“Niños de 10 años no saben leer ni escribir textos simples”. Este es un titular de La Nación de agosto del año pasado. Es preocupante. Más aún al escuchar al filólogo Luis Solano Solano explicar los beneficios de aprender a leer desde temprana edad. Según el especialista, el ser humano puede hacerlo desde los 3 años, e incluso antes, lo que se convierte en una puerta al conocimiento de la ciencia, la historia o el arte.
Retrasar el aprendizaje de la lectura, como está ocurriendo en Costa Rica con escolares de centros educativos públicos, se convierte en una nueva barrera de acceso al conocimiento. Es decir, un obstáculo para miles de niños que estarán condenados a un rezago considerable.
En el capítulo de este miércoles de “Estar Bien”, exploramos con Luis Solano la magia de la lectura.
Es inevitable preocuparse por la situación costarricense. Solano ha realizado esfuerzos personales para que los centros educativos implementen programas, tanto en primaria como en secundaria, que promuevan las habilidades de la lectura.
“La lectura no se aprende naturalmente, como se adquiere la habilidad del habla. Nuestro cerebro está preparado para aprender cualquier lengua del mundo, pero no es así con la lectura, que es un acto que tenemos que aprender para desarrollar nuestras habilidades cerebrales”, advirtió el experto quien, entre muchos otros cargos, fue profesor de Filología Española en la Universidad de Salamanca, en España.
¿Cómo se aprende a leer?, le preguntamos. Según Solano, la lectura tiene que ser enseñada de una manera particular en las escuelas, porque es una habilidad compleja.
“Es un acto que puedo calificar de mágico. En ese momento, la persona abre la puerta a un mundo del cual no puede imaginar lo que viene después. Es la puerta al conocimiento, a la imaginación y a la creación”, explicó.
Solano relata la experiencia del escritor colombiano y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, a quien le costó aprender a leer. El autor de Cien años de soledad aprendió cuando le enseñaron los sonidos de las letras, no sus nombres, sobre todo, el de las consonantes.
Para Solano el retraso en aprender la habilidad de leer que padecen miles de escolares costarricenses es una fatalidad.
“Ha sido una experiencia lamentable para Costa Rica el hecho de que cambiáramos el sistema de lectoescritura a metodologías disque modernas. Nunca entendí por qué lo cambiaron porque el sistema que teníamos funcionaba”, comentó.
No aprender a leer tempranamente tiene un impacto negativo para los estudiantes porque sufren un retraso enorme en el aprendizaje de otras materias, ya que la lectura es la base fundamental para poder acceder a otros conocimientos.
“Sin la lectura, no podríamos acceder al entendimiento de la Biología, la Historia o la Química, especialmente la literatura. Hay un rezago”, enfatizó.
En su experiencia como profesor de Español como segunda lengua a personas de todas las edades de países como Corea, Japón, China y Estados Unidos, Solano descubrió que en esas naciones tienen una facilidad natural para la lectura.
“Ellos leen naturalmente porque su sistema les ha permitido acceder de una manera natural y profundizar al mismo tiempo en los contenidos”, dijo.
Lo invitamos a ver y a escuchar la entrevista completa con el filólogo Luis Solano en el video y podcast de “Estar Bien”.