Obispo de Diócesis de Tilarán: ‘Estoy cansado de escuchar la burrada de que no hay que mezclar religión y política’

Salazar llamó ignorantes a los políticos que promueven un aparato estatal sin religión oficial.

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“Ya estoy cansado de escuchar en este país la gran ignorancia, la gran burrada de la frasecita esa de que no hay que mezclar religión y política, si eso fuera cierto el Papa Juan Pablo II fue un hereje y el Papa Francisco también y sabemos que no es así (...) Usan la frasecita a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, algo así como decir que los cristianos métanse a los templos a rezar y dejen a los políticos hacer lo que les da la gana en el país”.

Esas fueron las palabras que utilizó el obispo de la Diócesis de Tilarán, Manuel Eugenio Salazar Mora, para abrir la homilía del Domingo de Ramos, día en el que se inicia la Semana Santa, según la tradición de la iglesia Católica.

Las declaraciones atizan la discusión sobre la declaración de Costa Rica como un Estado Laico, pues el artículo 75 de la Constitución Política de Costa Rica establece el catolicismo como la religión oficial, una característica excepcional en Latinoamérica.

Salazar llamó ignorantes a los políticos que promueven un aparato estatal sin religión oficial. “Dios es el absoluto y está por encima de todo: políticos, leyes, normas, reglas y Corte Interamericana de los Derechos Humanos. Dios está por encima de todo”, reiteró el prelado.

La mención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se da en un momento crucial, pues ese organismo, con sede en Costa Rica, analiza el caso de Beatriz, una mujer a la que El Salvador le prohibió abortar pese a que estaba en riesgo su vida. La resolución de ese caso podría cambiar u obligar reformas relacionadas con el aborto en la región.

“¿Ante el aborto a quién le obedezco? ¿A las leyes humanas o a la ley de Dios? No matarás ¿A quién le hago caso?”, insistió el religioso.

La manifestación del religioso se une a lo expresado por varios legisladores del partido político con tendencia cristiana, Nueva República.

El obispo de Tilarán también rechazó que exista un “matrimonio” entre la iglesia Católica y el Estado o una intención de “imponer la fe al estilo de los talibanes en Oriente”.

“No estoy pidiendo que me hagan presidente de la República, por si alguien no me está entendiendo (...) Hay que llevar el evangelio a la sociedad para transformar la sociedad de animal en humana y de humana en cristiana”, subrayó.

Por último, aseguró, con tono alto, que pese a que entidades estatales como el Tribunal Supremo de Elecciones pidan no mezclar política y religión, no se debe ceder, pues obedecer ese mandato sería como “quitarse el alma y dejar solo un cadáver”