Luego de un año en que la inflación fue negativa, regidores de 49 municipalidades incrementaron entre un 5% y un 20% las dietas que ganan por asistir a las sesiones de los concejos municipales. La situación llegó al grado de que los ediles de Escazú recibirán casi ¢300.000 por sesión a partir del 2024.
Con esa dieta, en un mes de cinco semanas, los escazuceños podrán devengar más de ¢2 millones con solo asistir a siete sesiones, las cuales duran de dos a cuatro horas cada una.
Para este año, los regidores de Escazú se aprobaron un aumento del 12,7%, lo que les permitió sobrepasar a los de Alajuela como los mejor pagados. Los alajuelenses no emitieron incremento alguno para este año, pues ya percibían una dieta de ¢268.000 que, en el pasado, generó fuertes críticas.
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En tanto, en Heredia, los regidores aprobaron un aumento de un 8,6% para devengar ¢228.000 por sesión. Les siguen los ediles de Belén y San José, que avalaron alzas del 10% y el 6,5%, respectivamente. Los belemitas reciben ahora ¢219.000 y los josefinos, ¢208.000.
Estas cinco municipalidades pagan a sus ediles dietas similares o superiores a las que obtienen los directivos del Banco Nacional (BN), quienes reciben ¢210.000 por sesión y se les reconoce un máximo de cinco sesiones al mes, es decir, ¢1.050.000.
Así ocurre a pesar de que el presupuesto del BN es de ¢812.000 millones, 23 veces el presupuesto de la Municipalidad de Escazú.
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El ayuntamiento escazuceño, por cierto, paga mayores dietas que el de San José, a pesar de que su prespuesto representa menos de la mitad del josefino (¢34.000 millones frente a ¢76.000 millones). Alajuela, Heredia y Belén también tienen presupuestos menores que la capital.
En el extremo contrario se encuentra Río Cuarto, cantón que paga la dieta más baja, con ¢10.500 por sesión. En el mejor de los casos, un edil riocuarteño puede ganarse ¢73.500 en un mes, mientras que el suplente no llega a los ¢37.000. Para 2024, no aprobaron ningún aumento.
Los que aprobaron 20% de aumento
Además de los cinco ayuntamientos que pagan mejor que el BN, existe un grupo de 24 concejos que aprobaron incrementos superiores al 10%.
Este grupo lo encabezan siete ayuntamientos que incrementaron las dietas en un 20%. Se trata de Corredores, Palmares, La Unión, Naranjo, Matina, Mora y Santa Cruz.
Los casos más llamativos son los de La Unión y Santa Cruz, pues este salto del 20% les permitió alcanzar dietas de ¢169.000 y ¢115.000, a pesar de sus muy bajos presupuestos en comparación con otras instituciones. Sus planes de gasto no superan los ¢18.000 millones anuales.
Estos datos fueron extraídos por La Nación de los presupuestos ordinarios del 2024 entregados por los ayuntamientos a la Contraloría General de la República (CGR). Sobre el monto de cada dieta, se cobra un 15% por concepto de impuesto de renta.
La Nación constató que 61 de los 82 cantones presupuestaron aumentos en las dietas de los regidores. Un total de 49 lo hicieron por encima del 5% y 12 por debajo de ese porcentaje.
¿Qué dice la ley?
Los ediles están facultados para realizar estos aumentos debido al artículo 30 del Código Municipal, el cual establece que las dietas pueden incrementarse, como máximo, un 20% al año.
Solamente existe una limitación: las dietas no pueden subir en mayor porcentaje que el presupuesto municipal ordinario.
Si el presupuesto municipal aumenta un 10%, las dietas podrán incrementar en igual o menor porcentaje.
No obstante, en el caso de Corredores, los ediles aprobaron subir su dieta un 20% (de ¢37.300 a ¢44.800), pese a que su presupuesto ordinario subió solamente un 1%.
En 40 gobiernos locales más, los regidores decidieron realizar el aumento máximo que la ley les permite, es decir, incrementar sus dietas en la misma medida en que incrementó el presupuesto de sus ayuntamientos.
La situación ha provocado situaciones muy dispares. Por ejemplo, los regidores de San Isidro de Heredia ganan dietas muy similares a los de Carrillo de Guanacaste (alrededor de ¢90.000), a pesar de que el presupuesto del ayuntamiento guanacasteco es casi cuatro veces mayor.
El Código Municipal establece que a los regidores solo puede pagárseles la dieta por asistir a una sesión ordinaria a la semana. Esto quiere decir que, en meses como julio del 2024, que tiene prácticamente cinco semanas, se pueden pegar cinco sesiones ordinarias. No obstante, el código también prevé que se pague por asistir a un máximo de dos sesiones extraordinarias al mes. De esta forma, se pueden devengar siete asistencias.
El gasto total en que deben incurrir los municipios depende de la cantidad de regidores que tenga cada cantón. Los ayuntamientos más pequeños tienen cinco regidores, pero esta cifra sube paulatinamente a siete, nueve, once y hasta un máximo de trece regidores, dependiendo de la cantidad de población.
Se paga incluso a los suplentes
A lo anterior se suma que, por cada regidor propietario, hay un regidor suplente, al cual se le paga la mitad de lo que recibe el propietario (hasta ¢1 millón al mes, en el caso de Escazú). Estas personas cobran por el simple hecho de asistira las sesiones, aunque no tengan que hablar ni votar.
Los síndicos propietarios también ganan la mitad de lo que perciben los regidores propietarios, mientras que los síndicos suplentes devengan un 25%. De esta manera, el aumento en las dietas de los regidores propietarios impacta también a los demás puestos.
Además de las dietas, los regidores y síndicos, tanto propietarios como suplentes, también tienen derecho al pago de viáticos por transporte, hospedaje y alimentación cuando residan lejos de la sede municipal.
Incremento de dietas supera inflación y aumento de salarios mínimos
Los regidores de 61 de las 82 municipalidades decidieron aumentar sus dietas pese a que la variación de la inflación interanual, medida hasta noviembre de 2023, fue negativa. El indicador cerró en -1,64%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En 60 municipalidades, los aumentos de las dietas fueron más elevados que 1,83%, el porcentaje en que subieron los salarios mínimos del sector privado el pasado 1.° de enero de 2024.
Si bien en un total de 21 ayuntamientos no se aprobaron aumentos en las dietas, en una docena de estos los concejos municipales refirieron no realizar incrementos a las dietas, aunque el presupuesto ordinario de la municipalidad sí aumentó.
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