2013 cerrará con récord de niños quemados

Hasta noviembre, había registrados 412 casos; la mayoría por derrame de líquidos

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Con un pronóstico de cierre de 450 menores, este 2013 parece ser un año récord en quemaduras infantiles, anunció ayer el Hospital Nacional de Niños.

Entre enero y noviembre, se contabilizaron 412 menores, número que superó los 395 casos atendidos en todo 2012. En 2011 , se atendió a 330 pacientes.

Las cifras de 2013 esperan incluir los casos que se puedan presentar este mes, caracterizado por un pico en el número de víctimas de quemaduras debido al uso de pólvora en fiestas y a que los niños están más tiempo en casa por las vacaciones (el 90% de los casos de quemados ocurren en el hogar).

“Una quemadura no es un accidente. Hacemos un llamado a los padres para que tomen medidas preventivas”, dijo Carlos Siri, jefe de la Unidad de Quemados del Hospital Nacional de Niños (HNN).

El 80% de los menores que ha sufrido una lesión de este tipo este año, estaban acompañados por un adulto, y la mayoría de los casos ocurrieron en la cocina de la casa, según los registros estadísticos de ese hospital.

La mayoría de los menores se quemaron con líquidos (61%), con el contacto con objetos calientes (21%) y fuego (6%). Los más afectados por líquidos fueron menores de cuatro años.

Hasta la fecha, solo cuatro menores han sido víctimas de la pólvora. Se espera que el número de estos casos no suba en diciembre.

Para ello, la Policía realiza operativos para decomisar pólvora ilegal que se venda en el comercio.

Según Siri, una taza de agua caliente puede alcanzar una temperatura de 55 °C y bastan 10 segundos para provocar una quemadura seria en un niño pequeño.

Un paciente demora cerca de dos años en recuperarse completamente de una lesión por quemadura y el centro hospitalario invierte alrededor de ¢4 millones en su atención y seguimiento.

Los cuidados no quedan allí. Una persona que sufre una quemadura grave debe cuidarla por el resto de su vida, ya que la piel queda sensible a los roces y ulceraciones.

“La piel en las cicatrices no funciona exactamente igual como antes de la lesión. Muchas no tienen capacidad de producir lubricación adecuada, se resquebraja o seca, por lo que hay que estarle dando continuamente tratamiento para mantener la humedad.

”Si llegase a ocurrir otro trauma (quemadura), es más probable que se lesione y profundice en el área”, explicó Siri.

Por lo sensible que queda la piel, una lesión podría derivar en cáncer si no se toman las medidas pertinentes para prevenirlo.