La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) se comprometió a examinar y conocer a profundidad los estados financieros que le entregan sus equipos afiliados, a estudiar la trayectoria empresarial de los dirigentes, los flujos de capital, sus inversiones y la congruencia en las operaciones económicas que realizan.
Si al escudriñar en alguna de estas variables se encuentran irregularidades, tiene la obligación de crear un reporte de actividades sospechosas y subirlo un sistema electrónico encriptado, en donde el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) lo estudia y determina si es necesario enviarlo a la Fiscalía de Legitimación de Capitales, encargada de abrir un caso.
La Fedefútbol anunció este viernes los alcances del acuerdo con el ICD para crear un modelo de transparencia que permita conocer de dónde viene el dinero de los equipos, de manera en que se garantice que es capital limpio y se cumpla el fair play financiero.
Adicionalmente, el supuesto objetivo de la Federación es vigilar que todos los clubes paguen los impuestos, las cargas sociales que les corresponden y todos los requerimientos que exige la ley.
“La Fedefútbol ha asumido un compromiso de tratar de transparentar el fútbol nacional", afirmó el jerarca Rodolfo Villalobos.
El anuncio se produce en medio de una llamativa coyuntura, en la que Alajuelense y Saprissa han lanzado distintas denuncias sobre el alto costo de los fichajes de algunos clubes, dejando entrever aparentes irregulares, pero sin decir nombres.
Por ejemplo, el directivo manudo Federico Calderón manifestó que hay equipos que no reportan a la Caja Costarricense de Seguro Social y, por el contrario, lo hacen en otros países.
"Nosotros no pagamos ni en Guatemala ni en Panamá, como es la práctica aparente que hacen algunos clubes", explicó Calderón.
Un discurso similar al del presidente morado, Juan Carlos Rojas, que le pidió a la CCSS ventilar el monto de la planilla de todos los planteles de Primera División para conocer el costo.
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Dudas del proyecto. El convenio entre la Fedefútbol y la ICD tendrá una duración de un año, aunque el verdadero impacto del proyecto pasa por la transparencia con que el ente que rige el fútbol tico lo asuma.
¿Por qué? La Comisión de Licencias de la Federación es el organismo encargado de crear los instrumentos que permitan hacer una revisión exhaustiva de los estados financieros y un control cruzado de todos los datos. El ICD estudiará solo los casos que sean reportados por la Fedefútbol y en los que sospeche que existe un posible delito de legitimación de capitales. Sin embargo, hay otras sanciones posibles.
Por ejemplo, si un equipo cumple con lo exigido recibirá la licencia, sino se le suspenderá y no podrá jugar en el torneo nacional. En caso de que se encuentren anomalías, pueden producirse fuertes sanciones administrativas que se establecen en el reglamento de FIFA, como la suspensión de por vida de un dirigente implicado, o el descenso de un club.
La Fedefútbol tendría que cumplir un papel de ‘policía’, pese a las dudas que genera el hecho de que los mismos integrantes de su Comité Ejecutivo forman parte de los clubes que podrían estar cometiendo un delito.
Es decir, para garantizar que el proyecto realmente funcione, tendría que existir una independencia total en los miembros del comité de licencias, presidido por Jorge Gutiérrez.
La Nación le consultó a Guillermo Araya, director del ICD, sobre cómo se puede esperar que la Fedefútbol revise con transparencia cada documento, si al final muchos de los miembros del Ejecutivo también forman parte de los equipos de Primera o la Liga de Ascenso.
“Quien te puede responder eso es la Fedefútbol. Si la mayoría (de equipos) quieren transparencia, hay que blindar. Le digo que nosotros nos podríamos retirar si vemos que el convenio no está causando el impacto deseado”, afirmó Araya.