Luego de su viaje a través de la frontera y de quedarse solo en medio del desierto de Arizona, el niño costarricense de seis años que dejaron abandonado en el desierto pudo ver el rostro de su mamá.
Lo hizo a través de una pantalla, por iniciativa de la cónsul de Costa Rica en Los Ángeles, Mabel Segura, quien quiso darle al niño una motivación para ser paciente mientras se resuelve su situación legal.
"Fue muy bonito, aunque ya él había hablado con su mamá desde antes. Las mismas autoridades de la patrulla fronteriza, desde que llamaron a la mamá, se la pusieron a él un ratito por teléfono. Lo que pasa es que, en el caso mío, yo se la puse por videollamada para que viera la imagen, y pues tuvo un buen rato, para estar viéndola y hablando con ella. Se le iluminó la carita y eso a todos nos puso muy felices", relató Segura.
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La cónsul viajó desde Los Ángeles hasta Arizona para acompañar al pequeño y verificar que estuviera en buen estado. Después, ella y la cónsul honoraria en Arizona, Carmen Bermúdez, iniciaron las gestiones con las autoridades estadounidenses para solicitarles que el niño pudiera quedarse en Nueva York, donde vive su mamá. La petición fue aceptada, y fue enviado en un vuelo directo hasta esa ciudad.
Añadió que se logró una adecuada coordinación con las autoridades de EE. UU.: "Nos sentamos a hablar formalmente y decirles que el gobierno de Costa Rica, y todo el pueblo de Costa Rica estábamos muy consternados por lo que estaba pasando y que estábamos en la mejor disposición de hacer lo que fuera necesario para ayudarlos en esa labor, nos pusimos a la orden".
La funcionaria diplomática relató que el niño en todo momento se mostró en calma, pero habló poco.
"Ayer, cuando lo abrazamos y estuvimos con él, queríamos que él nos contara más, pero él habla poco. Es un niño bastante reservado, me imagino que también él está triste, pero afortunadamente nosotros lo sentimos bien, lo sentimos tranquilo, en buen estado", describió la cónsul.
Por el momento, lo único que se sabe con certeza es que el menor atravesó la frontera con un hombre adulto, quien luego lo dejó solo en la localidad de Lukeville y le dijo que alguien lo encontraría. El pequeño fue llevado hasta Estados Unidos para reunirlo con su mamá, quien reside en Nueva York en condición migratoria ilegal.
El menor llevaba consigo su acta de nacimiento y un papel con números de teléfono de sus familiares en Costa Rica, así como una pequeña mochila, según relató Segura.
En Nueva York, él quedará a cargo del Departamento de Salud y Servicios Sociales, mientras las autoridades deciden si puede quedarse con su mamá. De acuerdo con la cónsul en Los Ángeles, esa decisión podría tomar unas tres semanas, aunque el periodo podría acortarse o alargarse, según los resultados de las evaluaciones que se harán.