Lo que comenzó como una capacitación sobre el uso correcto del traje para protegerse contra el virus del Ébola, se transformó ayer en una sesión de airados reclamos del personal de salud en el Hospital San Rafael de Alajuela.
Este centro médico fue escogido por las autoridades del Ministerio de Salud y la Caja para atender los casos sospechosos de ese virus que se detecten en el país.
El anuncio sobre esa selección se hizo hace ocho días. La principal razón de la escogencia fue su cercanía con el aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Sin embargo, médicos, enfermeras, microbiólogos y misceláneos de ese hospital aprovecharon la primera sesión masiva de capacitación para denunciar que, según ellos, no están listos para atender a posibles enfermos.
La microbióloga Grace Chaverri aseguró que el personal de ese servicio no cuenta ni con la infraestructura ni con los insumos básicos para manipular las muestras de ébola.
Según aseguró, “el laboratorio no quiere manejar las pruebas”.
Una médica, quien no se quiso identificar con este medio, exigió públicamente los mejores trajes para la atención de los enfermos. Otro más se atrevió a pedir kimonos de bioseguridad nivel 4, que la Caja no tiene y que, hasta ahora, no planea comprar .
“Lo que nos preocupa es que salga en todo lado que estamos preparados y eso no es cierto”, dijo un médico, de apellido Navarro, con 35 años de atender en el Servicio de Emergencias de ese hospital.
Héctor Chang Arauz, doctor de Vigilancia Aérea, en el aeropuerto Juan Santamaría , también exteriorizó su preocupación.
Según reveló ayer, ahí tampoco están tan preparados, como se ha asegurado en la prensa.
En segundo plano. Esa lluvia de quejas cayó sobre Soraya Solano, especialista en Medicina del Trabajo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Solano únicamente iba a explicar cómo poner y quitar correctamente el kimono de bioseguridad disponible, por ahora, en ese hospital. Pero ese es un tema sensible y fue el detonante de los reclamos.
Tanto Solano como el otro invitado (el internista e intensivista del Hospital Calderón Guardia, Marco Vinicio Boza) insistieron en el deber de buscar la mejor protección y revisar, exhaustivamente, el protocolo de seguridad para prevenir el contagio.
“Es poco probable que tengamos un verdadero riesgo, pero eso no nos quita que tengamos que prepararnos”, advirtió Boza.
La subdirectora del hospital, Marcela Leandro, defendió lo hecho hasta ahora en este lugar.
Ella pidió calma y aseguró a sus subalternos que estará en la primera línea de batalla, si aparece algún caso.
Este martes, la CCSS tiene programada otra capacitación masiva en San José. La información sobre ébola no faltará. Los reclamos, quién sabe.