Representación ante la OCDE

El gobierno debe ser coherente: si apoyó nuestra incorporación, debe enviar a una persona que fortalezca el vínculo con la organización

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se autodefine como «una organización internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor», está integrada por 38 países, entre ellos, los que representan las economías más desarrolladas. Por tanto, para ser aceptado como miembro, el solicitante debe pasar por un riguroso proceso, que implica, como en el caso de Costa Rica, modificaciones en las leyes, decretos, reglamentos y acuerdos.

Mucho nos costó llegar a ser parte de la OCDE, nos tomó varios años y fue gracias a la visión de la administración Chinchilla, pero requirió el trabajo tesonero de equipos técnicos de tres gobiernos y enfrentar la oposición de funcionarios y personas vinculadas a las administraciones Solís y Alvarado, casualmente por no compartir algunos pilares de la organización, como la apertura comercial, la libre competencia y la eficiencia de los mercados.

Como país miembro debemos aprovechar nuestra vinculación para la modernización institucional que tanta falta nos hace, actualizar nuestra gobernanza y mejorar nuestra eficiencia para que las reformas aprobadas para el ingreso no sean las únicas, sino las primeras de una evolución institucional necesaria para la reactivación de la economía, lo cual traerá empleo y maximización en el uso de los recursos públicos, siempre escasos.

Definido nuestro papel en la OCDE, es fundamental el perfil de nuestro representante, que debe ser una persona convencida de las ventajas de la organización, que comulgue con sus ideas, visión y filosofía.

Resulta, por eso, contradictoria la escogencia de Ottón Solís para el cargo. Como señalaron diputados de varias fracciones, fue una de las personas que obstaculizaron el proceso y lideró la oposición contra varios proyectos de la agenda para la incorporación; asimismo, en estas mismas páginas, lanzó fuertes críticas a la OCDE y sus miembros, y cuestionó su autoridad moral, definiéndola como de doble discurso en materia de subsidios.

El gobierno debe ser coherente: si apoyó nuestra incorporación, debe enviar a una persona que fortalezca nuestro vínculo y a la misma organización.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga.