CCSS hace consulta urgente a proveedores por disponibilidad de tela para fabricar mascarillas

Pide capacidad para suplir 35 toneladas de material para respiradores N95; solicitud se hace dos meses después de circular en la que informó que recurriría a dispositivos de tela en caso de desabasto

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En una consulta urgente a sus proveedores institucionales, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) solicitó información sobre la disponibilidad de varios tipos de tela para fabricar mascarillas quirúrgicas y respiradores tipo N95.

“Solicito su colaboración para poder conocer sobre la disponibilidad de sus representadas para el insumo: ‘Tela e insumos para la fabricación de mascarillas tipo quirúrgica y mascarillas tipo N95’. Se requiere a más tardar para el 7 de agosto de 2020 antes de las 10 a. m.”, señala el correo institucional.

Como parte de esa consulta, los proveedores debían aportar, de forma opcional, muestras de telas e insumos requeridos.

Además, debían indicar su capacidad de suplir, por ejemplo, 35 toneladas al año de tela no tejida (non woven fabrics) para confeccionar los respiradores N95 y 7 toneladas de bandas elásticas para orejas, entre otros implementos.

Los respiradores se llaman N95 porque deben tener la capacidad de filtrar el 95% de las partículas que hay en el aire.

La solicitud a los proveedores fue enviada por Luis Alejandro Espinoza, del Área de Planificacion de Bienes y Servicios.

Ese trámite comienza a gestionarse dos meses después de que la Gerencia Médica girara una circular con la estrategia a seguir en caso de un faltante de equipos de protección personal descartable: utilizar mascarillas de tela, aunque son poco recomendadas.

La Nación envió consultas a la entidad para saber si el procedimiento estaba relacionado con la fabricación de las mascarillas de tela reutilizables o si, por el contrario, se trataba de otro intento para evitar el desabasto.

Por medio de la oficina de prensa, la entidad informó de que se trataba de “una indagatoria de mercado para un proyecto que tiene la institución para la fabricación interna de mascarillas”.

De acuerdo con esa respuesta, en este momento hay inventarios mayores a un mes de consumo y planificación de entregas y compras por 5 meses. Específicamente, señaló, en el caso de mascarillas N95, hay para 3,5 meses.

La Caja aseguró que los desarrollos de equipos de protección personal (EPP) a nivel local, cumplirán con la normativa Inteco y los lineamientos tanto del Ministerio de Salud como de Salud Ocupacional de la institución.

Según la institución, en este momento hay una producción automatizada de EPP, aparte de planificación a largo plazo de compras ordinarias.

Dispositivos muy buscados

La gran demanda internacional por la pandemia convirtió a las mascarillas quirúrgicas y respiradores N95 en bienes de difícil acceso. Lo mismo ocurre con guantes y batas. La CCSS se ha visto afectada por esa realidad.

Al hecho se suman contratos fallidos, por ejemplo, la compra a dos empresas sin experiencia de 12 millones de mascarillas. A la fecha, la entidad solo ha recibido el 17,5% de los insumos contratados a esas firmas.

Por esa razón, la entidad busca alternativas para evitar el desabasto de equipos de protección personal.

Una de esas opciones es usar cubrebocas de tela, como comunicó la Gerencia Médica a directores de hospitales nacionales, regionales y áreas de salud, el pasado 3 de junio.

En ese comunicado se enfatiza que, si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el uso de mascarillas de tela para sitios de atención médica, sí plantea su utilización en “situaciones de escasez severa o falta de existencias de mascarillas quirúrgicas”.

Según la comunicación, los tapabocas reutilizables serían lavados en los servicios de lavandería internos o los externos contratados por la entidad.

En primera instancia, quienes utilizarían esos equipos no serían funcionarios médicos, sino personal administrativo que labore en sitios donde no se pueda mantener la distancia de 1,8 metros, o que no cuenten con barreras físicas para la atención al público.

También, lo usarían los ingenieros y personal de mantenimiento que realicen funciones en áreas donde no hay pacientes con covid-19.

No obstante, en una primera directriz, la Gerencia Médico había incluido en la lista de uso de mascarilla de tela al personal que labora en áreas de hospitalización, consulta externa, vacunación, nutrición, preparación de alimentos y a los que atienden pacientes sin síntomas respiratorios.

Para la segunda directriz que extendió con administradores, jefes de Ebáis, encargados de sucursales, agencias y otros departamentos, la Gerencia Médica cambió de criterios y eliminó a esos trabajadores de la lista de usuarios.

Nota del editor: Esta información fue modificada tras recibir la respuesta de la CCSS este mismo jueves.