HNN advierte de más niños quemados por castigo físico

El año pasado hubo 12 casos, pero para el cierre del 2013 cifra sería aún mayor

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Si el aumento en los casos de menores de edad quemados preocupaba a las autoridades del Hospital Nacional de Niños (HNN), ahora se suma una nueva complicación: la tendencia cada vez mayor de aplicar a los infantes ese tipo de lesión como una forma de castigo físico.

La alerta fue lanzada ayer por el médico Carlos Siri, jefe de la Unidad de Quemados del HNN.

“Hay patrones que nos advierten de que eso (la quemadura por maltrato) no solo se está dando, sino que va en aumento... eso es lo que estamos viendo en la Unidad”, explicó Siri a La Nación .

Aunque habrá que esperar a que finalice el año para conocer una cifra concreta, para el 2012 se determinó que del total de niños que ingresaron al HNN con quemaduras, el 3,1% (12 de 395) presentaban esas lesiones como consecuencia de una acto intencional.

“Estamos seguros que este año esa cifra (3,1%) va a aumentar”, enfatizó el médico.

En otros países el problema es más grave, pero es no motivo para justificar esa conducta de los adultos, señaló Siri. En Estados Unidos, por ejemplo, el 10% de las quemaduras en menores corresponden a un maltrato físico.

¿Cómo lo identifican? En el HNN descubren las quemaduras intencionales con situaciones que van desde la casualidad, como que a un niño que llega por otra dolencia se le cae el pañal y se le nota la quemadura, hasta por las contradicciones de los padres o encargados sobre cómo ocurrió el “accidente”.

Otro patrón que delata el maltrato es que muchas quemaduras están en sitios que son conocidos por los médicos como “posición de defensa”, es decir, que suceden en ciertas partes específicas del cuerpo –parte del tronco y el frente de las extremidades– .

Por otra parte, ese tipo de lesiones usualmente van acompañadas de marcas de fajazos o alguna otra muestra de castigo físico.

El caso más extremo que ha llegado este año al HNN fue el de un bebé de dos años cuyos padres lo llevaron por una infección respiratoria. Cuando era tratado por los doctores, su pañal se desprendió y observaron sus genitales quemados. Al mismo niño, contó Siri, lo mantenían amarrado en su casa.

Todos los casos de los menores bajo la sospecha de haber sido maltratados con quemaduras son analizados por Trabajo Social del hospital, área que indaga a la familia y el entorno del niño y, de encontrar anomalías, traslada el caso al Patronato Nacional de la Infancia.