La patria está enferma

El autor analiza la violencia y asesinatos como el de Marco Calzada para proponer una respuesta al problema social

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Costa Rica es un país enfermo. Causa angustia cómo los homicidios y asaltos aumentan de manera alarmante. ¿Qué está sucediendo­? ¿Cuál es la causa de este desastre?

Las familias ya no son modelos para los hijos

¿Será que la mayor parte de las familias dejaron de sembrar valores? Pareciera que los padres ya no son un modelo para sus hijos. La autoridad paterna se desdibujó por completo; los buenos ejemplos, que antes se proyectaban en lo interno de los hogares, desaparecieron.

Los hijos no respetan a sus progenitores. En estos tiempos, cuentan más las cosas materiales que los valores y los bienes espirituales. De hogares bien conformados, estoy seguro de que saldrán buenos hijos: estudiosos, disciplinados, respetuosos, honrados; aunque sean hogares integrados por la madre o por el padre solamente. ¿Será que los avances tecnológicos, como los juegos electrónicos y celulares, dirigen la conciencia de los menores?

Nuestro país, cuando era remanso de paz, podíamos salir en la noche con tranquilidad a caminar por los alrededores del barrio; en la actualidad, a plena luz del día, por doquier, se producen asaltos y homicidios.

Las noticias que nos dan los medios diariamente sobre estos terribles acontecimientos aumentan día tras día porque los delincuentes ejecutan a sus víctimas sin remordimientos y sin piedad a vista y paciencia de la ciudadanía.

Ese es el panorama diario, la situación es tan grave que la mayoría de las personas ni siquiera ponen atención a estas impactantes noticias. Es muy triste.

Ni al Gobierno Central, ni a las Iglesias de distintos credos, ni a las instituciones públicas o privadas parece preocuparles tan grave situación.

No encuentro una solución inmediata a este gravísimo problema; la respuesta parece estar a largo plazo, pero debió empezar ayer: los centros educativos deben procurar formar a sus alumnos integralmente, lo académico es importante; sin embargo, la parte moral y espiritual resulta esencial.

El sistema educativo forma a los padres y a las madres del futuro, quienes se encargarán mañana de sembrar los valores y buenos principios en sus hogares.

Pienso que en la academia debería existir una materia específica, dirigida a exaltar los valores, o aprovechar la clase de Educación Cívica que se imparte en los colegios para hacer hincapié en la ética.

El hogar es el ámbito donde se forman los ciudadanos

Recordemos que el hogar es el espacio donde se forman los ciudadanos del futuro; es en ese ámbito donde los padres, con sus buenos ejemplos, deben inculcar los valores éticos, morales y religiosos; es allí donde los jóvenes se nutren de los buenos ejemplos de sus progenitores, quienes han de imponer disciplina y respeto hacia los demás. Insisto en los buenos ejemplos porque es el mejor camino para formar a los jóvenes.

Debemos reconocer, sin ambages, que los ciudadanos se forman en los hogares, porque la academia complementa la labor de los padres; la tarea no debe dejarse en manos de los maestros exclusivamente.

En vista de la violencia que vive el país, no dudo en afirmar que los que están fallando son los hogares. El cruel asesinato del joven Marco Calzada, que conmociona a la opinión pública, ejecutado por dos hermanos, es fiel reflejo del problema que señalo, un asesinato ejecutado con suma frialdad y desprecio absoluto por la vida humana.

Costa Rica necesita cambiar; tenemos que sembrar la buena semilla y esa es la labor de todos.

¿Por qué estamos en este mundo?

¿Por qué estamos en este mundo? No lo sabemos. ¿Será porque somos los únicos capaces de contemplar la naturaleza? ¿Será porque somos los únicos seres capaces de contemplar con éxtasis la belleza de la luna en las noches claras y la radiante belleza de las estrellas?

No lo sabemos. Pero de lo que sí estoy seguro es de que vinimos a este mundo para dar buenos ejemplos y dejar huellas en nuestro paso, que es el sendero que conduce al camino del bien.

Si no cumplimos esta misión, nuestra presencia en esta vida es vana; a la persona que no dé buenos ejemplos, más le valdría no haber nacido.

hfallascordero@hotmail.com

El autor es abogado.