Se acerca la hora cero y Albert Rudé trata de canalizar muy bien sus emociones. Esta noche se sabrá cuál es el equipo que avanzará a la gran final del torneo.
Alajuelense recibe a Saprissa para el último capítulo de esta serie que tiene a los morados con una ventaja de 2 a 1; en la que el gol de visita funciona como criterio de desempate y en la que podría haber prórroga y hasta penales.
Hay mucho en juego y así lo sabe Albert Rudé, ese español que asumió las riendas de la Liga después de que se acabó la era de Andrés Carevic y luego de que el equipo no carburaba con Luis Marín y que firmó uno de los capítulos más bochornosos en sus 102 años de historia, al quedar eliminado en primera ronda de la Liga Concacaf contra el Guastatoya de Guatemala.
Este domingo es una gran prueba de fuego para Rudé, pero lejos de pensar en que es un termómetro para él, piensa en todo lo que este partido significa para Alajuelense.
“Siempre estoy muy tranquilo, como lo dije al principio cuando llegué a este país, soy una persona muy tranquila, lo vivo todo con bastante tranquilidad, más allá de cuando pita el árbitro me conecto en el partido y doy esa energía que mis jugadores necesitan que les transmita, pero con mucha tranquilidad, mucho trabajo, muy enfocado, como les comentaba, todos los detalles que yo pueda controlar los intento controlar y tener a mis jugadores bien”, mencionó Albert Rudé.
Dijo que no importa si él llega con falta de energía y de sueño por todas esas horas que lleva preparando lo que Alajuelense presentará a partir de las 5 p. m. en el Estadio Alejandro Morera Soto.
“Mis jugadores tienen que llegar al 100 y todo lo que hacemos es entregarnos al máximo para nuestros jugadores, para que lleguen al 100, porque son ellos al final los que juegan, los que responden”.
Añadió que eso es lo que ha hecho, darlo todo por esos futbolistas que al final son los que entran a la cancha.
“Son ellos los que lo van a sacar adelante y estamos convencidos de que van a dar todo y eso es innegociable y estoy segurísimo de que se va a ver una Liga que da todo por lo que queremos todos, que es pasar a la gran final”.
Rudé considera que lo más difícil en estas instancias es que hay dos muy buenos equipos con muy buenos jugadores, con cuerpos técnicos que preparan lo máximo posible los partidos y la finura de pequeñas jugadas es lo que puede marcar.
“Si nosotros estamos focalizados y estamos finos en esos pequeños detalles que nosotros creemos que nos pueden dar esa ventaja y que cuando se presente la ventaja somos contundentes, creo que ahí está sin duda el pase a la gran final”, analizó.
En redes sociales es común ver que los aficionados de Saprissa dicen que ellos no son Santos y que esta fase final no se resolverá de la manera en la que la Liga superó su escollo de semifinales contra los guapileños.
“Es evidente que ningún equipo es el otro, Santos es diferente a la Liga, la Liga es diferente a Saprissa, Saprissa es diferente a Guanacasteca, Guancasteca es diferente a Grecia... Cada equipo es su propio equipo, tiene una identidad propia, jugadores propios y es evidente que no se puede comparar un equipo con el otro”, apuntó Rudé.
Asegura que lo que se puede dejar entrever es que están en una instancia similar y detalla que con eso lo que quiere decir es que tienen que ganar el partido para pasar de ronda, tal y como sucedió con Santos.
“El equipo tuvo un compromiso enorme y compitió de una forma infernal contra Santos y eso lo queremos mantener, mejorando ciertas cosas que sin duda las necesitamos para pasar a la final. Claro, pero esas bases se tienen que mantener”, citó.
Y añadió: “No es una comparación de un equipo con otro, sino para nosotros y creo que el jugador es muy consciente de ello, está enchufadísimo, está concentrado, focalizado, vamos a mantener esto y cuando empiece el partido estoy convencido de que lo van a hacer muy bien”.