Recope incorporará etanol en gasolina: ¿afectará el rendimiento de su vehículo?

Plan incluye trasladar a tarifas de combustibles ¢12.000 millones requeridos para acondicionar instalaciones, indicó la Refinadora ante consultas de Aresep. Producto diluido avanzará gradualmente a la gasolina regular

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La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) confirmó planes para incorporar etanol en la gasolina súper de forma gradual a partir del 2024, de acuerdo con informes y oficios enviados por la empresa pública en respuesta a consultas de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).

La iniciativa forma parte del Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública (PNDIP) 2023-2026, que presentó el Gobierno en diciembre.

Una de sus metas es incorporar este aditivo producido a base de maíz o caña de azúcar en el combustible. El proyecto está valorado de manera preliminar en ¢12.000 millones, monto que se trasladaría a las tarifas que pagan los consumidores de hidrocarburos, como parte de los gastos operativos de Recope.

En febrero, la Aresep consultó a Juan Manuel Quesada, jerarca de la Refinadora, cómo se implementará el plan.

La urgencia de una respuesta, según la Autoridad, es que este proyecto implicará “el desafío de redefinir de manera oportuna el proceso de regulación económica, incluida la tarifaria, así como el proceso de regulación de la calidad aplicable”, señala el oficio OF-0175-IE-2023 del 21 de febrero anterior.

Karla Montero Víquez, gerente general de Recope, respondió el 15 de marzo a la Intendencia de Energía de la Aresep con un primer informe sobre el avance del plan, con fecha de enero.

Crear confianza en usuarios

Según el texto de la propuesta, la intención es diluir hasta 10% de etanol por litro de gasolina súper.

No obstante, se aclara que para concretar la mezcla debe emitirse previamente un decreto ejecutivo que establezca la obligatoriedad de las especificaciones de calidad tanto para esa composición de etanol en la gasolina como para el etanol que se vertirá en el carburante.

Se plantea iniciar con la gasolina súper “para favorecer la creación de confianza del consumidor en el uso de mezclas, porque al dejarse abierta la opción de que los vehículos más antiguos sigan utilizando Gasolina Plus 91 (conocida como regular), se puede contribuir a reducir la resistencia al uso de estas”.

Eso sí, la idea es avanzar posteriormente hacia la gasolina regular, pues de acuerdo con el PNDIP, para el 2026, el porcentaje previsto de etanol debe ser de al menos 8% en ambas gasolinas.

El etanol como aditivo reduce el desempeño por distancia del combustible frente a gasolina pura, lo cual puede elevar el consumo en vez de impulsar una disminución de la factura petrolera, como han confirmado dos agencias del Gobierno de Estados Unidos.

Al tener menor contenido energético que gasolina al 100%, este tipo de producto fomenta un mayor consumo del vehículo, confirma la oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable; adscrita al Departamento de Energía del Gobierno de Estados Unidos.

La Administración de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA) también advierte que “el contenido energético del etanol es aproximadamente un 33% menos que la gasolina pura”, señala esa agencia en un documento explicativo.

Desde diciembre, el PNDIP advirtió sobre riesgos “político-legales” por interrumpirse la venta de gasolinas en estado puro, pero el informe de la Refinadora no hace referencia a estos aspectos.

Esta más bien sugiere comprar el etanol al menor precio posible al momento de iniciar la distribución en Costa Rica, independientemente de su origen. No obstante, sí señala que el mercado de referencia por menor costo es Estados Unidos.

Adecuación de terminales

La empresa informó a la Aresep, en el documento de avance, de su necesidad inicial de subir las tarifas para generar ingresos por $4,5 millones para acondicionar sus terminales (tanques de almacenamiento y equipos para venta) de cara a la distribución del nuevo producto.

La única excepción, indica el texto, es la terminal en Moín (Limón), la cual cuenta con un sistema en sus cargaderos de hidrocarburos por el cual esta instalación tendría la posibilidad de realizar la mezcla desde el comienzo y sin necesidad de adecuaciones.

No obstante, el texto confirma que el trasiego del etanol a los planteles de Recope en Barranca (Puntarenas), la Garita (Alajuela) y El Alto de Ochomogo (Cartago) sería mediante camión cisterna; un gasto en transporte que también habría de trasladarse a las tarifas de los consumidores. No se podrá utilizar el poliducto que cruza el país porque el etanol o sus mezclas con gasolina tienen un “efecto detergente” en la tubería.

Entre sus justificaciones para dar el paso, la empresa argumenta que el etanol bajaría las emisiones anuales asociadas al calentamiento global de la atmósfera.

Según sus análisis, Recope dice que Costa Rica habría reducido un promedio anual de emisiones de 72.900 Toneladas Métricas Equivalentes de Dióxido de Carbono (TM de CO2e) de haberse agregado 10% de etanol hecho con maíz en la gasolina súper en el periodo de 2013 a 2021.

Con etanol producido a partir de caña de azúcar habrían sido 128.000 TM de CO2e, según la empresa.

Recope también aportó varios escenarios de elaboración propia de presuntas disminuciones entre ¢3 y ¢12 en el precio por litro de la súper si en el país se hubiera mezclado 10% de etanol en ese hidrocarburo.

Este plan presentado por la administración de Rodrigo Chaves constituye el décimo intento en la historia de Costa Rica de ofrecer esta versión de gasolina diluida como ruta para mitigar las emisiones causantes de alteraciones en el cambio climático, por efecto del ser humano.

El anterior se dio en el gobierno de Carlos Alvarado Quesada (2018-2022). Ese plan fracasó a pocos días de su anuncio, en mayo de 2019, en medio de críticas a la Refinadora por eventuales daños a los motores de los vehículos, un aumento previsto en el gasto de los conductores por el menor rendimiento energético del nuevo combustible y la escasa divulgación de supuestos estudios al respecto.

En febrero del 2006, Recope decidió llegar a vender gasolina con etanol en Puntarenas y Guanacaste, por un año, en un plan que desató quejas de los propietarios de los vehículos por los efectos en sus motores.