ICE sobre demanda por explosión de celular: ‘Se trató de un caso aislado’

Entidad asegura haberse reunido con representante de turista afectada y con fabricante del teléfono; mujer reclama ¢120 millones

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

“Un caso aislado”. Así calificó el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) la explosión de un teléfono celular que distribuyó y causó heridas a una turista argentina a inicios de año.

Por el hecho, la mujer reclama ¢120 millones al operador teléfónico, según una demanda presentada el viernes ante el Juzgado Contencioso Administrativo. El caso se encuentra en trámite de admisión.

El Instituto aseguró que desde que tuvo conocimiento del incidente activó todos los protocolos de atención al cliente, “así como las gestiones pertinentes con el proveedor del equipo”.

“Como parte del análisis, serio y responsable, también se solicitó el criterio oficial del fabricante del equipo a fin de contar con mayores elementos técnicos y fácticos que permitan valorar y definir los escenarios que en derecho correspondan”, explicó el área de prensa de la entidad ante consultas de La Nación.

El hecho habría ocurrido en enero a Sonia Leyla Riobo, una profesora de artes visuales radicada en Buenos Aires.

La mujer de 29 años afirma que vino a Costa Rica de paseo y solicitó a una amiga que la ayudara con la suscripción de un contrato de una línea celular y un aparato. Aunque este contrato se firmó el 15 de enero a nombre de la amiga para facilitar el trámite, Riobo fue la usuaria final tanto de la línea como del celular entregado por Kölbi.

Según su relato, el 20 de enero por la noche, puso el celular a cargar cerca de su cama, en la casa de unos amigos suyos en San Carlos, Alajuela.

A eso de las 7:30 a. m. del día siguiente, agrega, al tomar el aparato, este explotó sorpresivamente, causándole quemaduras de segundo y tercer grado en una mano, pelo y piernas.

Para la atención de las heridas, dice que requirió varias visitas a centros médicos para que le removieran fragmentos del aparato que le quedaron en la piel y le atendieran las lesiones.

El ICE identificó el aparato que explotó como un celular del fabricante chino BMobile modelo Speed 5, el cual se incluyó en la oferta móvil de esa empresa desde el 10 de enero del 2019 hasta agotar existencias.

BMobile es un proveedor de celulares y servicios de telecomunicaciones de Trinidad y Tobago.

“Como es usual, en la atención de cualquier reclamo por terminales móviles, se realiza la revisión por parte del taller de servicio especializado, así como las indagaciones respectivas procedentes. En el caso en mención, el resultado de ambos procesos permitió concluir que tenía las características de ser un caso aislado”, agregó la entidad.

En su respuesta, el Instituto también recalca que en los últimos meses “se realizaron reuniones y conversaciones conjuntas con los representantes del fabricante y asesores legales de la sra. cliente”.

Este martes, el Instituto todavía no había sido notificado de la demanda, no obstante, la institución adelantó que de concretarse el trámite, se presentará ante los Tribunales de Justicia para contribuir con el caso conforme a derecho y a los principios del debido proceso.

“El Instituto se ha mostrado desinteresado en este asunto luego de haber dado un celular con todas las condiciones y garantías de excelencia y que, sin embargo, explotó. Se trató de hacer un intento previo de negociar con el ICE pero fue totalmente imposible. Esto va en contra del interés del consumidor en una situación muy seria que pudo hacerle perder a vida a una persona”, afirmó Rodolfo Alvarado Moreno, abogado de la turista.

La demandante incluye en su queja fotografías de las heridas, facturas de gastos médicos, imágenes del sitio donde fueron los hechos, dictámenes médicos remitidos de Argentina donde, según Riobo, sigue en tratamiento; copia de un formulario de devolución del dispositivo al ICE e incluso intercambios de correos electrónicos con áreas administrativas de esa institución.