino.