Keylor Navas contó otra vez con la confianza del técnico Mauricio Pochettino, como estelar en el juego del Paris Saint Germain ante el Nantes, pero salió expulsado en el minuto 65 por evitar el gol en una jugada en la que quizás salió precipitadamente del área.
El técnico Mauricio Pochettino apostó por sus estrellas, en una alineación que asoció a Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, en la jornada 14 de la liga francesa, la primera justo después la jornada eliminatoria rumbo a Catar 2022. A ella volvían con similares expectativas Navas y Donnarumma. Navas fue figura en el triunfo de Costa Rica ante Honduras (2 a 1), mientras Donnarumma intervino en los empates frente a Suiza (0 a 0) e Irlanda del Norte (1 a 1) que mandaron a Italia al repechaje por un boleto al Mundial.
Mientras se daba el regreso de ambos al club parisinio, Milo Raioni, agente de Donnarumma, no se anduvo con diplomacias asegurando que “todo el mundo sabe cómo va a terminar” esta historia. Navas guardó silencio, muy a su estilo. Hablando con su trabajo, el costarricense fue premiado con un juego más en la estelaridad. Donnarumma no apareció esta vez en el banquillo, donde estaba el español Sergio Rico, sin sospechar que sería el día de su primer partido en la presente temporada.
El regreso de los estelares pronto dio frutos al PSG con un gol de Mbappé apenas a los dos minutos de juego. El remate de larga distancia de Verratti, apenas desviado por el atacante, parecía presagiar un día de muchos goles. Solo la gran actuación de Alban Lafont, arquero del Nantes, hizo posible que el marcador al final del primer tiempo fuera un tímido 1 a 0 en lugar de una una goleada precoz. Lionel Messi debió irse al descanso con dos goles y Neymar con al menos uno, pero en frente tuvieron a un joven cancervero inspirado.
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Fin del día tranquilo
Al otro lado del campo, Keylor Navas vivió 45 minutos tranquilos, con solo un remate directo, pese a que en la zaga no contaba con estelares como Kimpembe y Marquinhos. En su lugar, custodiaron al tico Abdou Diallo y Thilo Kherer, jugadores para nada desconocidos en un PSG con jugadores de sobra en cada puesto, que lleva a la industria del fútbol a preguntarse si Catar seguirá invirtiendo igual, ahora que logró su objetivo: el Mundial.
El inicio del segundo tiempo presagió más acción para el arquero, con un Nantes lanzado al frente, que pronto lo obligó a dos intervenciones. A la tercera, un balón en profundidad que puso al atacante Ludovic Blas en ruta hacia al marco, obligó a Navas a salir del área, quizás con un poco de precipitación; no solo corría Kherer a la caza del atacante, sino que la acción se dio por un costado, lo que restaba ángulo al atacante. Navas salió sin dudarlo, anticipó que intentarían globearle la pelota (lo que no ocurrió) y en su salto incurrió la falta que depararía la tarjeta roja.
El partido se complicó para el PSG, que poco después recibiría el gol de la igualada, por medio de Randal Kolo. Rico había reaccionado bien para rechazar un cabezazo del mismo Kolo, pero el rechazo quedó cerca y el atacante definió de taquito. Aunque Rico volvió a reaccionar con un segundo rechazo, el había claramente había cruzado la línea de gol.
Suerte y genialidad
Con un hombre menos y el partido igualdado, solo dos cosas podían devolverle la ventaja al PSG: que la suerte se volcara a su favor y alguna genialidad de sus figuras. Ambas ocurrieron. Un autogol de Dennis Aphia lo puso de nuevo al frente, en el 81′, y Lionel Messi selló la victoria, en el 87′, con su primer tanto en la liga francesa.
En un contraataque por la derecha, apenas para una jugada a perfil cambiado del astro, Messi condujo con zurda, a la carrera y con regate de por medio para perfilarse mejor. El “10″ que juega con la “30″ en su dorsal tocó con el borde interno del botín, para esa mágica conva que suele colarse a media altura ajustada al poste. Al final, todos festejaron a Messi, y lo demás pasó a segundo plano, desde los 13 puntos de ventaja sobre el sublíder, Lens, cuando apenas se ha jugado la tercera parte del torneo, hasta la expulsión de Keylor Navas.