Un año después de que se destapara la crisis en Cardiología, el Hospital México tiene 246 enfermos en lista de espera de cateterismo cardíaco.
Aunque esos números son menores a los que había un año atrás –503, según la Dirección Médica–, las autoridades de ese centro admiten que su promesa de dejar en “cero” esa lista es imposible de cumplir.
Hay una razón, aseguran: dos de cada tres cateterismos que se realizan son de los pacientes que ingresan por el Servicio de Urgencias.
Desde que se inició el plan de contingencia para sacar los enfermos en espera desde el 2009, se han efectuado 2.181 procedimientos, de acuerdo con Douglas Montero Chacón, director general del Hospital México.
Montero reconoció que la lista para operaciones del corazón no ha podido moverse como se esperaba, pues hay un total de 316 pacientes en lista y los más antiguos son del 2010.
Esto se debe, aseguró Montero, a la crisis de quirófanos que aún enfrenta el hospital desde que una falla eléctrica redujo su capacidad instalada.
Por ahora, agregó, el San Juan de Dios los está apoyando al atender los casos quirúrgicos de Alajuela, que pertenece al área de referencia del México.
La gerenta médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), María Eugenia Villalta Bonilla, informó de que ya se han invertido ¢260 millones de los ¢700 millones destinados al programa vespertino para atender cateterismos en el México.
Villalta resaltó que el plan para hacer frente a la patología coronaria echó a andar mucho antes de que la exjefa de Cardiología del México, Sofía Bogantes, revelara una lista de enfermos fallecidos mientras esperaban cateterismo en ese hospital.
La denuncia de Bogantes desencadenó investigaciones en la CCSS y en la Fiscalía.
Según la oficina de prensa del Ministerio Público , preliminarmente se investigan los delitos de homicidio culposo e incumplimiento de deberes. Todavía no hay imputados. La Fiscalía analiza 149 expedientes.
Cambios. En varias entrevistas con La Nación , Bogantes ha cuestionado la depuración de las listas y asegura que han sido maquilladas porque hay pacientes que siguen muriendo.
Sus revelaciones, al menos, sirvieron para reestructurar el servicio que alguna vez estuvo a su cargo, dijo Carlos Chaverri Montero, jefe del Departamento de Medicina del México y quien fuera jefe directo de Bogantes.
Según él, el clima organizacional ha mejorado, las decisiones se toman en equipo y se está haciendo uso de herramientas como la Telemedicina para agilizar la atención de los pacientes.
El número de camas dedicadas a estos pacientes pasó de dos a ocho, y se está en espera de la aprobación de un nuevo angiógrafo y de la llegada de un profesional en hemodinamia para reforzar los servicios.
La gerenta médica dijo que el programa cardiovascular para adultos que se desarrolla en los hospitales, podría contar con el asesoramiento del médico de origen costarricense, Eduardo da Cruz, quien dirige el Instituto Pediátrico del Corazón, en Colorado, Estados Unidos.
Da Cruz ha colaborado exitosamente con el Programa Cardiovascular Pediátrico, del Hospital Nacional de Niños.
La defensora de los Habitantes, Montserrat Solano Carboni, advirtió de que, aunque “el incendio está controlado”, aún no hay garantía de que no se volverá a activar una crisis similar.
Esa entidad admite que las cifras de pacientes en espera bajaron, pero cree que la CCSS debe mejorar el manejo de las listas de espera para ser más confiable.