Salud olvidó reforzar prácticas protectoras contra covid-19, reclaman expertos

Lavado de manos, presencia de lavatorios y uso de mascarillas en espacios cerrados están ausentes en mensajes de autoridades sanitarias

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Las autoridades sanitarias desperdiciaron la oportunidad de reforzar mensajes protectores contra la covid-19 en estos últimos meses pandémicos. Lo anterior, a criterio de expertos, expone a la población a riesgos innecesarios que podrían aumentar la carga de la enfermedad en el sistema de salud.

El señalamiento lo hacen especialistas en infectología, epidemiología y salud pública pocos días después de que el Poder Ejecutivo anunciara el acuerdo tomado por la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) de eliminar la obligatoriedad de la vacuna anticovid en personas adultas.

La medida entrará a regir cuando salga publicada en el diario oficial La Gaceta. A partir de ese momento, los únicos obligados a vacunarse serán los trabajadores de servicios de salud con atención directa de pacientes.

La exministra de Salud y especialista en infectología pediátrica, María Luisa Ávila, considera que el momento epidemiológico actual es el apropiado para una decisión de estas por los niveles de cobertura de vacunación alcanzados.

Sin embargo, Ávila critica la forma como el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, y su ministro interino de Salud, Alexei Carrillo Villegas, comunicaron el mensaje sin darle a la ciudadanía una explicación clara de qué es lo que sigue.

Para la exministra, el mensaje no informa sobre los planes para vigilar la enfermedad y a los grupos de mayor riesgo. Tampoco se especifica, según señala, cómo se manejarán los hospitales ni las pruebas diagnósticas para la vigilancia centinela de la covid-19.

Al respecto, el microbiólogo y salubrista Darner Mora Alvarado considera que la medida anunciada forma parte de la línea de la actual administración de debilitar la cultura de la vacunación.

“No hace falta quitarla, no hace falta un decreto para eso. Seguiremos viendo ese tipo de decisiones radicales en contra de la vacunación, lo cual tendrá repercusiones a mediano y largo plazo”, manifestó Mora.

El también director del Laboratorio Nacional de Aguas reiteradamente ha insistido en la necesidad de mantener una de las medidas contra la covid-19 más efectivas: el lavado de manos no solo para prevenir la diseminación de este mal sino también de numerosas enfermedades infecto-contagiosas.

Deuda acumulada

El epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), Juan José Romero Zúñiga, considera que desde hace varios meses las autoridades de salud han quedado debiendo en sus mensajes a la población.

“Son voces de autoridad las que no hablan tan bien a favor de las prácticas para la salud. Desde que se desaparecen los lavatorios, el alcohol en gel, el desinfectante para los carritos en el súper o las mascarillas, desde que no se utilizan en ninguna reunión, inclusive de personal de salud, todo eso permea y da un mensaje que es: ¡esta cosa se acabó! ¡Ya no nos preocupemos por esto!

“¡No, no señores! ¡Las cosas no son así! El virus sigue andando por aquí y le puede agarrar a cualquiera. Conozco a gente vacunada que se ha infectado y la han visto muy mal. Mi pregunta es ¿y qué si no hubieran estado vacunados? ¡No lo sé porque gracias a Dios estaban vacunados!”, comenta Romero.

El epidemiólogo está de acuerdo en la necesidad de reactivar el sistema económico y el educativo del país, pero advierte que las autoridades olvidaron una triada muy importante en Salud Pública: conocimiento, actitud y práctica (CAP).

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“Eso se nos olvidó. Cosas simples como el hecho de que la gente se quite la mascarilla o deje de lavarse las manos cuando hubiera sido más fácil haberse acostumbrado; esas cosas no las entiendo. Tiene que ver con que, desde arriba, no se aprovechó la oportunidad de seguir insistiendo en el conocimiento que hace la actitud y que hace el hábito. Por ahí se falló mucho”, advierte Romero.

Al epidemiólogo e investigador de la Universidad Hispanoamericana, Roberto Carlos Salvatierra Durán, le preocupa la ausencia de campañas de educación que acompañen decisiones como las anunciadas por el Poder Ejecutivo, el lunes 27 de marzo.

“Entendemos que se quiera quitar esa obligación en las personas aduciendo que los mayores de edad tienen libertad sobre su salud. Entendemos la razón social, pero nos preocupa siendo el Poder Ejecutivo el que debería ser un ente regidor y velador de la salud del país.

“Se está quitando la obligatoriedad sin campañas de información y sin llamados constantes a la vacunación”, reclama Salvatierra.