El OIJ a sus 50 años de creación

Si bien el OIJ hace su mayor esfuerzo por contribuir a la paz en los campos de su competencia, ciertamente la seguridad nacional es una responsabilidad compartida

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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cumple este mes 50 años de creación y de ser una policía técnica y científica, cuya principal misión ha sido otorgar a la comunidad costarricense y a todo visitante extranjero la paz social, la democracia, la transparencia, la integridad y los mejores valores de nuestra idiosincrasia.

Esta policía introdujo en la investigación de los delitos el profesionalismo fundamentado en la ciencia y la técnica, y, con ello, la garantía a la ciudadanía, ya sean víctimas o victimarios, del respeto a la Constitución Política y las leyes.

Cincuenta años después de haber nacido con apenas 25 personas y dos secciones —una de recolección de indicios y otra de investigación—, la institución cuenta con 3.519 funcionarios que atienden los delitos cometidos de frontera a frontera y de costa a costa, convirtiéndose en una de las instituciones más confiables del país.

El éxito no es fortuito. A cinco décadas de su creación, el propósito de evitar la impunidad, independientemente del poder económico, político, religioso o de cualquier índole de quienes delinquen, se cumple a cabalidad.

Los laboratorios de ciencias forenses acreditan internacionalmente muchas de las pericias que realizan, con las certificaciones más reconocidas a escala mundial, como son las normas ISO 17025, desde el 2017. Así, es hoy por hoy el primer laboratorio forense de Centroamérica en garantizar sus procedimientos. Además, en el 2018, el laboratorio de balística forense fue acreditado bajo la norma ISO 17020, y, de igual manera, es el primero en recibir tal reconocimiento en América Latina.

El OIJ emplea altos estándares en toxicología, armas de fuego y marcas de herramientas, y cumple la norma ISO 21043-2, centrada en las ciencias forenses, cuyos estándares forman parte del registro de la Organización de Comités de Área Científica para las Ciencias Forenses del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de los Estados Unidos. Es también el primer laboratorio forense fuera de Estados Unidos en adoptar dichos estándares.

El Departamento de Medicina Legal promueve la mejora continua en las pericias que realiza, entre estas, la antropología forense y la odontología forense, trascendental para el éxito de la investigación criminal.

Recientemente, fue renovada la infraestructura de toda la Sección de Patología Forense, que se encuentra actualmente haciendo ingentes esfuerzos por acreditar, mediante las normas internacionales señaladas, sus procesos en procura de la mejor calidad de sus pericias y resultados.

Los derechos humanos han sido parte fundamental en el recorrido del OIJ en estos 50 años. Una muestra de ello es la acreditación reconocida internacionalmente de varios despachos que cuentan con celdas de tránsito en la institución, a través de las normas de la Asociación Estadounidense de Correccionales.

Cincuenta años después de haber sido creado, el OIJ cuenta con 34 sedes regionales de investigación. En San José, tiene 12 secciones especializadas que investigan diferentes delitos cada una y un departamento especializado en crimen organizado, con 8 secciones especializadas, también, en las diferentes modalidades de este tipo de delitos, que hoy roban la paz de quienes viven en Costa Rica.

Pero el trabajo de estos despachos no sería posible sin el apoyo extraordinario de las unidades que conforman la Oficina de Planes y Operaciones, la Secretaría General y la Administración del OIJ, las cuales, cada una en su ámbito de trabajo, soportan el quehacer de la investigación.

Panorama actual

Si bien el OIJ hace su mayor esfuerzo por contribuir a la paz en los campos de su competencia, ciertamente la seguridad nacional es una responsabilidad compartida.

Hace falta que los poderes de la República y las instituciones que los conforman se unan a la lucha y, para ello, es necesario que cada funcionario levante la mano y contribuya a las tan anheladas paz social y seguridad ciudadana.

Desde su creación, hombres y mujeres del OIJ se esfuerzan hasta dar su vida en el cumplimiento de su labor, tratando de detener la delincuencia en cada rincón del país. Pero las entidades gubernamentales y privadas, y la gente pueden contribuir a minimizar el narcotráfico, la legitimación de capitales, los homicidios en aumento, los fraudes informáticos y muchos otros delitos que en la actualidad nos afectan gravemente.

Imagine, quien lee estas líneas, que si bien la Policía Judicial fue creada el 12 de diciembre de 1973 y comenzó sus operaciones el 1.° de julio de 1974, fue en octubre de 1974 cuando atendió el primer homicidio. Sin embargo, los homicidios en este momento suceden diariamente, y se prevé la mayor tasa en este 2023, de 16 por cada 100.000 habitantes. La provincia de Limón es la más afectada, seguida por San José y Puntarenas.

Quienes más mueren están entre los 18 y 40 años de edad, en su mayoría debido a ajustes de cuentas. No es algo fortuito, pues hay falta de atención a los sectores más vulnerables.

Los búnkeres de droga están en muchas de las comunidades y dejan cuantiosas ganancias a quienes cometen los delitos, pero también a comunidades colmadas de personas que, a causa del consumo, no son productivas para la sociedad.

La venta y el consumo exacerbado de marihuana también constituyen un problema, incluso por la disminución del precio internacional. La legalización de la droga en Costa Rica, lejos de ser beneficiosa, traería otros problemas que ya conocemos por la experiencia en otros países donde dieron este paso.

La disputa de territorios para la venta de drogas es otra problemática que enfrenta el OIJ, pues trae consigo el incremento en la tasa de homicidios. Y ni que decir de las costas, en las que un 25 % de los menores de edad viven en extrema pobreza, mientras en el resto del territorio el dato es de un 10 %.

En Limón, por ejemplo, un 55 % de la población tiene entre 9 y 19 años de edad, pero un 72 % ni siquiera terminó el noveno año de colegio. Significa, para las empresas generadoras de trabajo, la imposibilidad de instalarse en esas zonas, ya que no hay mano de obra calificada.

¿Cómo revertir la situación? Debe haber una labor conjunta, aportando cada uno esfuerzo, iniciativas y acciones, según corresponda.

En los gobiernos, debe darse una mayor concentración de políticas sociales y promoción de excelencia educativa y oportunidades de desarrollo para menores de edad. Pero en sus hogares, la población también puede hacer lo suyo, pues cada uno conoce su entorno y puede luchar por las mejoras en sus comunidades, lo cual incluye denunciar la criminalidad de manera confidencial a través de líneas como el 800-8000-645 del OIJ y organizándose para mejorar sus entornos.

El OIJ promete no abandonar a Costa Rica, seguir luchando contra la delincuencia y, sobre todo, apoyar la administración de justicia en favor del bien común, pero cada quien debe hacer su aportación para frenar la ola de violencia.

El autor es director del OIJ.