Médicos monitorean a 60 bebés para detectar posibles daños cerebrales causados por zika

Enfermedad causa síndrome congénito cuya manifestación física más evidente es la microcefalia, o un cráneo más pequeño de lo normal.

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El Hospital Nacional de Niños (HNN) vigila atentamente un grupo de 60 niños, hijos de mujeres infectadas con zika en el embarazo, para detectar la aparición de posibles daños cerebrales que puedan estar asociados al ataque de este virus.

El seguimiento de su desarrollo será de al menos dos años. Está a cargo de médicos de diferentes especialidades de la Clínica de Infecciones Congénitas, informó la jefa de Infectología de ese hospital, María Luisa Ávila Agüero.

La gran mayoría de estos bebés nació sin una malformación física evidente. Sin embargo, en el transcurso de sus primeros meses de vida pueden presentar microcefalia (cráneo más pequeño de lo normal), daños auditivos y ceguera, entre un grupo de lesiones vinculadas al síndrome de zika congénito.

Por eso, serán vistos por oftalmólogos, otorrinolaringólogos, neurólogos y especialistas en desarrollo como parte del protocolo de atención para estos casos.

El grupo irá creciendo conforme se produzcan más nacimientos de mujeres que hayan estado en contacto con el virus.

"Desgraciadamente, sí se prevé un aumento porque el zika es una infección que vino para quedarse. Esperamos que la mayoría se pueda descartar", agregó Ávila.

La infectóloga explicó que antes del zika esta clínica atendía un promedio de 30 niños con microcefalia asociada a otros virus, como el citomegalovirus, la sífilis congénita y la hepatitis B.

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La clínica ha tenido que elevar la frecuencia de atención debido a la demanda de estos pacientes, referidos de todo el país. Se pasó así de dos jueves al mes, a todos los jueves, y se incrementó el tiempo de consulta.

En el 2016 y lo que va de este año, el Ministerio de Salud ha registrado 166 embarazadas que se han infectado con zika en algún momento del periodo de gestación.

Entre un 25% y un 30% de ellas ya dieron a luz, pero se espera que el resto tenga a sus bebés en los próximos meses, confirmó el director de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud, Daniel Salas Peraza.

Salas hizo un llamado a proteger a este grupo de población, considerado el de mayor riesgo por la posibilidad de que la madre infecte a su bebé durante el embarazo (transmisión vertical del virus) y que este nazca con secuelas que le afectarán de por vida.

Síndrome

La microcefalia fue, hasta hace poco, la malformación congénita asociada a la infección con zika.

Este virus es transmitido por el zancudo Aedes aegypti, responsable también de infectar el dengue y la chikunguña.

La aparición de cientos de recién nacidos con ese problema en Brasil, en el 2015, encendió la alerta sobre la presencia del zika en América.

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Desde el año pasado, el Ministerio de Salud de Costa Rica empezó a clasificar los nacimientos de niños hijos de mamás positivas por zika ya no como microcefalia sino como síndrome congénito asociado al zika, también llamado síndrome de zika congénito (SZC).

De acuerdo con los últimos datos, este año han nacido tres bebés con ese síndrome, todos en la provincia de Puntarenas. Los tres tenían microcefalia.

En el 2016, nacieron dos niños en las mismas condiciones, en Puntarenas y San José.

Este problema de nacimiento (congénito) es origen de dificultades de aprendizaje y trastornos del desarrollo en los niños.

"Tratándose del zika, la microcefalia es la malformación trazadora para darle vigilancia a ese síndrome congénito, por ser evidente al nacimiento y ser relativamente fácil de diagnosticar por medio de ultrasonido", explicó Adriana Benavides, pediatra y coordinadora de la Unidad de Enfermedades Congénitas, en el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).

Este instituto es el responsable de realizar en el país la prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa), para detectar la presencia del virus en sangre y orina.

Estos exámenes se le practican a casos sospechosos con el fin de confirmarlos, descartarlos o clasificarlos como casos probables.

La especialista explicó que el riesgo de que una embarazada a quien le dio esta enfermedad tenga un niño con SZC está entre un 1% y un 5%.

"La probabilidad es baja pero el impacto de que te toque a vos es devastador para toda la familia. Los periodos de mayor riesgo para el bebé son el primer y segundo trimestre de la gestación, que es donde se pueden producir los mayores daños al cerebro.

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"Sin embargo, si la infección se da en el tercer trimestre puede ser que los trastornos neurológicos no se manifiesten en el momento del nacimiento sino durante el primer año de vida", dijo Benavides.

Este síndrome es prácticamente nuevo.

"El último virus que se asoció con defectos congénitos en el mundo fue la rubéola, y eso fue hace más de 50 años", dijo Benavides.

María Luisa Ávila, por su parte, describió a este síndrome como "la nueva rubéola".

Criterios

Por ahora, se están vigilando los hijos nacidos de mamás que dieron positivo por zika.

Los bebés de quienes no tuvieron síntomas de la enfermedad durante el embarazo (asintomáticas) o no hubo sospechas médicas de la infección con el virus, llevarán su control normal en otros niveles de atención, como el seguimiento en los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebáis).

Adriana Benavides confirmó que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está alistando los lineamientos que servirán como hoja de ruta para que los profesionales en ciencias de la salud puedan detectar a tiempo casos sospechosos y remitirlos a la Clínica de Infecciones Congénitas.

"Entre más oportunamente se aborde el niño tiene menos posibilidades de quedar con secuelas graves. No es lo mismo para una mamá un niño que se pueda sentar a uno postrado toda la vida, o uno que pueda tragar y uno que necesite sonda", agregó la pediatra.

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Benavides dijo que hay mujeres que se conforman cuando le dicen que la prueba del niño salió negativa por zika y dejan de llevar al bebé a los controles. No supo precisar cuántas de estas madres se han alejado de la consulta y no han podido ser contactadas de nuevo.

Médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud están recibiendo capacitación para mejorar la detección y el diagnóstico de estos casos.

Parte de las medidas de abordaje incluyen:

1. La identificación de los casos sospechosos a partir de la clínica, los síntomas y signos, y los antecedentes de infección con zika de la madre o el padre.

2. Notificar al Centro de Registro de Malformaciones Congénitas del Inciensa, y al Sistema de Vigilancia de Salud Nacional, a cargo de la Caja y del Ministerio de Salud.

3. Tomar muestras de sangre y orina al bebé para clasificar el caso y saber si está o no asociado al zika. Las pruebas se hacen lo más cercano posible al nacimiento, pues aún se desconoce cuánto tiempo puede durar el virus en la sangre.

4. Prueba PCR para detectar el ARN del virus en la sangre y en la orina.

Las mujeres con antecedentes de zika en el embarazo tienen derecho a un control prenatal para embarazadas de alto riesgo.

Esto incluye un ultrasonido prenatal después de las 20 semanas de gestación para detectar si el bebé viene con microcefalia.

Dentro de los lineamientos que está por emitir la Caja, también tendrán derecho a recibir atención psicológica tanto ellas como los miembros de su familia, informó Benavides.

Protección

Daniel Salas Peraza hizo un llamado vehemente a continuar con la eliminación de criaderos de zancudos y a proteger a las embarazadas de esta enfermedad.

Hasta ahora, han detectado en todo el país unos 700.000 criaderos de zancudos transmisores.

La eliminación de llantas viejas y cualquier objeto que acumule agua y que pueda servir de depósito de huevos de Aedes aegypti, debería ser la principal medida para reducir el riesgo de esta enfermedad.

A las embarazadas se les recomienda no ir a sitios de alta circulación del virus.En estos momentos, la mayor tasa de incidencia está en sitios como Orotina, Matina, Siquirres, Esparza, San Mateo y Abangares.

El Ministerio de Salud también reporta un número importante de casos en Puntarenas, Talamanca, Bagaces y Montes de Oro.

El zika no da síntomas en un 80% de los casos.

La enfermedad puede causar fiebre elevada, zarpullido, conjuntivitis, dolor de cabeza, hinchazón en piernas y, con menor frecuencia, falta de apetito, diarrea y vómito.

El primer caso de microcefalia asociada al zika se registró en agosto del año pasado, cuando un bebé nació con esta malformación en el Hospital San Carlos, en Alajuela.

Los últimos dos nacimientos notificados sucedieron en marzo. Las mamás de estos niños son una mujer de 40 años y una adolescente de 16.

Al zika también se le asocia con un síndrome neurológico llamado Guillain-Barré, que paraliza temporalmente varios músculos del cuerpo.

El primer caso autóctono de esta enfermedad en Costa Rica fue en una joven embarazada oriunda de Sámara, en Guanacaste.