Con pancartas, banderas, globos, mascaradas y muchas consignas, trabajadores tomaron varias cuadras de la avenida segunda de San José, este lunes, en la tradicional marcha del 1.° de mayo.
Además de exigir trabajo digno y derecho a manifestarse, los miembros de sindicatos también expresaron su oposición contra el proyecto de jornadas laborales 4-3, que permitiría crear turnos de 12 horas durante cuatro días en algunas actividades laborales a cambio de tres días libres. El plan tendrá trámite abreviado en el Congreso, luego del acuerdo que alcanzaron la semana pasada cinco fracciones legislativas.
Muy en línea con la homilía que poco antes dio el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, en la catedral metropolitana, aparte del tema del proyecto de ley, también en la marcha se alzó la voz en defensa de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Varias de las pancartas contradecían las afirmaciones del Gobierno de que la Caja está quebrada y reclamaron el pago de la deuda que tiene el Estado con la institución.
Los más vehementes fueron partidarios del Frente Amplio con un grito de “Salven a la Caja”, mientras levantaban las banderas amarillas.El grupo llevaba además canciones y coreografías para manifestar otras luchas.
También se escuchó aquí el clamor de los agricultores que, como en la marcha de finales de marzo, rechazan la llamada Ruta del Arroz impulsada por el gobierno de Rodrigo Chaves y la incorporaciáon de Costa Rica a la Alianza del Pacífco.
Por supuesto, también estaban presentes los sindicatos del sector educación, como la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), y el Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC).
“Este 1.° de mayo, hoy, es fundamental porque lo que estamos diciendo es que el pueblo sí entiende, el pueblo tiene conciencia de lo que está pasando. Lo que estamos diciendo es que deben de resolver, queremos respuestas porque nos prometieron soluciones (...) Exigimos empleo, salud, vivienda, educación, seguridad... no limosnas”, expresó Ana Doris González, presidenta de APSE.
Con una brisa fresca y un sol que a ratos se escondía para dar tregua, también marcharon empleados del sector privado que reclaman pago de salarios y acoso laboral.Igualmente participaron representantes de trabajadores migrantes, universitarios y el Nuevo Partido Socialista.
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La caminata comenzó pasadas las 10 a. m. con rumbo a la Asamblea Legislativa y la colaboración de la Policía de Tránsito.
En ese andar, iba un grupo del Partido Revolucionario de las y los Trabajadores, el cual aparte de temas laborales, como salario, o un tema compartido, como la defensa de la Caja, sumó otros pedidos a los gobernantes, específicamente guarderías comunitarias públicas 24 horas para que las “mujeres puedan trabajar tranquilas, no estén preocupadas de dónde están dejando a sus hijos e hijas”.
“También estamos marchando contra la ola de femicidios, creemos que la crisis ecoómica también ha generado una ola de violencia patriarcal”, añadió uno de sus seguidores.
La conmemoración del Día de los Trabajadores se originó en las huelgas en Chicago de 1886 para exigir jornadas de ocho horas. Las protestas que se iniciaron un 1.° de mayo continuaron por varios días durante los que hubo muertos y heridos, de ahí que en esta fecha se recuerda a todas esas víctimas.
Al filo de la 1 p. m., se completó la llegada de la marcha al Congreso, donde los legisladores del Frente Amplio salieron a saludar a sus partidarios, que seguían cantando y brincando, mientras dentro del edificio legislativo los nuevos jefes de fracción daban sus discursos.
Para entonces, ya quedaban pocos manifestantes dispersos y la vigilancia de la Policía Montada.