El diputado Antonio Álvarez Desanti y el alcalde de Alajuela, Roberto Thompson, se reunieron esta tarde para explorar sus afinidades de cara a la conveción en que Liberación Nacional (PLN) escogerá a su candidato presidencial para el 2018.
El encuentro se produjo a solo dos días de que Álvarez anuncie si aspirará a una precandidatura y seis días después de que Thompson declinó participar.
"Tuvimos una conversación buscando afinidades en puntos de vista; me enriquece para la decisión que tengo que tomar y tengo que anunciar al país el próximo jueves", dijo Álvarez al salir de la reunión que se celebró en el despacho del legislador verdiblanco Ronny Monge.
LEA: Roberto Thompson desiste de una precandidatura presidencial en el PLN
El anfitrión dijo creer firmemente en que cualquiera de los dos tiene "lo que necesita el país" para ser gobernado. En julio, Monge anunció su apoyo al alcalde alajuelense y, ahora, hizo lo propio para reunirlo con el presidente legislativo, en procura de crear una comunidad encaminada a golpear al precandidato José María Figueres Olsen, expresidente de la República.
Al salir de la cita, Thompson dijo que será respetuoso de la decisión de Álvarez, pero añadió que lo "ve representando al partido" en la candidatura presidencial.
Añadió que lo de hoy fue una "primera conversación" en la cual abordaron temas relacionados con la incorporación "de gente joven" en el PLN y que encontró "buena recepción" de parte de Álvarez Desanti.
Álvarez Desanti, en tanto, se mantuvo cauto a la salida de la reunión almuerzo.
LEA: Álvarez Desanti: 'Habrá una polarización entre Figueres y yo' en el PLN
En la reunión, abordaron además temas relacionados con el futuro del PLN, el fortalecimiento municipal, la movilidad urbana y, sobre todo, de coincidencias en torno al proyecto político que tienen en mente.
También partipan en la contienda verdiblanca el diputado Rolando González, el abogado Enrique Rojas Franco y los exdiputados Sigifredo Aiza y Clinton Clinton Cruickshank.
La reunión entre Álvarez y Thompson se efectuó 24 horas después de que Figueres, en un afán de clarificar dudas, apareciera en monitores y teléfonos inteligentes de todo el país y más allá, pidiendo perdón por decisiones polémicas de hace 20 años, o un poco menos.