El Gobierno anunció la construcción de una red de tratamiento de aguas residuales y un programa de control de inundaciones, como parte de sus planes para reactivar la economía de Limón.
Estas obras permitirían una mayor llegada de turistas a Limón, así como un mejor clima de inversión para las industrias, debido a que se reducirían las probabilidades de inundaciones en la ciudad, dijo el presidente de la República.
“Esto traerá una reactivación económica para Limón y beneficios para las personas de las comunidades. Esto tiene que ver con salud, pero también con la reactivación económica por las condiciones que genera para atraer turismo y nuevas industrias”, manifestó.
Para financiar los proyectos de infraestructura, el mandatario firmó esta mañana, una ley apoyada por los diputados, que aprueba un crédito de $55,08 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), entidades a cargo de las obras, aportarán una contrapartida de $1,6 millones para poder construir las obras.
No obstante, la construcción iniciaría entre el 2020 y 2021.
Ambas iniciativas fueron rescatadas del fallido plan Limón Ciudad Puerto y se encuentran dentro del Plan Nacional de Desarrollo impulsado por este Gobierno, así como dentro de los acuerdos con la Mesa Caribe, que lidera el vicepresidente Marvin Rodríguez.
“Tenemos que propiciar las condiciones que habiliten la inversión para poder desarrollar la provincia de Limón”, señaló Rodríguez.
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Además, forma parte de la cartera de $1.000 millones que el Gobierno prometió invertir en Limón, provincia que atraviesa una crisis de empleo por el cambio en el modelo portuario en el Caribe.
La presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga, añadió que adicionalmente a este proyecto para Limón, su institución trabaja en el desarrollo de otros dos programas de saneamiento en Moín y Puerto Viejo.
Entre los tres proyectos, Limón pasaría a tener una cobertura de tratamiento de aguas negras de 816 hectáreas, actualmente es de 303.
“Si una zona costera no tiene buen manejo de aguas residuales, tiene un impacto directo sobre la visitación turística y la economía que genera esta actividad”, manifestó Astorga.
Las obras generarán 250 empleos temporales, mientras que se contratarían 25 trabajadores fijos, una vez entren en operación ambos programas.