Cirujano tico brilla entre los mejores médicos de Texas

Javier Brenes González, quien en 2014 ayudó a sacar de la crisis a la Unidad Cardíaca del Hospital Nacional de Niños, fue distinguido por la publicación ‘D Magazine’ en la selección del 2021

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“¿A quién enviaría a los miembros de su familia para que los atienda?”, preguntó la publicación D Magazine, de Dallas, Texas, Estados Unidos, en su proceso de selección de los mejores médicos del Estado. Para estrechar el cerco, la revista agregó a su rastreo: “Buscamos médicos que sean excepcionalmente capacitados y compasivos”.

El resultado final de esa búsqueda fue una lista que supera el millar de elegidos, en diferentes especialidades. En esa selección de los mejores está un costarricense, el cirujano cardiotorácico infantil Javier Brenes González, quien labora desde el 2020 en el programa cardiovascular del Dallas Children’s Medical City. Brenes siempre ha destacado por su destreza quirúrgica y su calidez en el trato con los enfermos y sus familias desde que operaba en el Hospital Nacional de Niños. La publicación dio a conocer su nombre entre los mejores del 2021, en su edición de octubre.

Los elegidos tuvieron que superar un proceso de nominación de sus pares (más de 10.000), y el escrutinio de un panel elegido por la revista. Se revisó minuciosamente su trayectoria, con especial énfasis en cantidad de procedimientos, resultados en mortalidad y morbilidad (complicaciones de los tratamientos), y hasta antecedentes disciplinarios. Brenes destacó en las evaluaciones, por encima de otros 16 cirujanos de su misma especialidad. Él tiene menos de dos años de ejercicio profesional en Texas.

El cirujano conversó con La Nación desde su consultorio en el Children’s Medical City, muy contento con el reconocimiento que, según dice, es el primero que recibe desde que trabaja en Dallas, y el primero en toda su carrera. No esperaba ser nominado; menos, aparecer entre los seleccionados.

La publicación D Magazine es de las más reconocidas en ese Estado en la cobertura de temas de actualidad. La selección de los mejores médicos la realiza anualmente desde el 2001. De Brenes, la revista destaca su carrera de más de una década enfocada en resolver defectos cardíacos de nacimiento en bebés con pocas horas o días de nacidos.

Su inclusión en la lista de los mejores médicos del 2021 no implica ningún reconocimiento monetario, pero sí prestigio a su ejercicio profesional y a su hospital. Junto a Brenes, también fue reconocido el trabajo de su colega Kristine Guleserian, quien es su jefa inmediata.

Este cirujano se ha especializado en cirugía neonatal, y en curar defectos como la Tetralogía de Fallot (malformación cardíaca que afecta el flujo de sangre) y las anomalías en el canal atrioventricular. En el hospital de Dallas donde labora, realiza alrededor de 250 operaciones al año en niños que nacen con defectos cardíacos que ponen en riesgo su desarrollo y su vida.

Destreza quirúrgica

A Javier Brenes se le recuerda en Costa Rica por ser uno de los cirujanos que colaboró para sacar de la crisis a la Unidad Cardíaca del Hospital Nacional de Niños, hoy transformada en Programa Cardiovascular Pediátrico.

De la mano del médico costarricense de origen portugués, Eduardo Da Cruz, el equipo al cual Brenes perteneció, reorganizó el servicio y dejó en el recuerdo las elevadas cifras de mortalidad que ameritaron la intervención de la Unidad.

Sus colegas siempre han destacado su destreza quirúrgica para resolver los casos más complicados. Se guardan registros de pacientes con una alta probabilidad de morir que fueron rescatados por Brenes; entre ellos, un pequeño de apenas 800 gramos cuyo corazón enfermo apenas medía tres centímetros.

En Dallas, relata, la complejidad y el volumen de casos es mayor que la que vio en Costa Rica. Brenes recuerda haber operado a un bebé de 480 gramos y sacarlo adelante con ayuda de todo su equipo. También intervino a una niña de cuatro años quien, tras haber sufrido covid-19, desarrolló una inflamación del pericardio. Ambos menores se recuperan al lado de sus familias.

El hospital para el cual trabaja actualmente, pertenece a una de las redes más importantes de Estados Unidos, la HCA, con 180 centros en 21 estados. De esos 180 hospitales, cinco tienen programas de cirugía cardiovascular. El Dallas Children’s Medical City es, de hecho, líder en cirugía cardiovascular de enfermedades congénitas, dijo Brenes.

Este año, el programa en el cual labora este cirujano registró cero mortalidad en los pacientes operados. El promedio de muerte en operaciones por afecciones congénitas cardíacas en Estados Unidos es del 2,5%.

En este país, dijo, se le da mucha importancia a los programas de cirugía cardiovascular, algo en lo que todavía falta camino por recorrer en Costa Rica. Por ejemplo, en el hospital de Dallas hay una enfermera por cada paciente. En el Hospital de Niños, dijo, cada enfermera tiene dos o tres a cargo.

“Hay que crear conciencia entre las autoridades de la Caja (Costarricense de Seguro Social), sobre la importancia de estos programas. Son de los más complejos porque hay muchos equipos trabajando en conjunto, y esas son las cosas que el país debe enfocar para que el Programa Cardiovascular del Hospital de Niños salga adelante.

“En Costa Rica, el recurso humano es muy muy bueno, pero lo que hace la gran diferencia es la especialización. Las autoridades de la Caja deben considerar crear una Unidad Cardiovascular Pediátrica, con todo lo que esto conlleva”, recomendó el cirujano, quien no descarta regresar en el futuro a Costa Rica.

Javier Brenes sueña con volver a trabajar en su patria, y hacerlo en la Torre de la Esperanza, un nuevo edificio que daría más capacidad al Hospital Nacional de Niños, pero que acumula más de una década solo como un proyecto en el papel.

La torre promete abrir espacio a cuidados intensivos neonatales, a una unidad de cuidado integral del niño con quemaduras, y el área de abordaje y estabilización del paciente crítico-emergencias.

Pasarán varios años para ver ese edificio en pie. Mientras tanto, por ahora, Brenes seguirá cosechando éxitos en Dallas, y salvando vidas.