El 2 de febrero ellos harán cualquier cosa, menos votar

La Nación habló con nueve ticos quienes, decepcionados de la política, se niegan a participar en las elecciones

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Si adelantáramos el calendario 99 días, hoy sería domingo 2 de febrero del 2014 y tres millones de costarricenses estarán convocados para elegir nuevo presidente .

Mientras tanto, Mario atenderá como de costumbre a los clientes de su panadería ubicada en Oreamuno de Cartago.

Rafael estará en su taller de soldadura en San Gabriel de Aserrí y doña Balsamina, como siempre, cocinará y limpiará su casa en Morazán de Pérez Zeledón.

Si las elecciones fueran hoy, ellos serían parte de esa gran masa de costarricenses que decepcionados de la política, se niegan a participar en la elección nacional.

Este medio habló con nueve de estos ciudadanos, quienes figuran en las encuestas como abstencionistas, para conocer las razones de su divorcio con la política y hoy se exponen sus criterios.

La corrupción, la falta de líderes comprometidos con los que menos tienen y no solo con los ‘ricos’, así como las promesas sin cumplir, son según ellos, las principales fuentes de su desencanto con los políticos y los gobernantes.

El grupo al que pertenecen estos costarricenses no es nada despreciable. De acuerdo con la encuesta que la empresa Unimer elaboró para La Nación en setiembre pasado, casi 32 de cada 100 ciudadanos se abstendrían de asistir a las urnas el próximo 2 de febrero.

De estos, 17 de cada 100 son abstencionistas duros, dice el estudio. Es decir, personas decididas, de manera irrevocable, a no ir a votar .

Otros 6 de cada 100 son abstencionistas casi seguros, pues aunque se inclinan por no votar, su decisión no es irrevocable.

Un tercer grupo (9 de cada 100), dice tener una baja probabilidad de ir a ejercer ese derecho, pero les simpatiza algún candidato.

Incluso el magistrado Luis Antonio Sobrado, presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), prevé un mayor nivel de abstencionismo en el 2014.

Al inaugurar la campaña electoral el 2 de octubre, Sobrado afirmó: “Sabemos que estas elecciones se darán en un marco de malestar ciudadano, de mucho enojo con la política y los políticos y que podría incrementarse la abstención”.

Para el analista Gustavo Araya el abstencionismo es multicausal y una de esas causas es que la gente no ve la política como herramienta para lograr bienestar.

“Las personas sienten que votando o no las cosas no van para ningún lado”, aseguró.

El abstencionismo creció en Costa Rica en el ocaso del siglo XX, aunque tuvo un leve retroceso en los comicios anteriores.

Para las elecciones de 1994 (ganadas por José María Figueres Olsen), se abstenían de votar solo 17 de cada 100 ciudadanos.

Además, era un comportamiento muy parejo en las zonas rurales y en las urbanas.

Doce años después, en el 2006, no votaron 35 de cada 100 ciudadanos y, en el 2010, 32 de cada 100 no asistieron a las urnas.

El fenómeno, además, se acentuó en las zonas rurales.

Para Gustavo Román, asesor político del TSE, aunque las cifras son elevadas, la campaña es el escenario para que los aspirantes a la presidencia de la República hagan un esfuerzo por revertirlas.

“Este es el momento para que los candidatos le aterricen a la gente cómo ven al país, qué es lo quieren hacer y cómo lo van a hacer.

” Deben tomar en cuenta que es gente que no se va con promesas simples o cosas maravillosas que se van a realizar, es gente que se está preguntando cómo se van a hacer todas esas cosas”, advirtió.

Historias recopiladas por: Mercedes Agüero, Esteban Mata, Esteban Oviedo, Alvaro Murillo, Carlos Hernández y Alejandro Méndez .