Los usuarios percibirían una rebaja de ¢115 en el litro de gasolina regular y de ¢26 en el litro de súper en los primeros días de febrero, conforme a los plazos previstos por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) para la tramitación de un ajuste extraordinario de precios que salió a consulta el pasado 26 de enero.
Aresep plantea bajar el precio por litro de gasolina regular de ¢786 a ¢671, y el de la súper de ¢748 a ¢722. En tanto, el diésel tendrá un aumento de ¢8, así que el litro pasaría de ¢750 a ¢758.
Cuando cambien los precios, los consumidores de regular ahorrarán ¢5.175 al comprar 45 litros. El ahorro para los usuarios de súper será de ¢1.170 por la misma cantidad de ese hidrocarburo.
La oficina de prensa de Aresep informó de que la consulta pública para estos ajustes concluye el próximo miércoles 1º. de febrero.
La Intendencia de Energía resolverá estos ajustes el jueves 2 de febrero cuando prevé remitir la decisión para su publicación en el diario oficial La Gaceta. Si se publica la resolución el viernes 3 de febrero, los nuevos precios empezarán a regir el sábado 4 o en el transcurso de la siguiente semana.
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“Esto siempre y cuando la Refinadora Costarricense de Petróleo no aplique ninguna táctica dilatoria del proceso como sí lo ha hecho en los últimos meses y que perjudica a los consumidores”, aclaró el área de prensa de la Aresep.
El regulador general, Eric Bogantes Cabezas, aseguró, el 9 de enero anterior, que Recope ha venido aplicando tácticas dilatorias en el trámite de rebajas de combustibles en los últimos meses, las cuales han atrasado el traslado de esos ahorros a los consumidores.
Datos de la propia Autoridad prueban que la refinería aplicó dichas trabas en los espacios de consulta pública ligados a varios ajustes extraordinarios que luego derivaron en rebajas.
Por metodología, la Aresep tiene 15 días para resolver estos ajustes una vez creado el estudio tarifario correspondiente. Solo la consulta pública consume tres días. Ese es un espacio abierto a los usuarios para enviar objeciones, observaciones y otros insumos para resolver el trámite.
Bogantes Cabezas aseguró que, de agosto a diciembre cuando se dieron cuatro rebajas extraordinarias de precios, Recope acudió a cada consulta pública para agregar información a cada trámite el propio día en que vencía la fase. Esto atrasó todo el proceso, denunció el regulador.
En una de esas ocasiones, la táctica no funcionó porque envió los datos en forma extemporánea por cuestión de minutos, explicó Bogantes.
El regulador general insistió en que este comportamiento de la Refinadora tiene un efecto en los consumidores quienes no perciben las rebajas en los plazos dispuestos por ley.
“Nosotros no podemos saltarnos legalmente procesos. Valoramos emitir una resolución de Junta Directiva para separar quién puede participar en la consulta pública. Ese espacio es para escuchar la voz del usuario, no de algún operador que la usa para estos fines. Creemos que debemos hacer esa separación”, adelantó el regulador.