Un grupo de 376 camas nuevas, capaces de medir el peso de los enfermos y controlar los signos vitales, son parte de los más de 8.000 equipos de última tecnología que la CCSS compró para el Hospital Calderón Guardia, en el último año.
Entre esas camas están las 10 de la Unidad de Agudos, en Emergencias, que alberga a las personas en condiciones de salud más críticas.
"No solo es confort para el paciente, es seguridad", dijo Donald Corella, jefe de la Unidad.
Ese servicio, como otros del Calderón, recibieron ultrasonidos, electrocardiógrafos, camillas y sillas de ruedas, que vienen a sustituir, otros, con más de 20 años de trabajo continuo.
La inyección de recursos para todo el centro médico ronda los ¢10.000 millones. Se fundamenta en un plan de inversión a cinco años plazo, el cual surgió luego de la intervención de la CCSS a ese hospital, entre mayo del 2014 y julio del 2015.
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Un 90% de ese monto está dedicado a resolver los problemas de la atención médica directa.
Sin embargo, se estima que para atender todas las necesidades, se requieren unos ¢42.000 millones, confirmó el director médico, Taciano Lemos Pires.
Se calcula que al final de estos cinco años, el hospital habrá cubierto poco más de la mitad.
El funcionario aclaró que se fijaron etapas para llenar requerimientos. En la primera de ellas-ya ejecutada-ingresaron equipos por más de ¢4.000 millones.
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Atraso de décadas
Este hospital capitalino, como otros de la Caja, afronta un rezago importante en infraestructura y equipo de por lo menos tres décadas.
Esta inyección de tecnología actualiza el equipamiento en especialidades como Neurología o Cardiología, según reconocieron los jefes de estos servicios a La Nación.
"En salas de operaciones había un rezago de casi dos décadas. Hoy, tenemos máquinas de anestesia de última generación en todos los 26 quirófanos del hospital.
"Cada una de esas máquinas cuesta entre $50.000 y $60.000. Son equipos que permiten mayor precisión en el monitoreo de los signos vitales y son más amigables en su manipulación", dijo Pedro Pereiras, jefe de Anestesiología.
Ese área recibió, entre otros, un aparato conocido como "ahorrador de células" para utilizar en aquellas intervenciones en las que el paciente podría perder mucha sangre, como los trasplantes de órganos.
Lemos asegura que distinto a otras adquisiciones hechas años atrás, estas compras incluyen los planes de mantenimiento.
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Además, se programaron los procesos de sustitución, para evitar que se vuelva a acumular un rezago, como el que llegaron a padecer hasta hace poco.
Centro médico golpeado
El Calderón Guardia quedó diezmado en el 2005 cuando un incendio destruyó varios pisos de la torre norte y mató a 21 personas, entre pacientes y personal.
Quedaron sin camas, sin equipos y con un faltante de espacio que obligó a servicios como el de Neurología, Neurociencias, Neonatos y Ginecología a acomodarse en espacios muy estrechos en otras partes del hospital.
Para abril, se anunció el inicio de la construcción de una torre de siete pisos, que costará a la Caja $83 millones.
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Luego de esa tragedia, se descubrieron anomalías en la parte de gestión médica y administrativa, que aún están en investigación por parte de órganos internos de la Caja y en el Ministerio Público.
Las más importantes incluyen una presunta estafa con insumos de Ortopedia por $2,3 millones, en las que simularon cirugías a fallecidos o a pacientes de otras especialidades, así como la participación de personal médico en una red internacional de tráfico de órganos.
De los hospitales de la CCSS, este es el que ha acumulado más investigaciones de parte de la Auditoría Interna por fallos en la gestión de servicios como el de Odontología y Farmacia.
Todo lo anterior explica la intervención de la que fue objeto durante más de un año.
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De todo este proceso salió el plan para mejorar la gestión hospitalaria, que incluye las inversiones de los últimos meses.
Expectativa
Con estas inversiones y cambios, Taciano Lemos promete mejorar la atención de los 1,5 millones de habitantes que pertenecen al área de adscripción del Calderón.
Por ejemplo, los pacientes ya no tendrían que esperar varios meses por un examen necesario para que un especialista les dé un diagnóstico.
"Esto se hace para desahogar las listas de espera. Hoy, varias especialidades pueden resolver en una sola consulta el diagnóstico con el uso de equipos como los ultrasonidos", explicó Lemos.
Lemos no dio datos de listas de espera. Remitió a la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), despacho adscrito a la Gerencia Médica de la Caja.
Sin embargo, solo en Cardiología, los pacientes no considerados como emergencia tienen que esperar más de un año por un ecocardiograma.
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Además, hay una lista de 109 pacientes que aguardan por un cateterismo cardíaco, sea como examen diagnóstico o como tratamiento. Estas personas deben esperar unos tres meses para el procedimiento, que consiste en desbloquear venas y arterias.
Para Raúl Valverde Robert, jefe de la sección de Cirugía, la incidencia en las listas de espera se logra con procedimientos menos invasivos.
Por ejemplo, con la adquisición de cuatro torres laparoscópicas se podrán realizar operaciones que permitirán a los pacientes una convalencencia más rápida y con menos complicaciones, en comparación con procedimientos que requerían cirugías más invasivas.
Estas torres permiten extraer e intervenir órganos con pequeñas incisiones y no con grandes heridas, como solía hacerse hasta hace unos años.
"No es cierto que esto va a ser la solución final a las listas, pero sí permitirá agilizar el giro de cama", aclaró el médico.
Danilo Medina Angulo, jefe de la sección de GinecoObstetricia y Neonatología del hospital, dijo que los equipos que han adquirido en este servicio permiten hacer histerectomías o extirpaciones de órganos pélvicos con heridas pequeñas, y hasta cirugías fetales dentro del útero.
La inversión en Neurociencias fue de dos equipos: un microscopio neuroquirúrgico y un aspirador ultrasónico.
En ambas compras, la CCSS destinó ¢538 millones.
"El microscopio que teníamos se utilizó 20 años; más del doble de su vida útil. Con esta compra, nos pusimos al día y más allá", aseguró el jefe del departamento de Neurociencias, Huberth Fernández.
Además de la renovación de equipos, el hospital adquirió aparatos que no tenían antes, entre ellos, cuatro estaciones de monitoreo, aseguró Lemos Pires.
El Calderón Guardia atiende una población de referencia de 1,5 millones de habitantes, de zonas como Limón, Turrialba y Cartago.