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Sexualidad con prejuicio

“Lo que necesitamos es educación”
  • Jose Pablo Román
    PERIODISTA
  • Zaida Salguero llegó a la conclusión de que las personas con discapacidad no son asexuadas después de mucho tiempo de ocultarle a su hijo con esquizofrenia cualquier tema relacionado a su sexualidad e incluso solicitarle al doctor medicamentos que le quitaran sus deseos.

    "Es una necesidad biológica. El cuerpo se lo pide y mi hijo no ha podido acercarse a una mujer. Si yo supiera qué hacer para que él pudiera satisfacer sus necesidades, yo lo haría, pero la gente tiene muchos prejuicios”, expresó Salguero con tono de frustración al ver que su hijo no puede desenvolverse como él quisiera y por no saber qué hacer para que los demás entiendan que las PcD, como cualquier otra, tienen deseos sexuales.

    La creencia popular de que las PcD son asexuadas es uno de los principales mitos que afecta a estas personas en el desarrollo y disfrute de su sexualidad, según la ya mencionada psicóloga Karla Ballesteros.

    “Nos ven como asexuadas porque creen que no tenemos deseos. Que no sentimos. Que si alguien se nos acerca es solo para aprovecharse de nosotros. Como personas con discapacidad somos iguales y tenemos los mismos deseos que las personas que no tienen discapacidad”, criticó Ballesteros.
    “Muchas veces oís comentarios de que ‘uy es que las PcD son muy alborotadas y calientes’ y no es eso. Es que no saben expresar ese deseo, ese sentir”, explicó Ballesteros.

    Aunque la asexualidad y el mito de que las PcD tienen deseos sexuales exacerbados pueden parecer situaciones contrarias, para la sexóloga Margarita Murillo, el desbordamiento sexual es una de las amenazas más peligrosas que puede sufrir una persona que es reprimida sexualmente.

    “El desbordamiento es lo más serio y pueden (algunas personas con esquizofrenia) convertirse de verdad en amenaza y llegar incluso a acosar o abusar, y no con una intención pedófila, sino por desbordamiento de su deseo erótico porque no tienen dónde expresarlo. Y la energía erótica estabiliza la emoción. Entonces es tanta su frustración, su miedo y su tristeza, que se erotizan y se masturban compulsivamente y pueden llegar a querer masturbar o hacer otras cosas más agresivas a otras personas”, explicó Murillo.

    Según Murillo, la falta de oportunidades que tienen las PcD para aprender sobre su sexualidad hace que existan episodios en los que esta población desarrolla conductas inadecuadas.

    “Lo que necesitamos es educación. Una vez una madre me dijo que su hijo con esquizofrenia estaba intentando tocar a su sobrina, pero él no tenía conocimiento que eso estaba mal. Yo le expliqué que eso no era correcto y que podía ir a la cárcel y él lo entendió”, recordó Salguero.

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    Un servicio brindado por la Universidad Santa Paula como parte de este reportaje.

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