2.500 vecinos de Aserrí toman agua cargada de hierro, aluminio y heces

Laboratorio del AyA advirtió que la presencia de indicadores de contaminación fecal fue la principal causa de incumplimiento de los acueductos municipales en el 2021

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El Laboratorio Nacional de Aguas advirtió de que más de 2.500 habitantes del cantón de Aserrí, al sur de San José, consumen agua con exceso de hierro, aluminio e incluso contaminación fecal. La conclusión es parte del “Informe anual de cobertura y calidad de agua para uso y consumo humano suministrada por municipalidades y la ESPH”.

Para efectos del estudio, el Laboratorio consideró como parámetros microbiológicos los coliformes fecales, la bacteria Escherichia coli y el cloro libre, que son indicadores de contaminación fecal cuya presencia en el agua representa un alto riesgo para la salud.

“2.577 personas recibieron agua que incumple las concentraciones de hierro, el caso más grave, en Salitrillos de Aserrí, sector Quebradas, Rincón y Lajas, donde además de hierro, se incumplió con aluminio, color aparente y presentó indicadores de contaminación fecal; por tanto, su clasificación fue de riesgo muy alto”, dice el informe, dado a conocer este viernes.

El Laboratorio señaló que la presencia de indicadores de contaminación fecal fue la principal causa de incumplimiento de los acueductos municipales en el 2021. La segunda fue por color aparente y turbiedad, así como presencia de aluminio, hierro, pH y nitratos.

Darner Mora, director del LNA, explicó a La Nación que el exceso de hierro puede producir un problema organoléptico, debido a que provoca un color en el agua que induce al rechazo del líquido en el cuerpo, pero no causa enfermedad. Con respecto al aluminio, indicó que aunque no se ha comprobado que cause un daño a la salud, por el principio ‘indubio pro natura o pro salud’, no es recomendable que esté en grandes cantidades en el agua potable.

De los 231 acueductos municipales que hay en el país, 20 suministraron agua de calidad “no potable” y, de esos, 16 tuvieron líquido con “presencia de indicadores de contaminación fecal”.

Los cantones donde se detectaron estos indicadores fueron Alajuela, Aserrí, Belén, Orotina, San Carlos, Santa Bárbara, Turrialba y Zarcero.

El Laboratorio explicó que el 99,7% de la población abastecida por acueductos operados por municipalidades recibió agua clorada, pero que “no todos los acueductos con instalaciones para la cloración mantuvieron un proceso de desinfección eficiente ni constante”, y que por esa razón se presentan incumplimientos.

“De los 231 acueductos municipales, 220 fueron clorados, equivalente al 99,7% y 11 no clorados, entre ellos cuatro de la provincia de San José, uno de Alajuela y seis de Cartago, lo que representa el 0,3%. Por su parte, en las provincias de Heredia, Guanacaste y Puntarenas, se clora el 100%”, reza el informe.

Los acueductos no clorados son administrados por las municipalidades de Turrialba, Orotina, Aserrí, Alvarado y el Consejo Distrital de Cervantes. En el caso de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), la totalidad de sus acueductos suministraron agua clorada.

Así las cosas, aproximadamente 9.935 habitantes se abastecieron por acueductos municipales que incumplieron con turbiedad o color aparente, operados por las municipalidades de Alajuela, Aserrí, Flores, Paraíso y Santa Bárbara, mientras cerca de 10.130 habitantes se abastecieron por acueductos que incumplieron las concentraciones de aluminio (Aserrí, León Cortés, Paraíso y la ESPH).

El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) emitió algunas recomendaciones para atender este problema, como la protección de las fuentes de agua que abastecen los acueductos, con planes de gestión del uso del suelo para evitar o reducir la infiltración de contaminantes por el suelo.

También, giró una alerta preventiva a los acueductos municipales que incumplen los criterios fisicoquímicos con el fin de que busquen asesoramiento y valoren el caso de contaminación para implementar las acciones correctivas apropiadas.

Potabilidad

En su estudio, el Laboratorio además detectó que de las 28 municipalidades en el país que dan el servicio del líquido, solo 16 lograron suministrar agua potable al total de su población.

Se trata de Tarrazú, Dota, La Unión, Jiménez, Barva, Abangares, Nandayure, Montes de Oro, Flores, Cartago, Sarchí, Alvarado, Poás, Santo Domingo, Naranjo y Upala.

Por su parte, las de Grecia, Aserrí, Zarcero y Santa Bárbara suministraron agua potable al 85-95% de sus abonados, en tanto Paraíso, San Carlos, Alajuela, Orotina, Turrialba y Belén lo hicieron para un 97-99% de sus servicios.

Los resultados más bajos fueron para Oreamuno y León Cortés, con un 56% y 72% de su población, respectivamente. “Sin embargo, en Oreamuno dos acueductos no pudieron ser evaluados el año pasado y abastecen al 13% de la población local, aproximadamente”, aclara el documento.

Al considerar a todos los operadores municipales, el Laboratorio determinó que un 96% de la población servida por acueductos municipales, incluido el del Concejo Distrital de Cervantes, recibió agua de calidad potable y solo un 3,4% recibió agua no potable, en tanto un 0,5% recibió agua que no fue evaluada.