Rodolfo Méndez: ‘Tenemos que olvidarnos por unos años del aeropuerto en Orotina y concentrarnos en el Santamaría’

MOPT iniciará este año negociación con gestor para ampliar contrato de terminal internacional de Alajuela; se definirán obras necesarias para atender los servicios y eventual compensación por pérdidas en pandemia

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El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) pretende dejar encaminadas este año las negociaciones con el gestor del aeropuerto Juan Santamaría para ampliar el contrato de esa terminal, que se mantendrá como la más importante del país durante mucho tiempo más, como lo dejó claro el jerarca de esa cartera.

“Tenemos que olvidarnos por unos años del aeropuerto en Orotina y concentrarnos en el Santamaría”, manifestó con énfasis el ministro, Rodolfo Méndez.

Estudios concluidos desde antes de la pandemia señalaban que el aeropuerto de Alajuela tendría vida hasta el 2040 y un poco más allá, lo que resulta conveniente ante la decisión de poner en pausa el desarrollo de un nuevo aeropuerto en Orotina (promovido en el gobierno de Luis Guillermo Solís), que también había sido tomada desde inicios de la actual administración.

Entretanto, Aeris, empresa a cargo de la administración del Santamaría, completaba obras por más de $100 millones.

“Con la pandemia es fácil de comprender que tiene más vida, lo que tenemos que ver es cómo manejamos la extensión de esa vida, para el usuario, para atender la demanda de la mejor manera posible. Nos parece que ampliar la relación con el gestor que ha demostrado hacer una tarea encomiable, es la mejor alternativa y entraríamos en un proceso de si es una ruta factible”, afirmó el jerarca.

La gestión interesada que maneja Aeris Holding vence en el 2026, entonces, de darse la ampliación hay aspectos que el Gobierno debe resolver.

Por una parte, la necesidad de encargar nuevas obras que garanticen la operación eficiente en los próximos años, y, por otra, la eventual compensación económica que el gestor está facultado a reclamar por los meses en que sus ingresos cayeron en más de un 70% a causa del cierre de las operaciones por la emergencia sanitaria de la covid-19.

El ministro afirmó que de esta forma, además, podrían garantizar a los usuarios tarifas similares a las que se tienen actualmente y que esos costos no sufran el impacto de la pandemia.

Méndez Mata dijo que en estos primeros meses del año se terminará de fortalecer el equipo que llevará adelante el proceso de negociación, el cual trabajará de la mano de personeros de la Dirección General de Aviación Civil.

Una vez afinados los términos del nuevo contrato, deberá someterse a la aprobación de la Contraloría de la República.

Meses atrás, el viceministro de Infraestructura y Concesiones, Olman Elizondo, había indicado a La Nación que ya se trabaja en un informe con los posibles escenarios en la operación de esa terminal aérea.

Dicha comisión surgió al tiempo que el gestor confirmó que suspendería algunas de las obras de ampliación incluidas en el plan maestro, debido a la caída en sus ingresos.

Representantes de Aeris aseguraron que si bien algunas obras deberían modificarse, otras solamente se correrían en el tiempo, conforme se consoliden los datos sobre los cambios de los tráficos aéreos pospandemia.

Entre esas obras que fueron detenidas se encuentra la reubicación de la estación de Bomberos y la construcción del llamado infill project, un edificio a cuatro niveles donde se adicionarían 16 posiciones de chequeo de pasajeros o entrega de equipaje; 15 kioscos adicionales de chequeo en autoservicio, un carrusel adicional de reclamo de equipaje y más espacio para el área de Aduanas y Agricultura, así como para las oficinas de las líneas aéreas; las cuales se encontraba apenas en las primeras etapas constructivas.

En el caso del traslado de Bomberos, la intención era retomar este año las labores, pues la agilidad con la que los cuerpos de emergencia puedan trasladarse a cualquier punto del aeropuerto es un requisito que forma parte de la normativa internacional. Sobre el infill project, Aeris considera que ahora no es una obra tan urgente, por lo que podría posponerse para el 2023-2024.

Además, indicaron, darían prioridad a otro tipo de mejoras, más asociadas con la tecnología y automatización de servicios, como los puestos de autochequeo y la lectura biométrica de pasaportes.

En aquel momento, la empresa expresó que estaría dispuesta a negociar y buscar una solución en conjunto con el Gobierno y no solo “ir a presentar una factura” (de la compensación).

Pendiente arreglo en Liberia

El ministro afirmó que otro de los temas que deberán atender con “urgencia” este año es el arreglo en la pista de aterrizaje del aeropuerto Daniel Oduber, en Liberia, que requiere una inversión de $100 millones.

Según dijo, los fondos para esos trabajos también se vieron afectados por la pandemia, por lo que ahora están en busca de una alternativa que implique una menor inversión para lograr ejecutar esa obra.