Los diputados de la Comisión de Hacendarios sepultaron el proyecto de ley de renta global del expresidente Carlos Alvarado, que había dejado en corriente legislativa el exministro de Hacienda, Elian Villegas.
Ahora, quedaron a la espera de la nueva propuesta que enviará el actual presidente de la República, Rodrigo Chaves, quien anunció, semanas atrás, una nueva iniciativa para introducir la renta global, la cual aún no llega al Congreso.
El rechazó del plan de Alvarado se acordó en Hacendarios la noche del martes. Este texto buscaba equiparar el cobro del impuesto sobre la renta entre los trabajadores independientes y los asalariados, lo que implicaba reducir el cobro a los primeros y aumentarlo a los segundos.
También, buscaba obligar a las personas con más de un ingreso a pagar el tributo sobre la totalidad de sus entradas, en vez de hacerlo por separado. Tal es el caso, por ejemplo, de un médico que trabaja para el Estado y que, a la vez, tiene consultorio privado.
La propuesta de cobro de renta global forma parte de la agenda de ajuste fiscal pactada por el Gobierno de Costa Rica con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La presidenta de Hacendarios, la liberacionista Paulina Ramírez, aseguró que el expediente rechazado tenía debilidades técnicas y jurídicas. Argumentó que no globalizaba el cobro del impuesto y solo afectaba a personas físicas, no a personas jurídicas.
“Por otro lado, consideramos que implicaba nuevos impuestos porque bajaba el mínimo exento a los asalariados, es decir, hacía pagar más impuestos a los asalariados”, dijo la verdiblanca.
Pilar Cisneros, jefa del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), enfatizó que su voto fue negativo porque no está de acuerdo en bajar el umbral desde el cual se cobra el impuesto y enfatizó que “el presidente Chaves ha dicho, una y mil veces, no más impuestos”.
La diputada de Gobierno agregó que el Poder Ejecutivo prepara un proyecto nuevo porque no había manera de arreglar el que ya estaba en la corriente legislativa. “Preferíamos archivar ese y empezar con uno nuevo”, dijo.
Por la fracción del Frente Amplio, Jonathan Acuña explicó que la iniciativa de Carlos Alvarado aumentaba los impuestos.
“Tenía varias complejidades técnicas no resueltas, es decir, estaba muy verde, para decirlo de alguna manera. Básicamente, la administración pasada llegó, lo dejó e hizo muy poco para negociarlo”, acotó.
Aunque aún no se revela cuál será el monto desde el cual se empezaría a cobrar renta con el futuro proyecto, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, dijo a La Nación, a inicios de setiembre, que sí van a equiparar el cobro de impuesto de renta entre asalariados e independientes.
Actualmente, los independientes tienen una mayor carga, porque empiezan a tributar renta a partir de los ¢319.600 mensuales, mientras que los trabajadores con salario fijo lo hacen a partir de los ¢863.000.
Esto provoca, por ejemplo, que un independiente con ingresos netos por ¢1 millón mensuales debe pagar ¢104.350 en impuesto de renta, pero un asalariado que percibe el mismo monto solo desembolsa ¢13.700. El primero debe entregarle al Gobierno el 10% de lo que generó, mientras que el segundo solo el 1,3%.
Paulina Ramírez afirmó que la nueva propuesta debería globalizar el cobro de los impuestos, que se incluya tanto las personas físicas como jurídicas, que acoja las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que no aumente la carga para los asalariados.
El vocero del FA, Jonathan Acuña, dijo que su partido espera mayor progresividad.
Argumentó que el esquema actual “genera que pequeñas empresas y trabajadores independientes de bajos ingresos tengan que hacer pagos muy grandes de renta”.