Letras de cambio: Listos para la foto

De las mesas de diálogo no surgió la solución al problema fiscal que al país tanto le urge

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La mesa de diálogo multisectorial convocada por el gobierno resultó ser un ejercicio democrático interesante. Igual fue la mesa de diálogo organizada por la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular.

En ambas concurrieron diversos sectores para discutir sobre los problemas nacionales y sus posibles soluciones. Es bueno escuchar las preocupaciones de los distintos grupos, así como las propuestas que surgen desde diferentes puntos de vista y las afectaciones que se le presentan a cada uno.

Sin embargo, de dichas mesas no surgió la solución final para el problema fiscal que al presidente Alvarado le urgía tener. Ahora el tiempo apremia y, con acuerdo con el FMI o sin él, deberán tomarse decisiones duras y que implican un cambio con respecto a lo que todos estamos acostumbrados. Es imposible esperar resultados distintos si se hace lo mismo de siempre.

Parte del problema es que las mesas priorizaron la búsqueda de consensos. Eso significa que quien se sentía afectado por alguna propuesta manifestaba su oposición a esta y, así, la relegaban a un segundo plano dentro de la mesa.

De ahí que la dinámica de discusión para solventar el déficit fiscal se volvió algo así como «no me toque lo que ahora el gobierno me da, y vaya a cobrar impuestos a los demás».

Y para reactivar la economía mucho de lo que se escuchó fueron los intereses propios de los sectores que estaban representados en las mesas.

El resultado es como un disparo en el pie, sobre todo en estos tiempos en que todo sucede a velocidades vertiginosas. Me temo que a Costa Rica le podría pasar como a la empresa Kodak, que apostó por continuar haciendo lo que siempre había hecho y esto la llevó a ser líder mundial en el mercado fotográfico, pero no se dio cuenta de que las cámaras digitales serían la nueva tendencia que la conduciría casi a desaparecer. Luego las cámaras digitales fueron desplazadas por las incorporadas a los teléfonos inteligentes.

Mientras discutimos qué hacer, el mundo avanza. La situación económica del país se complica cada vez más. La deuda pública sigue creciendo. Muchísima gente sigue sin empleo. Las oportunidades para generar más producción y puestos de trabajo van pasando sin que el país esté buscando la forma de aprovecharlas. Si no nos espabilamos, quedaremos listos para la foto.

lmesalles@ecoanalisis.org

El autor es economista.