Ottón Solís defiende plan para destituir diputados: 'Este proyecto estorba a la gente que no tiene estándares éticos

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El diputado del PAC, Ottón Solís, responde a su colega de Renovación Costarricense, Abelino Esquivel, quien atacó la reforma constitucional que permitiría sancionar e incluso destituir a los diputados que cometan faltas éticas.

Esquivel, jefe de fracción del partido evangélico, criticó abiertamente el proyecto y vaticinó que no se aprobará, con el argumento de que Ottón Solís la presentó para presentarse como un "inmaculado".

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Ante esto, Solís dijo que le apena que Esquivel objete el proyecto por "odio" hacia él, sin pensar en el bien primordial para el país. Añade que la iniciativa solo debería incomodar a los diputados que no luchen contra la corrupción.

Desde 2010, la Sala IV condenó a la Asamblea Legislativa a incluir en la legislación nacional una reforma que garantice esta situación, pero a la fecha, la sentencia de la Sala no ha tenido eco en el Congreso.

El rojiamarillo lamentó que el proyecto no se pudiera votar en primer debate antes del 1.° de mayo pasado. El siguiente es un extracto de la conversación que Solís sostuvo con La Nación.

¿Por qué cree que el diputado Abelino Esquivel le tiene aversión al punto de estar en contra de la reforma para permitir el retiro de credenciales a diputados por faltas éticas?

No tengo duda de que este proyecto le estorba a la gente que no tiene los estándares éticos que el país demanda. El cristianismo es amor, y don Abelino destila un odio que debe maltratarle su corazón.

¿Por qué considera que este proyecto incomoda a algunos diputados?

Porque le estorba un proyecto que viene a poner límites a la corrupción política.

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Es negativo el hecho de que una rencilla personal se preste para entorpecer una reforma necesaria, que además supone el cumplimiento de una sentencia de la Sala Constitucional.

Un diputado debe tener la capacidad de poner atención al mensaje y no al mensajero. Si él tiene ese odio hacia mí, no debería ponerme a mí por encima del país. El país es mucho más importante que cualquier persona. Él debería evaluar si es importante o no para el país este proyecto, y no guiarse por su odio hacia mí.

El diputado Esquivel señala que usted falló en la construcción del apoyo al proyecto.

Visité dos veces la reunión de jefes de fracción para exponer este proyecto. Le hablé unas 20 veces a los presidentes legislativos, hablé con los jefes de fracción por separado, hablé con los líderes de las bancadas y hablé dos veces con él. Todos los jefes de fracción pueden decirle que les hablé directamente, les envié cartas para solicitarles el apoyo. Yo vengo en un trabajo hormiga.

¿Cómo recibía don Abelino entonces la propuesta?

Para mi sorpresa, incluso el mismo día que usted hizo la entrevista nos encontramos, él me sonríe. A mí me sorprende que tenga ese volumen de odio en el corazón. Siendo él cristiano, y predicando el amor cristiano, no sé cómo va acumulando tal desamor en el corazón... Dios guarde él fuera pecador como yo.

Imagino que usted conversará con él sobre este tema en el plenario.

¡Dios guarde, me da miedo que me pegue! Yo lo seguiré saludando como saludo a todo el mundo, como saludo a don Jorge Arguedas, que dijo que yo era nefasto.

Volviendo al fondo del proyecto, ¿Dónde está la urgencia de este proyecto?

Hay 305.000 empleados públicos en Costa Rica que tienen un tratamiento, y 57 diputados a quienes se les trata distinto. Esos 305.000 empleados públicos, si fallan en probidad, o sea, en ética y probidad, pueden recibir sanciones administrativas de todo tipo, nosotros los diputados no. Somos inamovibles, podemos hacer aquí un montón de cosas que son corrupción y no somos sujetos a perder la credencial, lo que el proyecto trata es alcanzar un trato similar al del resto de empleados públicos y darnos la autoridad moral para poder criticar la corrupción de gobiernos, del Poder Ejecutivo, de pensiones del régimen del Poder Judicial, y bueno, se obstruye deliberadamente.

Decía la diputada Marcela Guerrero que esta reforma constitucional debe acompañarse de una reforma legal que permita ejecutarla, ¿en eso sería viable que ustedes puedan avanzar?

Falta eso, a este proyecto además le falta primer debate, análisis de la Sala IV, segundo debate, mención de un presidente de la República en su informe presidencial del 2 de mayo, y después tres debates más. Luego, la norma que permite la aplicación de la reforma constitucional, pero gracias al obstruccionismo de algunos diputados acá, este proyecto, que presenté a las 9:05 a.m. del 1.° de mayo del 2014, se ha dilatado de manera tal que ya no será aplicable para nosotros. Y esto me duele a mí, a pesar de que ya han pasado 4 años desde que se venció el tiempo que dio la Sala Constitucional.

Esto habla mal de la clase política.

El proyecto ha sido evitado desde el 2010, cuando se dio la sentencia de la Sala, y me duele mucho, porque la camada de diputados, tanto del 2010 al 2014, como una parte de esta camada de diputados, han hecho todo lo posible para que el proyecto no avance.

Pero en estas camadas de diputados han habido dos presidentes del Congreso del Partido Acción Ciudadana (Juan Carlos Mendoza 2012-2013 y Henry Mora 2014-2015) y no se impulsó la reforma.

Sí, sí, claro que ha habido fallas, no ha habido interés en encaminar este tema, aunque sí debo decir que han habido diputados jefes de fracción que siempre estuvieron a favor del proyecto, como Edgardo Araya (FA) y Mario Redondo (ADC), además, claro, de Laura Garro (PAC).

¿Quién le debe temer a esta reforma legal?

Los corruptos.