El Colegio de Médicos y Cirujanos investiga tres denuncias de supuestas alteraciones en certificados médicos, emitidos con la intención de adelantar la vacunación contra la covid-19 a personas que aducen tener factores de riesgo.

Estas denuncias fueron recibidas hace ocho días. Se encuentran en etapa de investigación preliminar, confirmó a La Nación el fiscal adjunto de ese organización, Alejandro Madrigal.

Se espera tener una decisión sobre estos primeros casos en no más de mes y medio.

El profesional que eventualmente se preste a emitir un certificado falso, explicó Madrigal, podría arriesgarse a la suspensión del ejercicio profesional al ser considerada esta como una falta grave.

Desde el punto de vista penal, amplió el fiscal adjunto, el Código contempla hasta tres años de cárcel. El Colegio está dispuesto a elevar al Ministerio Público las situaciones en las que corrobore que se han infringido las normas.

Estos tres primeros casos en investigación tienen como denunciantes a otros médicos: uno privado y otro de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). El tercer caso, dijo Madrigal, llegó por medio de noticias reveladas en la prensa.

Además, según dijo, están haciendo investigaciones al azar mediante visitas sorpresa que realizan representantes del Colegio a centros de vacunación, con el fin de verificar que los certificados que se presenten estén correctamente emitidos.

“Siempre es bueno verificar si se está haciendo bien o si es una certificación dudosa o falsa. Hemos recibido tres denuncias que formalmente están abiertas. Hay otras tres que están en revisión para verificar si cumplen la normativa para ver si hay que abrir o no un proceso”, ratificó el fiscal adjunto.

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Esos otros tres casos llegaron este lunes a la Fiscalía del Colegio. Se encuentran en revisión para verificar que cumplan la normativa y decidir si se abre o no un proceso formal de investigación.

Los tres provienen del cantón de San Carlos, en Alajuela, y son certificados que, para los centros de salud, dejan dudas.

Por su parte, el director de Redes de Servicios de Salud, de la Caja, Eduardo Cambronero, confirmó, sin detallar, “que han tenido casos de certificados médicos que no dan fe pública de lo correcto respecto a lo que se certifica”.

Citó situaciones que se han detectado en la región Huetar Norte donde, dijo, están denunciados los profesionales

Agregó que un certificado debe ser preciso en los diagnósticos que atribuyen cuando manifiesta que una persona es portadora de un factor de riesgo.

Verificación al azar

Desde que se abrió la aplicación de dosis al tercer grupo, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), del Ministerio de Salud, estableció como lineamiento que quienes hayan seguido su tratamiento con médico privado y quieran vacunarse, deben presentar ese certificado donde se dé fe pública sobre la condición de salud.

El grupo tres está integrado por población menor de 58 años con enfermedades como diabetes, obesidad grado III, hipertensión, cardiopatías, lupus, VIH, cáncer, distrofia muscular, enfermedad renal crónica, trasplantados, enfisema pulmonar y tuberculosis, entre otras.

Estas enfermedades los convierten en personas con riesgo de complicarse o morir si contraen la covid-19.

Precisamente, el certificado ratifica la existencia de esos factores. Se trata de un documento legal emitido por el Servicios Digitales para Médicos Colegiados (Sedimec), del Colegio de Médicos y Cirujanos.

Para detectar posibles irregularidades, el Colegio de Médicos revisa información de redes sociales o de medios de comunicación sobre establecimientos en los cuales se están dando, aparentemente, más certificados médicos de la cuenta.

“A lo interno del gremio, hemos utilizado nuestras redes para estar constantemente recordando que esto es un documento legal donde se plasma la fe pública.

“Estamos apoyando con la campaña de vacunación. Tengo a varios de mis fiscales revisando los certificados médicos para verificar que lo que se está poniendo está acorde con lo del paciente”, dijo Madrigal.

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Realizar esa verificación es, a veces, sencillo. A veces, sumamente difícil, afirma Madrigal.

“Por ejemplo, las personas que son muy alérgicas tienen dentro de sus facciones algunas características: se ve en los ojos con algunos signos, que el médico puede detectar. Acabo de revisar una muchacha superjoven que me dice que es asmática, quedé con dudas, y llamé al médico.

“Dentro de las potestades que tenemos, basados en el Código de Ética Médica, es la de verificar dentro de los expedientes. Si uno necesita tener el expediente o copia como prueba para mejor resolver, a favor o en contra. Estas son parte de las labores que se estamos haciendo”, reiteró.

Alejandro Madrigal dijo que un certificado médico, como documento legal de fe pública, debería aceptarse de primera entrada. Pero al ser esta pandemia un evento nuevo y de tal magnitud, dijo, probablemente se filtre “uno que otro”.

“La única forma de afirmar que está mal hecho, es falso o tendencioso, debería ser mediante un juicio, ya sea dentro del Tribunal de Ética del Colegio de Médicos, o ante un juez de la República. Lamentablemente, en un fenómeno tan inesperado como este, se ha dado un situación que se sale (de lo normal)”, dijo Madrigal.

En el Área de Salud de Desamparados II, administrada por Coopesalud, afirman que no pueden rechazar un certificado de estos.

“Es un documento en el que un profesional da fe pública de que lo que está ahí consignado es verdadero. Sería cuestionar el criterio médico y eso no es posible”, afirmó Rebeca García, directora de esa Área de Salud.

La Nación consultó al Ministerio Público si ha recibido denuncias similares a estas, pero no fue posible tener una respuesta al cierre de esta nota.

Nota actualizada a las 9:49 a. m. del 8 de junio, con respuesta de CCSS.